El PP busca el cambio de ciclo completo y el PSOE se conjura contra las encuestas: las claves del 23J
- Arranca una campaña marcada por los pactos, los bloques, la participación y los platós de televisión
Cuando aún no se ha resuelto del todo el mapa electoral teñido de azul que dejaron las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo y, aún con gobiernos por decidir en algunas comunidades, España se adentra en una nueva cita con las urnas y en una nueva campaña electoral.
La madre de todas las batallas electorales, las generales, determinará el próximo 23 de julio si la ola de cambio iniciada el 28M por el PP como actor principal y con Vox en el papel secundario sigue su onda expansiva y acaba en La Moncloa, o si, por el contrario, el PSOE consigue dar la vuelta a las encuestas y se mantiene en el Gobierno.
La política arde en un mes de julio en el que los partidos se disponen, otra vez, a iniciar una férvida campaña electoral, menos volcada en los mítines tradicionales y más en los medios de comunicación. A partir de las 00:00 de este viernes los candidatos ya podrán colocarse en la línea de salida para pedir oficialmente el voto e iniciar la carrera, esta vez sí, definitiva. El fin del camino no es otro que el Gobierno de España.
El 23 de julio se decide entre consolidar o retroceder.
Pactaré para dar estabilidad.
todas las mentiras que ya nos han dicho son la necesidad
nos oponemos frontalmente una ley de violencia de género
que sólo sirve para criminalizar al hombre
Pepe y Vox defiende el país en contra,
están a favor de derogar todos los derechos que hemos conseguido
Todos los veranos tienen su éxito musical,
un tema que, con un sencillo pero efectista mensaje,
consigue colarse en nuestras cabezas a base de repeticiones.
En la lista electoral de este verano cuatro son los que se sitúan
en los primeros puestos
y en pocas semanas sabremos cuál de ellos alcanza el número uno.
Lo que vemos es que, a día de hoy,
el PP estaría en una muy buena disposición
de ser la fuerza más votada.
La próximas elecciones del 23 de julio.
Una ventaja de prácticamente seis puntos por encima del PSOE.
Un PSOE por el que, por otro lado, también igual que PP
estaría consiguiendo a raíz de las elecciones municipales
del pasado 29 de mayo,
concentrar en mayor medida que antes el voto del nloque progresista.
Y a continuación tenemos un empate en torno a la medalla de bronce.
Tanto sumar como VOX oscilan aproximadamente
entre el 12, 13, 14% del voto,
y eso en algunas provincias podría ser crucial.
Vamos a tener que hacer una campaña adaptada al momento,
adaptada al verano
y que dibuje también un escenario de futuro, un escenario de ilusión.
Sobre todo, que se hable de lo que a la gente le importa,
Sobre todo, que se hable de lo que a la gente le importa,
no de las cosas de los políticos, sino de la política,
de la política de pensiones,
de la política de creación de empleo,
de la capacidad de que las mujeres estén en pie de igualdad
con los hombres.
Queremos en esta campaña electoral
afrontarla de manera muy propositiva, con muchas ideas,
explicando qué es lo que queremos hacer
para ser útiles a la gente
y sabiendo que hay cosas que no funcionan.
En seis días, en plena ola de calor
y con muchos españoles ya en destinos turísticos,
arrancará oficialmente una campaña electoral
que, en realidad, no se ha frenado desde que el 28 de mayo
conocimos los resultados de las autonómicas y municipales
con triunfo para el PP,
pero no tan contundente como para esquivar
unos pactos con Vox
que se han convertido en el quebradero de cabeza
para los populares y en la baza de la izquierda.
A la gente le gusta tener certeza
sobre cómo van a administrar los partidos políticos
después su voto.
Lo que estamos viendo ahora, sin embargo,
¿Pactará un gobierno de coalición o por el contrario,
se enfadarán entre ellos?
Sí es verdad que muchas veces,
cuando se plantea la coalición de PP-VOX en genérico,
puede no tener un efecto demasiado importante,
pero sí lo tiene en el momento en que esa coalición
ya es una realidad el gobierno
y de que se ponen encima de la mesa las propuestas
que la ciudadanía directamente se veinterpelada
por esas cuestiones
y puede relativamente tener un efecto
en su comportamiento electoral.
