Ucrania y el debate de los aliados para que entre en la OTAN: "Es inimaginable en plena guerra"
- Stoltenberg afirma que los aliados de la OTAN aprobarán acuerdos para "acercar a Ucrania" a la Alianza en la cumbre
- En 2019, Ucrania convirtió su entrada en la Alianza en un objetivo constitucional
Después de 16 meses, la guerra en Ucrania continúa sin un final a la vista, lo que hace que la cuestión de las garantías de seguridad -a corto o a largo plazo- sea cada vez más urgente. Por esta razón, en la cumbre de la OTAN, que se celebrará en la capital de Lituania los próximos 11 y 12 de julio, la entrada de Ucrania en la Alianza será uno de los principales asuntos que estarán en la agenda.
Antes de que Rusia iniciara la invasión de su país vecino en febrero de 2022, Ucrania ya hizo de la entrada en la OTAN un objetivo constitucional. Los países miembros de la Alianza dieron por hecho en 2008 que Ucrania se uniría a la organización en algún momento en el futuro y durante el conflicto su secretario general, Jens Stoltenberg, ha reiterado esa postura. Stoltenberg ha señalado que la Alianza marca como prioridad acordar pasos para "acercar más a Ucrania" a la OTAN, aunque ha dejado claro que Kiev no se unirá mientras la guerra esté en curso.
"La entrada de Ucrania en la OTAN la dotaría de unas garantías efectivas sobre su territorio, pero eso comporta unos compromisos para los actuales miembros de la Alianza que no están dispuestos a afrontar", explica en declaraciones a RTVE.es el profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Nebrija, Carlos López. "En el momento actual, mientras esté vigente la guerra, no es imaginable que se pueda producir esa adhesión porque en ese escenario hipotético sería como si estuviera produciendo inmediatamente una agresión sobre un Estado miembro. Creo que el Gobierno ucraniano es consciente y en lo que está insistiendo Zelenski es en que se le prometa o se le asegure una adhesión cuando termine la guerra", recalca.
Por su parte, el catedrático de Comunicación y Política de la Universidad Europea, José María Peredo, asegura a RTVE.es que "la incorporación de Ucrania no ha sido un objetivo histórico de la OTAN porque tampoco lo ha sido la incorporación de determinados países con la intención de hacerse con todos los países y repúblicas que salían de la órbita soviética". "Esa no es la intención de la Alianza. La estrategia de la OTAN es la colaboración, el establecimiento de zonas más seguras, de zonas con menor riesgo, de zonas de estabilidad soberana… No su expansión", añade.
La entrada de Ucrania en la OTAN, un riesgo para la seguridad
En la cumbre de la OTAN celebrada en 2008 en la capital de Rumanía, Ucrania buscó comenzar el proceso para unirse a la Alianza, pero en esta reunión solo se declaró que Kiev "se convertirá" en miembro, sin especificar una fecha concreta.
Durante varios años, el Kremlin ha visto la expansión de la Alianza en Europa del Este como una prueba de la hostilidad occidental hacia Rusia e incluso fue una de las razones que alegó para iniciar su "operación militar especial" en Ucrania. A principios de este mes, el portavoz del Kremlin, Dimitri Peskov, afirmó que si Ucrania se uniera a la OTAN, causaría problemas durante muchos años.
Además, si Ucrania comenzara a formar parte de la Alianza Atlántica ahora, los países miembros entrarían en la guerra en Ucrania debido a su artículo 5, por el que las naciones acuerdan que cualquier ataque a uno de ellos representa un ataque a todos los países de la organización.
"Lo que se está intentando evitar por todos los medios es el enfrentamiento directo entre la OTAN y Rusia. La incorporación en la OTAN en la situación actual de Ucrania llevaría precisamente a eso que se quiere evitar", afirma a RTVE.es la profesora de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de Madrid, Ruth Ferrero. "La alternativa está siendo un modelo israelí, que le llaman del puercoespín, que es armar hasta los dientes a Ucrania para que pueda ir defendiéndose sin que haya una intervención directa de la OTAN", detalla.
En este sentido, Peredo recalca que la OTAN "no puede incorporar a Ucrania" porque "sería un riesgo para la seguridad de todos los países de la Alianza, que en ese momento serían objetivos de Rusia".
"Meter en la OTAN a un país que es enemigo de Rusia, un país que está en guerra con Rusia, sería evidentemente una acción poco responsable", indica el catedrático de la Universidad Europea. "La sobredimensión de la OTAN en términos de incorporación de países puede producir riesgos adicionales, tensiones entre los propios países miembros de la OTAN. Además abre la frontera de la OTAN nuevos territorios y, por tanto, puede incorporar también algunos riesgos. Las incorporaciones deben ser vistas con cautela", opina.
Ayudar con armamento, pero no abrir la puerta de la Alianza
En un discurso ante los legisladores en el Bundestag, el canciller alemán, Olaf Scholz, aseguró recientemente que la cumbre de la OTAN que se celebrará en Vilna, en lugar de abrir un proceso para que Ucrania se una a la Alianza, debería centrarse en fortalecer el poder militar de Kiev.
Según datos del Instituto Kiel para la Economía Mundial, un centro de expertos alemán, en el primer año de guerra los países miembros de la OTAN ofrecieron al menos 75.200 millones de euros a Ucrania entre ayuda financiera, humanitaria y militar.
