Protestas masivas en Israel contra la reforma que impide al Supremo revocar las decisiones del gobierno de Netanyahu
- Al menos 70 manifestantes, que claman contra la modificación de la norma, han sido detenidos
- Las movilizaciones las protagoniza un movimiento muy amplio que aglutina a múltiples sectores
Miles de manifestantes en contra de la reforma judicial en Israel han bloqueado el principal aeropuerto y carreteras y autopistas del país, cortando los accesos a las principales ciudades como Tel Aviv, centro neurálgico de las protestas, pero también en otras como Jerusalén, Haifa o Beer Sheva, en un nuevo día de protestas masivas.
Esta nueva "jornada de resistencia" se convoca este martes después de que la Knéset (el Parlamento israelí) aprobara esta madrugada -y en una primera lectura- un proyecto de ley que elimina la doctrina de la razonabilidad que permite al Supremo revisar y revocar decisiones gubernamentales basándose en si estas son razonables o no.
Este es uno de los pilares de la reforma judicial que impulsa el gobierno ultraderechista de Benjamín Netanyahuy este primer paso -uno de los tres necesarios para que prospere-, ha sido aprobado bajo los gritos de "vergüenza" de la oposición.
Las protestas las protagoniza un movimiento muy amplio que aglutina a múltiples sectores, desde el de la alta tecnología, médicos, universitarios, y hasta reservistas. Los líderes de estos grupos han llamado a los ciudadanos a "reunirse y salvaguardar la democracia israelí", en un comunicado en la mañana de este martes.
"El espectáculo de terror de anoche en la Knéset sirvió como un claro recordatorio del momento crítico en el que nos encontramos. Frente a una coalición dictatorial, solo el pueblo puede rescatar a Israel", han afirmado.
Las movilizaciones, que se vienen repitiendo semanalmente desde hace más de medio año, han sido las más masivas en Israel en décadas.
Al menos 70 personas arrestadas
En la carretera 1, una de las más transitadas del país al conectar Tel Aviv y Jerusalén, la policía israelí ha utilizado cañones de agua, pese a que muchas voces, incluidos médicos, habían pedido que no la utilizaran por considerarlo un método desproporcionado, para dispersar a los cientos de manifestantes que la bloquearon en ambas direcciones, y ha desplazado a otros a rastras.
En total han sido al menos 70 los detenidos en todo el país por "violar el orden público", según la Policía, aunque 45 fueron puestas en libertad poco después.
La mayoría de las detenciones han tenido lugar en Tel Aviv, donde se ha arrestado a 33 personas. Allí ha habido varios focos de protestas y se ha desplegado también la policía montada. Del resto de arrestados, 16 se han dado en el distrito del centro, 10 en Jerusalén y siete en la zona de la costa. También hay algunos heridos, aunque de carácter leve.
En Tel Aviv, la marea humana ha bloqueado la autopista Ayalon -donde los manifestantes han repartido comida entre los conductores- y otras carreteras de acceso. Posteriormente, han marchado de forma espontánea a la sede de Histradrut, la federación de sindicatos del país, para presionar a que convoquen una huelga general, como ya hicieron el pasado 27 de marzo, cuando Netanyahu se vio obligado a congelar la reforma.
En el aeropuerto de Ben Gurion, a las afueras de la capital, y donde se han desplegado alrededor de 1.000 agentes, los manifestantes se han congregado frente a la entrada con banderas israelíes. Un portavoz del aeropuerto ha asegurado que los vuelos no se han visto afectados.
"La policía de Israel continuará permitiendo la libertad de expresión y protesta dentro de los límites de la ley, pero no permitirá la violación del orden público, la interrupción de las normas de tránsito y el riesgo para todos los usuarios de la vía", ha indicado un portavoz del cuerpo, señalando que los agentes han "operado desde primeras horas de la mañana en muchos puntos críticos donde se han producido disturbios".
Desde Estados Unidos, que ha pedido que se proteja la independencia del poder judicial y ha instado a Netanyahu a tratar de lograr un consenso con los manifestantes, han instado a Israel a respetar el derecho a la protesta pacífica.
"Están tratando de arruinar nuestro sistema judicial, impulsando leyes que destruirán la democracia", ha dicho Ariel Dubinsky, presente en las protestas en Tel Aviv.
Por otro lado, en la carretera 443, -otra que da acceso a Jerusalén-, unos 300 manifestantes han bloqueado ambas direcciones y la policía los ha desalojado de la fuerza, procediendo también a diversas detenciones. Asimismo, en Herzeliya, una ciudad dormitorio ubicada al norte de Tel Aviv, manifestantes han instalado, desde el amanecer, tiendas de campaña en un cruce de carreteras mientras quemaban neumáticos, aunque ya han sido desalojados.
El sector de la alta tecnología, uno de los impulsores
El Gobierno, especialmente su ala ultraderechista, pidió el pasado domingo a la Fiscal General, Gali Baharav-Miara, que declarara ilegal la protesta en el aeropuerto, pero ésta se ha negado este martes alegando que "es un lugar público donde la ciudadanía tiene derecho a la libertad de expresión y manifestación", algo que solo puede limitarse "si genera graves disturbios de orden público".
Es el Ejecutivo de Netanyahu el que defiende que la reforma es necesaria y que ayudará a una gobernanza eficaz al frenar la intervención de los tribunales, argumentando que los jueces tienen otros medios legales para supervisar. Para los críticos, la supervisión del Supremo ayuda a prevenir la corrupción y los abusos de poder. Opinan que su debilitamiento eliminará una parte vital de los controles y equilibrios democráticos de Israel.
Una de las fuerzas impulsoras de las protestas ha sido el sector de la alta tecnología, donde decenas de empresas han dado el día libre a sus empleados para participar en las protestas. Además, unos 300 reservistas del Ejército de unidades cibernéticas han firmado una carta abierta alegando que no se presentarán como voluntarios al servicio, después de que veteranos de la Fuerza Aérea hicieran lo mismo la semana pasada.