Que se impida desplegar una bandera LGTBI esta semana.
La bandera no es solamente un símbolo,
es una marca de que el lugar, la ciudad,
la provincia donde nos encontramos, es un lugar seguro, tolerante,
que es capaz de aceptar la diversidad,
Somos el tercer país en protección de minorías.
Debemos estar orgullosos.
Y es verdad que no podemos permitir que todos estos avances
conquistados por las españolas y los españoles, los echen atrás.
La violencia de género es la otra cuestión social
que ha agitado Vox
y que ha obligado al PP a mantener una distancia dialéctica
con sus potenciales socios.
lo que les digo esas formaciones políticas
es que no cuente con el Partido Popular para dar un paso atrás en lo
logrado.
Los logros sociales
contra la mujer
Sin embargo, de las palabras,
violencia intrafamiliar en lugar de violencia de género,
se ha pasado, en algunos casos, a los hechos
y en varios ayuntamientos de los 140 en los que Vox se sienta
en los gobiernos municipales
se ha suprimido ya la Concejalía de Igualdad.
Los pactos entre PP y los de Abascal
han llegado a tres parlamentos regionales,
los de Baleares, Aragón y Valencia
además, de al gobierno de la Comunidad Valenciana
y al de Extremadura.
que nos broma se hable de violencia intrafamiliar frente la violencia
machista no es una cuestión de palabra,
diluye el problema que significa la dominación del hombre sobre la
mujer.
Los ciudadanos llevan 34 días siguiendo casi en tiempo real
las negociaciones entre PP y Vox en los diferentes territorios.
En el otro lado,
Sumar no ha podido ocultar las dificultades
para conseguir el beneplácito de Podemos
y parece que tanta intensidad política
está desgastando a las dos fuerzas
a las que, a tres semanas de las elecciones,
se les presupone llaves del futuro Gobierno.
La clave fundamental de lo del Gobierno
que vaya a salir de las urnas
no depende tanto de quién va a ser la tercera fuerza,
sino de cómo los distintos bloques sean capaces de optimizar suvoto
en torno al partido que tiene más opciones.
Porque justamente en aquellas provincias
que repartan entre cinco o seis escaños,
esos últimos escaños, que no se lleven ni PSOE ni el PP
sí lo van a disputar Vox y Sumar
en función de cuál sea su nivel de apoyo.
Tradicionalmente sucede así.
Y, por el contrario, las personas más jóvenes,
especialmente las que votan por primera vez,
o aquellas que tienen menos de 25 años,
son mucho menos propensas a acudir a votar.
Las personas de mayor nivel socioeconómico
también tienen mayor propensión a acudir, a votar, de ir a lasurnas
frente a las personas de bajo nivel socioeconómico,
especialmente las de muy bajo nivel s o cioeconómico,
que entienden que la política, prácticamente,
no puede hacer nada por ellos.
La primera es fiscal,
aliviar la fiscalidad de los ciudadanos.
Segundo:
Otro de los grandes motivos que hay
es convocar al resto de formaciones políticas
a un análisis, a un pacto nacional también
por la reforma del sistema sanitario.
¿Cómo ve usted la formación profesional
o la educación en el futuro?
¿Cómo cree que hay que seguir impulsando
nuestro mercado laboral?
¿Estamos de acuerdo o no que uno de cada dos contratos
sean indefinidos o piensan derogarla?
¿Qué ocurre con las pensiones de nuestros mayores?
Esto es de lo que yo quiero hablar,
de lo que nos quita el sueño todos los días
a los que nos levantamos por la mañana.
Oportunidades para nuestros hijos o los cuidado de nuestros mayores.
La inflación, la educación, la renovación de los jueces,
la sanidad, son las grandes temas,
pero en plena vorágine electoral el debate se aleja del que
y se acerca al quién.
Yolanda es la candidata que más rédito le da a su partido.
Es el porcentaje más alto de estos cuatro partidos.