Estados Unidos es el país de la OTAN que más ayuda militar ha contribuido a Ucrania, con 43.200 millones de euros. Esta asistencia militar incluye armas, equipos y ayuda financiera para las tropas ucranianas.
Además, Ucrania lleva meses insistiendo a sus socios para que le suministren cazas F-16 y algunos países han confirmado que entrenarán a pilotos ucranianos para utilizar este tipo de aeronaves.
"Zelenski ha conseguido que algunos países hayan cedido tanques, especialmente Polonia que también les cede algunos aviones MiG, y parece que está en una discusión cada vez más avanzada la cesión de F-16, pero la cuestión de la entrada en la OTAN es mucho más dura, más difícil, más complicada…", opina López.
"La cesión de armamento se puede tomar en el plano bilateral. Cada Estado puede decidir hasta dónde llega su ayuda militar a Ucrania. En el caso de la OTAN, es la entrada en una organización multilateral, que tiene 30 miembros y se decide oficialmente por consenso. La cuestión de admisión de nuevos miembros se tiene que aceptar por unanimidad", detalla.
Por su parte, Ferrero insiste en que "una cosa es armar y proveer de armamento suficiente para la defensa o contra un eventual ataque externo a un país y otra cosa es que sea un Estado miembro de la OTAN". "Eso significaría la intervención directa de los Ejércitos de las fuerzas de los Estados miembros de la OTAN, aquellos que lo decidiesen, pero hay obligación. Esas son las garantías de seguridad que ofrece el Atlántico Norte", recalca.
Partidarios y detractores de la incorporación de Ucrania
El presidente ucraniano, Volodímir Zelenski, ha pedido en una entrevista en la cadena estadounidense CNN a su homólogo de Estados Unidos, Joe Biden, que invite a Ucrania a unirse a la OTAN de inmediato, aunque sabe que Kiev "nunca entraría en la Alianza antes de que termine la guerra".
Los países miembros de la OTAN están divididos sobre la rapidez con la que se debe unir Kiev a la organización y algunos gobiernos occidentales desconfían de cualquier movimiento que pueda acercar a la Alianza a entrar en una guerra con Rusia.
"Hay que ver la evolución de la OTAN con respecto a ese concepto de seguridad y de competición entre potencias que vivimos en este momento. En principio, algunos países del centro de Europa pueden ver con mejores ojos que se incorpore Ucrania, como es el caso de Polonia o de los países bálticos, porque aseguran que se hacen más fuertes si entra también Ucrania", señala Peredo.
La profesora de la UCM coincide en que "los más partidarios de la entrada de Ucrania en la OTAN son fundamentalmente los países bálticos y Polonia". "Ellos han sido siempre los más anti-rusos. Han tenido una historia que recuerdan de invasiones rusas. Son los más favorables a una entrada de Ucrania en la OTAN porque eso también les parapeta a ellos. En caso de un ataque, estaría antes Ucrania que ellos", añade.
Otros países, como Estados Unidos o Alemania, temen que la incorporación de Ucrania a la Alianza pueda llevar a la OTAN a entrar en una guerra directa con Rusia.
"Los países más reacios son los más occidentales. Francia y Alemania, fundamentalmente. Prefieren esta otra técnica, una participación indirecta a través del envío de armamento, de apoyo financiero", detalla Ferrero.
En este sentido, López señala que Francia, Alemania, Estados Unidos y algunos países europeos del sur "han sido menos claros en esos compromisos y más vagos". "Prefieren ver cómo evoluciona la situación. Han tenido posiciones más dudosas", añade.
Una OTAN más unida un año después de la cumbre de Madrid
La última cumbre de la Alianza Atlántica, que se celebró en Madrid hace un año, ha sido señalada como un hito muy relevante debido a la aprobación de su nuevo concepto estratégico después de más de 10 años, así como por la imagen de firmeza y unidad que mostraron los países miembros solo cuatro meses después del comienzo de la invasión rusa de Ucrania.
"La OTAN está más unida, hay más Estados miembros de la Alianza y, además, ha comenzado a trabajar en esa nueva estrategia de incremento presupuestario de todos, que antes eran reticentes y ahora se han puesto todos las pilas", opina Ferrero.
"Lo de Ucrania les ha venido de perlas porque lo que hace es que todos los Estados europeos, al no haber construido Europa una arquitectura de seguridad y defensa propia para trabajar en temas de disuasión militar, tienen que ponerse sí o sí bajo el paraguas de la OTAN", asegura la profesora de la UCM.
Antes de la guerra en Ucrania, la OTAN había pasado a un segundo plano como actor internacional, tanto que incluso el presidente francés, Emmanuel Macron, afirmó que la Alianza estaba en "muerte cerebral". Sin embargo, en estos 16 meses de invasión, la OTAN ha vuelto a primera línea por la ayuda a Ucrania.
Sobre el futuro de la Alianza Atlántica, López señala que "dependiendo de cómo termine la guerra en Ucrania, la OTAN puede terminar de muchas formas". "La OTAN nació para proteger al mundo occidental del enemigo soviético. El enemigo soviético desapareció y la OTAN siguió ahí, asumiendo nuevos retos, nuevas tareas y nuevas funciones. Ahora, ante la política de Rusia, ha recuperado su papel tradicional y, seguramente, pase lo que pase, la OTAN seguirá existiendo después porque no va a desaparecer de un día para otro", añade.