Lula confirma que asistirá a la cumbre de la UE-Celac en una conversación telefónica con Pedro Sánchez
- El objetivo de la cumbre es intentar concluir el acuerdo comercial entre la UE y Mercosur
- Mercosur se negó a aceptar un documento anexo presentado por la UE en 2019
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha conversado este miércoles con el jefe del Gobierno español, Pedro Sánchez, a quien le ha confirmado que asistirá a la cumbre que la Unión Europea (UE) y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (Celac) celebrarán este mes en Bruselas.
Según una nota oficial, en la conversación telefónica también han discutido las negociaciones en curso para intentar concluir el acuerdo comercial entre la UE y el Mercosur.
El propio Lula ha defendido la posibilidad de llegar a un acuerdo que resulte beneficioso para las partes ahora que Brasil y España ocupan la presidencia 'pro tempore' de ambos bloques, respectivamente, según el comunicado de la Presidencia brasileña.
Lula había puesto en duda hasta ahora su asistencia a la cumbre UE-Celac, la cual en ambos bloques ya ha sido considerada como una oportunidad para intentar darle un nuevo "impulso político" al acuerdo con el Mercosur, que tanto el líder brasileño como el español han dicho que quisieran concluir este mismo año.
De acuerdo a la nota divulgada por la Presidencia brasileña, Sánchez también ha invitado a Lula a acompañarle en la apertura de un foro empresarial que será celebrado en Bruselas el próximo 17 de julio, un día antes de la Cumbre UE-Celac.
El comunicado no ha precisado lo discutido por ambos mandatarios sobre las negociaciones entre la UE y el Mercosur, bloque integrado por Argentina, Brasil, Uruguay y Paraguay, que este martes celebró su cumbre semestral, con algunos reparos en relación a ese acuerdo.
Un documento considerado como una "amenaza" para Lula
Este lunes, el presidente brasileño calificó de "inaceptable" la última propuesta del bloque europeo y abogó por cerrar un acuerdo "de compañeros" en el que ambos bloques se comporten como socios estratégicos, sin imposiciones.
Las principales trabas para el texto consensuado en 2019 por ambos bloques pasan por la negativa del Mercosur a aceptar un documento anexo presentado este mismo año por la UE, que establece unas nuevas garantías en materia medioambiental.
Ese documento fue considerado por Lula como una "amenaza" a los productores agrícolas del Mercosur, bloque que, según ha confirmado este martes en su cumbre semestral, celebrada en Puerto Iguazú (Argentina), trabaja en una respuesta que, en palabras del mandatario brasileño, deberá ser "contundente".
El Gobierno de Lula también ha manifestado cierto recelo sobre el capítulo de compras gubernamentales del texto acordado en 2019, que es compartido por Argentina y sobre el cual Paraguay y Uruguay no han expresado una posición clara.
El presidente uruguayo, Luis Lacalle Pou, sí manifestó en la cumbre del Mercosur su "pesimismo" sobre el acuerdo con la UE y lamentó que se discuta desde hace "25 años", algo que consideró que "no es lógico en el mundo moderno".
"Sabemos lo que tenemos a favor y en contra. Despejemos los obstáculos para poder culminarlo", instó Lacalle Pou.