Estas elecciones daban del futuro de ningún político,
ni de Sánchez ni de Feijó,
no van sobre esto.
Las elecciones de este año van sobre vuestras vidas.
Sabemos que muchas políticas del Gobierno pueden ser populares,
por ejemplo, la subida del salario mínimo.
Pero Pedro Sánchez no es tan popular
como las políticas que hace su Gobierno.
Entonces, sus rivales lo van a centrar mucho
en la figura de Pedro Sánchez,
mientras que, del otro lado,
el Gobierno va a querer darle la vuelta
y centrarse sobre todo en sus políticas en concreto.
Si la economía española va como una moto,
lo sensato,
lo que no soporta sentido común,
es no derogar aquello que funciona.
Si esto es ir como una moto es como un auto que no funciona.
Si alguien no quiere hablar cara a cara
con el presidente del Gobierno,
de qué opina sobre la revalorización al IPC de las pensiones
es porque está pensando que no se tienen que revalorizar
y no lo quiere contar.
Mientras el Gobierno se empeña en subrayar lo conseguido,
sobre todo en temas económicos y sociales,
la derecha ha acuñado su hoja de ruta.
Derogar el sanchismo
es que tú gobiernas a cualquier precio.
Derogar el sanchismo es que cambie la política en España,
en virtud de la cual no se modifica el Código Penal
para elevar las penas a corruptos porque son independentistas,
que es lo que ha sucedido esta legislatura,
derogar el sanchismo significa
que no va a haber una ley del solo sí o sí
que ponga en la calle a más de 1000 agresores
o más de 120 agresores antes de tiempo
y a más de 1000 reducirle la pena, porque tu socio te obliga a ello.
Los cálculos estiman que más de dos millones de personas
van a solicitar el voto por correo,
hasta el 13 de julio hay plazo para pedirlo
y hasta el 20 para entregarlo.
¿Qué ocurre?
Que quien retrase su decisión de voto
será más susceptible de verse afectado
por cuál sean el resultado de un debate electoral
o cuál sea la dinámica de la campaña.
¿Cuánto mueve de voto un debate?
Bueno, puede mover entre un 4, 6%,
pero hay algunos que pueden ser enormemente decisivos
cuando las elecciones están muy reñidas.
Sobre todo si es un debate cara a cara,
porque evidentemente cuando son tres, cuatro o más candidatos
los que participan,
se puede diluir un poco más ese efecto.
Los debates electorales no les sacan más partido
que luego en una encuesta dice que ha estado más brillante,
sino el que consigue colocar mejor su mensaje para su elector indeciso.
Kerry ganaba todos los debates porque era muy inteligente,
pero luego ganaba las elecciones.
Pongamos fechas a lo que queda por delante:
unas horas antes del primer encierro de san Fermín
el 7 de julio,
con la pegada de carteles comenzará otra carrera,
la electoral,
que se prolongará hasta el 21 de julio.
El 22 será jornada de reflexión y el 23 cita con las urnas.
El 17 de agosto los partidos que hayan conseguido escaños
entrarán en este Hemiciclo para la constitución de las Cortes
y se iniciará la XV legislatura.
La gran incógnita es si para entonces
alguien se habrá hecho ya con la llave de esta casa
o si, por el contrario, quienes aspiran a ocuparla
deberán buscar combinaciones que les permitan abrir su puerta.
Pero el último escenario que nosotros hemos comprobado
es que Vox y PP ahora mismo sumarían en torno a 174 diputados
que con la suma de un posible apoyo de UPN y Coalición Canaria
podrían ser 176.
Eso nos da la mayoría absoluta.
Es exacta, sumamente justa,
para poder tener una mayoría de gobierno.
Efectivamente,
En caso de que finalmente PP y Vox están por debajo
de los 174 diputados,
realmente los números les podrían dar al PSOE y a Sumar
para conseguir este Gobierno,
para armar una mayoría absoluta de la investidura.
Ahora mismo en Bélgica, en Alemania, en Austria,
en prácticamente la mayoría de países de la Unión Europea,
funcionan con gobiernos de coalición.
Esto es una novedad en España, pero habrá que acostumbrarse, ¿no?
