Page es reelegido presidente de Castilla-La Mancha por tercera vez con la mayoría absoluta del PSOE

• Uno de sus primeros retos será "retocar" la ley electoral y ampliar el número de diputados en el Parlamento autonómico
• El PP ha votado en contra de la investidura por considerar que "carece de proyecto real" para la región

El candidato a la presidencia de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha

El socialista Emiliano García-Page ha sido elegido como presidente de la Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha y revalida el cargo por tercera vez tras la mayoría absoluta obtenida en las elecciones autonómicas del 28 de mayo.

Su investidura ha salido adelante con los 17 votos de sus diputados a favor, pese a los 12 del Partido Popular y los cuatro de Vox en contra, por lo que ha sido reelegido presidente regional por la vía rápida.

Tras la primera entrega de este miércoles, en la que desgranó su programa electoral durante algo más de dos horas, García-Page ha optado por dar réplica a los grupos parlamentarios que le han precedido en el uso de la palabra en un solo turno de intervención, en lugar de individualizar sus respuestas.

La toma de posesión será el próximo sábado, cuando a las 18.30 horas tenga lugar el acto oficial, y está previsto que la próxima semana García-Page nombre a su nuevo gobierno.

Los retos de la legislatura

El primero de los retos ya verbalizado por el presidente autonómico es afrontar por la vía del consenso una reforma del Estatuto de Autonomía que, entre otros asuntos, sirva para "retocar la ley electoral" y ampliar el número de diputados que representan a los ciudadanos de la región en el Parlamento regional.

El desarrollo de las renovables, apuntalar la región como nodo logístico, seguir ampliando derechos en materia de igualdad, luchar por una mejor financiación autonómica y continuar con una agenda de diálogo social y congelación de impuestos son algunos de los grandes caballos de batalla que, según ha dicho García-Page, defenderá a lo largo de esta legislatura.

Por otro lado, durante su intervención, el presidente electo ha endurecido el tono contra el PP de la región y su líder, Paco Núñez, por lo que considera una "campaña basura" hacia él de manos de los 'populares' en las elecciones autonómicas.

"Para algunos, yo he sido durante mucho tiempo un amigo casi íntimo de Otegi, he sido prácticamente un cómplice de violadores, una persona corrupta, un maltratador, yo entiendo que es complicado apoyar a un candidato al que se le ha retratado como usted lo ha hecho en campaña. Mi mano tendida es con guante de cetrería, por su política basura hecha conmigo y con mi familia", le ha afeado.

Con todo, asegura que sube "contento y aliviado" a la tribuna de oradores. "Ustedes pueden defender las ideas que quieran, no seré yo quien se lo prive, pero no pueden caer tan bajo", ha dicho.

El PP critica al PSOE por "carecer de proyecto real" para la región

El PP ha votado en contra de la investidura de Emiliano García-Page por "carecer de proyecto real" para la región, y se ha atribuido el papel de centralidad en el parlamento, mientras que ha situado al PSOE a la izquierda y a Vox, que por primera vez ha tenido representación en las Cortes, a la derecha.

A pesar de la negativa del PP, Núñez se ha mostrado dispuesto a que a lo largo de la Legislatura haya "diálogo" y ha tendido la mano para "construir juntos Castilla-La Mancha, para acordar y trabajar por el interés general de los castellanomanchegos". Así, ha leído la declaración del Grupo Parlamentario Popular, en la que apoya las medidas que se lleven a cabo para la reforma estatutaria con el fin de que la región "se abra a nuevos tiempos".

Por su parte, el diputado de Vox, David Moreno, ha asegurado que Castilla-La Mancha necesita un cambio y, sin embargo, Emiliano García-Page solo garantiza la continuidad de las políticas que ha venido realizando como presidente de la comunidad en los últimos ocho años. Moreno le ha reprochado a García-Page sus "incumplimientos y meros anuncios" y ha apuntado que ha sido reelegido presidente por "un puñado de votos" y que tenga en cuenta que casi la mitad de los votantes "no está de acuerdo con su forma de gobernar".