España registró más de 11.300 muertos en 2022 por el calor, el segundo país de Europa con más fallecidos
- Entre el 30 de mayo y el 4 de septiembre se produjeron casi 62.000 fallecimientos, 11.300 de ellos en España
- El pasado verano fue el más caluroso jamás registrado, con una serie intensa de olas de calor consecutivas
El verano de 2022 fue el más caluroso jamás registrado en Europa y estuvo caracterizado por una serie intensa de olas de calor que batieron récords de temperatura, sequía e incendios forestales. Un análisis del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal), publicado en la revista Nature Medicine, estima que entre el 30 de mayo y el 4 de septiembre del año pasado se produjeron 61.672 muertes atribuibles al calor, 11.324 de ellas en España.
Si bien Eurostat, la oficina estadística europea, ya notificó un exceso de mortalidad inusualmente alto para esas fechas, hasta ahora no se había cuantificado la fracción de la mortalidad atribuible al calor. Eso precisamente es lo que ha hecho este trabajo liderado por el ISGlobal, centro impulsado por la Fundación ”la Caixa”, en colaboración con el Instituto Nacional de Investigación en Salud y Medicina de Francia (Inserm).
El equipo investigador obtuvo datos de temperatura y mortalidad para el periodo 2015-2022 en 823 regiones de 35 países europeos, cuya población total representa más de 543 millones de personas. A partir de estos datos, confeccionaron modelos epidemiológicos y estimaron la mortalidad atribuible a las temperaturas para cada región y semana del periodo estival.
El verano de 2022 fue una estación sin tregua en lo que respecta al calor. Los registros muestran que las temperaturas estuvieron por encima de la media durante todas las semanas del periodo estival. La mayor anomalía térmica se registró durante la canícula estival, de mediados de julio a mediados de agosto. Esta coincidencia magnificó, según los investigadores, la mortalidad por calor, causando 38.881 muertes entre el 11 de julio y el 14 de agosto.
Italia, el país con más muertes
En términos absolutos el país con mayor número de muertes atribuibles al calor a lo largo de todo el verano de 2022 fue Italia, con un total de 18.010 muertes, seguido de España (11.324) y Alemania (8.173). Aunque si se ordenan los datos en base a la tasa de mortalidad por calor, Italia sigue encabezando la lista, con 295 muertes por millón, seguida de Grecia (280), España (237) y Portugal (211). La media europea se estimó en 114 muertes por millón.
Por otra parte, si se atiende únicamente al incremento en la temperatura, el país que registró un valor más alto fue Francia, con +2,43ºC sobre los valores promedios del periodo 1991-2020, seguido de Suiza (+2,30ºC), Italia (+2,28ºC), Hungría (+2,13ºC) y España (+2,11ºC).
El estudio incluye un análisis por edad y sexo, mostrando un incremento muy marcado de la mortalidad en los grupos de edad más avanzada, y sobre todo en las mujeres. Así, se estima que se produjeron 4.822 muertes entre menores de 65 años, 9.226 muertes entre los 65 y los 79 años, y 36.848 entre los mayores de 79 años.
Un 63% más de mortalidad en mujeres
En lo que respecta al análisis por sexos, los datos apuntan a que la mortalidad prematura atribuible al calor fue un 63% superior en mujeres que en hombres, con un total de 35.406 fallecimientos prematuros (145 muertes por millón), frente a los 21.667 estimados en hombres (93 muertes por millón).
Esta mayor vulnerabilidad de las mujeres al calor se observa en el conjunto de la población y, sobre todo, en mayores de 80 años, donde la tasa de mortalidad es un 27% superior a la de los hombres. En cambio, la tasa de mortalidad masculina es un 41% más elevada en menores de 65 años, y un 13% mayor entre los 65 y los 79 años.
La ola de calor de 2003, la más mortal
Hasta la fecha, el verano con mayores registros de mortalidad en Europa fue el del año 2003, en el que se registró un exceso de mortalidad de más de 70.000 muertes.
“El verano de 2003 fue un fenómeno excepcionalmente raro, incluso cuando se tiene en cuenta el calentamiento antropogénico observado hasta entonces. Esta naturaleza excepcional puso de manifiesto la falta de planes de prevención y la fragilidad de los sistemas de salud para hacer frente a emergencias relacionadas con el clima, algo que en cierta medida se trató de corregir en años posteriores”, explica Joan Ballester Claramunt, primer autor del estudio e investigador de ISGlobal.
“En cambio, las temperaturas registradas en el verano de 2022 no pueden considerarse excepcionales, en el sentido de que podían haberse previsto siguiendo la serie de temperaturas de los años precedentes, y que muestran que durante la última década el calentamiento se ha acelerado”, añade Ballester.
“El hecho de que en el verano del 2022 muriesen más de 61.600 personas en Europa por calor pese a que, a diferencia de en 2003, muchos países ya contasen con planes de prevención activos, sugiere que las estrategias de adaptación de las que disponemos en la actualidad pueden ser todavía insuficientes”, sostiene Hicham Achebak, investigador del Inserm y de ISGlobal y último autor del estudio.
Europa es el continente que está experimentando un mayor calentamiento, hasta de 1ºC más que la media global. Las estimaciones realizadas por el equipo investigador apuntan a que, en caso de no mediar una respuesta adaptativa eficaz, se enfrentará a un promedio de más de 68.000 muertes prematuras cada verano hacia 2030 y más de 94.000 hacia 2040.