A los dos escenarios más previsibles
se suma una tercera vía, la abstención del PSOE
en el caso de que el PP ganara las elecciones sin mayoría,
que ya ha sido apuntada por el PNV y que los populares contemplan.
Recuerdan, de hecho,
que hace unas semanas ellos ya propiciaron
la llegada de socialistas a las alcaldías
de Barcelona y Vitoria.
Feijóo ha dicho una cosa,
que si gana Pedro Sánchez las elecciones,
para que no tenga depender de partidos extremistas e
independentistas,
si Pedro Sánchez gana las elecciones,
quienes estemos en el congreso,
el PP se abstendrá para que pueda ser presidente del gobierno.
La incógnita es Pedro Sánchez está dispuesta lo mismo?
El Partido Socialista sale a ganar
y a ganar con una mayoría suficiente
que le permita no tener que depender de ninguna formación política.
Nosotros vamos a apelar al voto de la izquierda
y al voto de centro
que permite que la gente moderada de nuestro país
vea en el proyecto que queremos impulsar,
lo que está produciendo en este momento.
El tiempo, y sobre todo los números,
terminarán por despejar la ecuación
y veremos si el inquilino de La Moncloa
atraviesa la puerta con las hojas aún verdes,
o vemos pasar las estaciones.
Esta semana, hemos tenido que despedir a otra figura
de la Cultura de nuestro país, María del Carmen García Galisteo.
De nombre artístico, Carmen Sevilla,
como la ciudad que la vio nacer hace 92 años.
Actriz, cantante, presentadora.
En la televisión, con la llegada de las privadas, vivió una segunda
juventud y terminó su carrera en esta casa,
en Televisión Española, al frente de programa
"Cine de Barrio".
Deba repensar la bola,
no me eches muchos polvos porque ya no estoy para eso.
(Risas)
en estos años el cine de barrio
he sido muy feliz.
Quiero dar las gracias
a mi querida revista española
me ha dado vida
gracias a todos ustedes,
Sami querida España.
Lo que nunca olvidaré es su grandísima generosidad.
- Entrando por la puerta grande a su casa,
con todos los honores,
Carmen Sevilla.
Bienvenida.
- Gracias.
Os quiero mucho.
- A pasado momento de transición muy tranquila,
sin sufrimiento.
- Lluvia deseado hacer mucho más,
pero estoy muy contenta.
Muy satisfecha,
me agradecida,
No me puesto fecha límite.
(Canta)
así terminamos por ahí.
Recuerden que pueden volver a ver nuestrosreportajes en RTVE Play,
que es la plataforma de la radiotelevisión pública,
que es la suya.
Nos vamos, disfruten de la semana.
Les esperamos el sábado que viene, adiós.
Aquí, algunas claves de estas elecciones generales del 23J:
Del 28M al 23J: seis semanas de hiperactividad política
Acostumbrado a los golpes de efecto y a las decisiones inesperadas, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, dejaba con la boca abierta a propios y extraños cuando anunciaba el adelanto de las elecciones generales al próximo domingo 23 de julio, cuando estas tocaban a finales de este año, con la fecha límite del 10 de diciembre.
Sánchez no daba tiempo a digerir el resultado en las municipales y autonómicas, nefasto para el PSOE y muy bueno para el PP, y giraba por completo la conversación cuando España aún casi no se había despertado tras la noche electoral del 28M. Ducho como pocos en el riesgo político, el candidato del PSOE asumía "en primera persona" la clarísima derrota del PSOE del 28M y llamaba a aclarar cuanto antes la voluntad de los españoles. Si el PP había planteado esa primera cita electoral como una primera vuelta y un plebiscito "contra el sanchismo", él recogía el guante y pedía salir al campo ya para jugar la segunda parte.
De esta forma, el PSOE tomaba la iniciativa política sangrando aún por la herida de la pérdida de poder institucional el 28M y obligaba a los partidos a recolocarse en una batalla electoral sin descanso. Desde el adelanto electoral han pasado tan solo seis semanas que se definen por la total hiperactividad política marcada por las negociaciones para conformar gobiernos municipales y autonómicos entre PP y Vox con líneas rojas y escollos insalvables que han dado paso después a cambios de postura, rectificaciones y apretones de manos.
