Haití conmemora el segundo aniversario del asesinato del presidente Jovenel Moise
- Desde el magnicidio, el país antillano atraviesa una crítica situación de seguridad, económica y alimentaria
- El secretario general de las Naciones Unidas ha pedido varias veces una fuerza internacional de intervención
El Gobierno haitiano, encabezado por su primer ministro, Ariel Henry, ha conmemorado este viernes los dos años del asesinato del presidente Jovenel Moise con una ofrenda floral en los jardines del Museo del Panteón Nacional de Haití (Mupanah), en Puerto Príncipe.
La ceremonia de homenaje del Ejecutivo se ha celebrado sin la presencia de la esposa y los hijos del mandatario asesinado y Henry no ha pronunciado ningún discurso oficial durante el acto.
Mientras tanto, partidarios de Moise han organizado una ceremonia vudú en Perlerin 5, en Pétion-Ville, donde se encuentra la residencia del presidente en la que fue asesinado por un grupo de mercenarios.
Durante la ceremonia conmemorativa del trágico suceso han encendido un fuego de leña, han hecho trucos de magia y han cantado música vudú al son de los tambores.
Uno de los participantes ha denunciado que "lo que se está haciendo en Haití no es una investigación, es demagogia", y ha dicho que están a la espera de que "venga la Corte Penal Internacional a investigar el asesinato de Jovenel Moise".
Otra de las actividades organizadas este viernes con motivo del aniversario del magnicidio ha sido una misa de réquiem en la catedral de Cabo Haitiano, en el norte del país, de donde era oriundo el mandatario, a la que han acudido muy pocas personalidades políticas.
Crisis sin precedentes y una espiral de violencia a manos de bandas armadas
El 7 de julio de 2021 Jovenel Moise fue torturado y asesinado por un grupo de mercenarios entre los que había colombianos y antiguos efectivos de los servicios secretos estadounidenses.
El equipo contaba con la complicidad de agentes de las unidades especializadas del Palacio Nacional encargadas de garantizar la seguridad del jefe del Estado a varios niveles.
Dos años después, Haití sigue sin saber quién mató a Moise y la viuda del malogrado mandatario, Martine Moise, considera al actual primer ministro, Ariel Henry, sospechoso de haber participado en el golpe.
El caso está prácticamente olvidado, se habla muy poco de él. Las autoridades apenas lo mencionan y el proceso judicial ya ha pasado por cinco jueces de instrucción, sin que hasta la fecha se haya hecho pública ninguna orden para celebrar un juicio.
Esta falta de avances se produce en medio de una crisis multidimensional y una espiral de violencia a manos de unas bandas armadas que se han hecho fuertes y siembran el terror entre la población.
En octubre el Gobierno de Haití pidió el despliegue de una fuerza multinacional, demanda que contó con el respaldo del secretario general de la ONU, António Guterres, quien, tras comprobar el pasado sábado sobre el terreno la crítica situación que vive el país, este jueves volvió a solicitar a la comunidad internacional actuar "de inmediato".