Estos pactos se han convertido en el principal dolor de cabeza para el líder y candidato del PP, Alberto Núñez Feijóo, y en munición para el PSOE, que ve cómo repunta ligeramente en las encuestas. Los socialistas creen que "hay partido".
Y todo ello en medio de una pelea catódica entre los líderes políticos, que se prodigan mañana, tarde y noche en entrevistas para lanzar sus mensajes y no perder comba.
Los pactos deciden: del bipartidismo al bibloquismo
Se espera una campaña frenética y dura en la que la palabra 'pactos' será, de nuevo, clave. Ningún partido parece destinado a obtener la mayoría absoluta siempre soñada de 176 diputados, de tal forma que el foco está puesto en los dos posibles bloques que podrían gobernar España: el PP con Vox y el PSOE con Sumar.
El segundo bloque no parece tener inconveniente en asumir esa suma y reeditar, si le dan los números, ese gobierno de coalición progresista con el aliciente, además, para Sánchez de entenderse más y mejor con Yolanda Díaz que con Podemos. Pero el PP ha hecho del circunloquio la forma habitual de referirse al posible gobierno de coalición entre Alberto Núñez Feijóo y Santiago Abascal. Tras muchos giros esta misma semana el líder del PP reconocía que es "lógico" que Vox entre en los gobiernos cuando sus votos afirmativos sean necesarios para que gobierne el PP. Mientras, siguen configurando gobiernos conjuntos a lo largo y ancho del país en 140 ayuntamientos y las comunidades de Extremadura y Comunidad Valenciana, además de Castilla y León, donde ya gobernaban juntos.
Los sondeos coinciden en que Alberto Núñez Feijóo será el vencedor de las elecciones generales, pero todos también apuntan a que tendrá que mirar a su extrema derecha.
La tercera vía de la abstención del PSOE para que el PP gobierne sin Vox se alimenta poco a poco y Feijóo ya ha dicho que llamará uno a uno a los 'barones' para que convenzan a Sánchez de esta posibilidad, si el PP gana. Y Sánchez ya vuelve a hacer suyo su mantra del 'no es no' y le recuerda al PP que él tuvo que repetir las elecciones de 2019 ante la falta de acuerdo con Unidas Podemos, que posteriormente sí se dio, y que el PP en ese punto no se planteó la abstención para que él gobernara sin necesidad de socios.
Hay que remontarse a las elecciones generales de 2011 para recordar el último año en el que el bipartidismo reinante en la historia política de España alcanzaba un porcentaje del 74% de los votos con los números a los que antes estaban acostumbrados un PSOE y un PP, que se alternaban en el poder sin tener que contar más que con sus votos. Ese año el PP de Mariano Rajoy sumaba 186 diputados y el PSOE, 110, con CiU como tercera fuerza en España con 16 escaños.
Eran otros tiempos, previos a un multipartidismo que trajo lo que se denominó la nueva política protagonizada por Podemos y Ciudadanos y que explotó en las generales de 2015 con un Congreso de los Diputados mucho más repartido con cuatro principales fuerzas: PP (123), PSOE (90), Podemos (69) y Cs (40).
En las últimas elecciones generales, las de 2019, con doble cita electoral, en abril y en noviembre, la realidad política en España se fragmentó hasta dar a la luz esas urnas al Congreso más fragmentado de la historia con 16 partidos, los que actualmente forman parte de la Cámara Baja con 350 diputados: PSOE (120), PP (89), Vox (52), Unidas Podemos (35), ERC (13), Cs (10), JxCat (8), PNV (6), Bildu (5), Más País (3), CUP (2), CC (2), NA (2), BNG (1), PRC (1) y Teruel Existe (1).
Hace cuatro años el PSOE ganaba las elecciones generales, pero sin mayoría suficiente para gobernar y se configuró el primer gobierno de coalición de la actual democracia con PSOE y Unidas Podemos como protagonistas. Las encuestas apuntan a que los gobiernos de coalición han venido para quedarse, así que las elecciones ahora se miden en términos de bloques ganadores más que de partido ganador. El PSOE ha asumido esto, pero el PP no.
Lo que sí dejaron claras las pasadas elecciones del 28M es que el bipartidismo cobra fuerza y que los ciudadanos vuelven a concentrar el voto en los dos grandes partidos de España.
Nuevos candidatos tras una legislatura muy convulsa
El cambio tan profundo de líderes nacionales en tan solo cuatro años de legislatura pone de manifiesto la velocidad a la que circula la política española en los últimos tiempos. De los cinco principales candidatos que se presentaron en las elecciones generales de 2019- Pedro Sánchez (PSOE), Pablo Casado (PP), Albert Rivera (Ciudadanos), Pablo Iglesias (Unidas Podemos) y Santiago Abascal (Vox)- solo quedan dos y los otros tres ya están fuera de la política.
Si antes los líderes nacionales se presentaban legislatura tras legislatura y las carreras políticas se alargaban durante años, el ritmo y las formas de la política actual crea líderes tan rápido como los 'tritura' y 'entierra'.
La casuística es diversa en la caída en desgracia de estos líderes políticos y el análisis de la salida de la política de Casado, Rivera e Iglesias da para muchas líneas pero, por resumir: el líder del PP fue defenestrado tras una cruenta batalla con Isabel Díaz Ayuso de la que salió de Génova 'con los pies por delante' dando paso a un Feijóo que reconoce no le quedó otra que presentarse a liderar un partido que vivió en aquellos días la peor crisis interna de su historia. Ahora por primera vez y a sus 61 años, Feijóo cambia su cómoda Galicia, donde cosechó hasta cuatro mayorías absolutas, por España.
El que fuera líder de Ciudadanos dimitió como presidente del partido tras el batacazo de la repetición electoral de noviembre de 2019 en la que el partido pasó de 57 diputados, con los que Rivera pudo ser vicepresidente del Gobierno, a diez escaños. Fue el principio del fin de Ciudadanos, que ya de la mano de Inés Arrimadas, se ha ido desangrando en todos los procesos electorales hasta quedar fuera de todos los parlamentos y decidir no presentarse a estas elecciones generales. La historia del partido ha sido corta, pero intensa, y en esta cita del 23J no habrá candidato 'naranja'.
El caso de Iglesias es diferente porque en solo cuatro años ha pasado por la Vicepresidencia del Gobierno de Sánchez, para dejar el Ejecutivo dos años después y presentarse de candidato a las elecciones de la Comunidad de Madrid en 2021, tras las que dejó la política y designó ' a dedo' a Yolanda Díaz en un gesto que finalmente le ha costado caro a Podemos, que pierde todo protagonismo en la nueva marca a la izquierda del PSOE, Sumar, y que se ha visto obligado a sacrificar a Irene Montero. Díaz, que tuvo muchas dudas para dar el salto a la candidatura, quiere ser ahora la primera presidenta de España.
Por tanto, de todos esos líderes principales que se presentaron a las pasadas elecciones generales sobreviven Sánchez y Abascal, que vuelven a ser cabeza de lista en las generales. Repiten algunos clásicos ya en el Congreso de los Diputados como Gabriel Rufián (ERC) y Aitor Esteban (PNV), que venderán su apoyo parlamentario más caro en caso de seguir siendo determinantes en la Cámara Baja.
¿Cómo llegan los partidos al 28M?
Sánchez y el PSOE se lo juegan al todo o nada. La decisión de Sánchez de adelantar las elecciones buscó romper una dinámica impuesta por el PP de ir extendiendo su poder azul a lo largo y ancho de España. El presidente repite convencido que va a ganar las elecciones, pero lo cierto es que ningún sondeo pronostica tal resultado. El CIS ha dado la victoria al PP por primera vez, aunque augura que la suma de la izquierda podría gobernar.
Cómodo en la épica y en la supervivencia política, Sánchez quiere volver a protagonizar otro momento de resurrección este 23J y no será posible si no resucita antes al dormido electorado de izquierdas. Para ello se está afanando en pinchar lo que denomina la "burbuja del sanchismo" inflada durante toda la legislatura, dice, con "mentiras, maldad y manipulación"; en denunciar y alertar de la "involución en derechos" que suponen, a su juicio, los acuerdos de PP y Vox. Viene a decir a sus electores: ¿veis lo que pasa si no me votáis?
El PSOE llega a este 23J muy tocado de las autonómicas en las que perdió gobiernos decisivos como la Comunidad Valenciana, Extremadura, Aragón, La Rioja, Baleares, Canarias y la mayoría de capitales de provincia.
Por el contrario, Feijóo llega subido a la ola de las encuestas nacionales, pero además con los resultados más que satisfactorios reales bajo el brazo. Ganó con claridad las elecciones municipales y autonómicas de mayo y, desde que es líder del PP, ha ido sumando trofeos electorales. Históricamente quien gana las municipales gana las generales, salvo en 2008, de tal forma que Feijóo quiere mantener esa máxima. Cree el PP que España está en un "cambio de ciclo imparable" y que el 'tsunami azul' llegará hasta el Gobierno de España. Mantiene el PP como principal fin "derogar el sanchismo".
Está por ver cómo afecta a las urnas los pactos fraguados en comunidades con Vox y si el electorado bendice este nuevo escenario con sus votos. El PP ha tenido que verse obligado a defender la lucha contra la violencia de género, mientras se eliminaba el concepto de sus acuerdos con los de Abascal; ha tenido que decir que ni un paso atrás en la lucha LGTBI, mientras se retiraban banderas en algunas instituciones que gobierna junto a Vox; y ha aclarado que su lucha contra los efectos del cambio climático no se ven alterados mientras le otorga esas competencias en algunos territorios a los que claramente se posicionan como negacionistas.
Vox, por su parte, llega con la fuerza que le da el ser llave de muchos de los gobiernos del PP y pretende seguir con esta senda, la de tocar poder y ser decisivo para el fin que comparte todo el espectro de la derecha: el de sacar a Sánchez de La Moncloa. Vox ha ido sumando posiciones en todos los comicios desde las pasadas elecciones generales de 2019, en las que se convirtió en la tercera fuerza nacional tras el PSOE y el PP, puesto que ha repetido cuatro años después, en el 28M, donde consiguió entrar en todos los parlamentos autonómicos en liza. Abascal repite que Vox es "absolutamente clave" para la "alternativa en España".
En el caso de Sumar, todo es nuevo. Yolanda Díaz se presenta como la líder de todo el espectro ideológico a la izquierda del PSOE en una coalición que une a 15 formaciones políticas, entre las que destacan Podemos, IU, Más País, Más Madrid o Compromís, entre otros. Han sido meses muy difíciles para la configuración de este espacio siempre complejo a la hora de unir fuerzas y siempre dispuesto a airear toda discrepancia y Podemos finalmente perdió la batalla de ser un partido con papel protagónico y será uno más (incluso menos) en Sumar.
En la noche del 23J el resultado de Sumar se comparará con los 38 escaños obtenidos por Unidas Podemos (35) y Más País (3) en 2019 y habrá que ver si su fuerza es decisiva o no para reeditar un pacto progresista con PSOE.
Además de la lucha entre los cuatro principales partidos nacionales, se libran otras batallas no menores en estas generales con un Congreso muy fragmentado: la de ver quién lleva la voz cantante del independentismo al Congreso de los Diputados, si ERC o Junts; la batalla por la defensa de los intereses de los vascos, que se disputan, por otro lado, PNV y EH Bildu, partidos estos que han ocupado un papel clave en la legislatura de Sánchez como socios parlamentarios prioritarios que han permitido sacar adelante la agenda legislativa del Gobierno. Y ver el peso que obtienen fuerzas regionalistas, insularistas y de la España vaciada, que llevan la voz de los territorios al Congreso.
La clave de la participación el 23J en plenas elecciones
Mucho se ha hablado en estas elecciones de la participación debido a lo inédito de su convocatoria, en plenas vacaciones y con media España pensando en la playa o directamente tumbada en ella. Esa variable de participación en un contexto vacacional es una de las claves de la jornada electoral del 23 de julio, por incierta.
De momento, el voto por correo se ha disparado y, aunque aún no hay cifra oficial hasta la fecha, hace unos días el propio presidente del Gobierno hablaba de 1,5 millones de solicitudes, lo que supera todos los récords históricos.
Además, las elecciones generales siempre se han caracterizado por una mayor movilización frente a otros procesos. De hecho, en las 15 que se han celebrado hasta la fecha en España, ninguna vez se ha registrado un porcentaje inferior al 65%, con la cita de 1982 como la más alta –rozando un 80%– y la última de 2019 como la más baja –con un 66,2%–.
Menos calle, más entrevistas y debates electorales
Esta precampaña ha marcado una dinámica que arrancó Sánchez y que han seguido todos los candidatos y no es otra que hacer una gira por televisiones, radios, periódicos y medios en general para repetir una y otra vez los mismos mensajes y que poco a poco vayan calando en sus electores, en los ya decididos y en los potenciales a los que hay que convencer. Programas más ligeros a los que los candidatos principales van a 'divertirse', o no; medios tradicionales y otros no tanto como la visita más gamberra que Sánchez hará al podcast 'La Pija y la Quinqui'. Todo vale para conseguir votos.
Cierto es que, aunque se han ido quedando más obsoletos, los mítines tradicionales siguen siendo los reyes de las campañas y, sin ir más lejos, en las pasadas elecciones municipales y autonómicas, los candidatos recorrieron toda España con actos de partido mañana, tarde y noche. Estos mítines no valen para convencer al que asiste, que ya va convencido a ver a su líder, sino para colocar los mensajes y los titulares que los candidatos quieren destacar cada día. Pero a casi 40 grados a la sombra los actos en la calle no parecen lo mejor para animar a los votantes. En las elecciones andaluzas de junio de 2022 hubo desmayos en los mítines y nadie está dispuesto a repetir los sudores mitineros.
A horas de que arranque la campaña, durante estas semanas previas los pactos PP-Vox han monopolizado prácticamente el debate político, poniendo el foco en el feminismo y la violencia de género como arma electoral, además de la lucha del colectivo LGTBI, que pide "no dar un paso atrás en sus derechos". Está por ver si los partidos se centran en propuestas concretas y gestión o basan la campaña en las emociones.
Los debates electorales siguen siendo otro de los clásicos de las campañas. Sánchez propuso nada menos que seis a Feijóo, pero este solo ha aceptado un cara a cara el lunes 10 de julio, el de Atresmedia, rechazando el de la radiotelevisión pública. Tampoco acudirá el candidato del PP al debate a cuatro de RTVE en el que sí estarán el 19 de julio Sánchez, Abascal y Díaz, en un encuentro decisivo que se celebrará en la recta final de la campaña, a cinco días de la cita con las urnas. El debate más plural será también en RTVE, el 13 de julio, con los portavoces de todos los partidos con grupo parlamentarios (PSOE, PP, Vox, Sumar, ERC, PNV y EH Bildu).
Fechas clave de las elecciones generales:
7 de julio: Arranque de la campaña electoral
10 de julio: Cara a cara entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo
13 de julio: Debate a siete entre grupos parlamentarios en RTVE
19 de julio: Debate entre Pedro Sánchez, Santiago Abascal y Yolanda Díaz en RTVE
21 de julio: Fin de la campaña electoral
22 de julio: Jornada de reflexión
23 de julio: Elecciones generales
17 de agosto: Constitución de las Cortes Generales
Elecciones generales en España: otras noticias sobre el 23J
- Feijóo clama por una mayoría absoluta en su plaza talismán de Galicia frente a la "intransigencia de los extremos"
- Sánchez y Feijóo, duelo de alta tensión en la campaña electoral"
- Feijóo se lanza a completar el cambio de ciclo en España en medio de una difícil convivencia con Vox
- Feijóo, un gallego que llegó a Génova para unir al PP y que quiere ganar La Moncloa a la primera