De corredor a pastor en los encierros de San Fermín: "La emoción de correr es inigualable"
- Miguel Reta lleva desde 1994 pastoreando a los toros en los encierros de Pamplona
- "Es muy diferente hacer la carrera como pastor que como mozo, pero las dos son muy bonitas", explica
El sexto encierro de estas fiestas de San Fermín 2023 ha dejado imágenes para el recuerdo. A pesar de ser rápido y vibrante, la nobleza de los toros ha ayudado a que haya solo tres traslados al hospital que no revisten gravedad.
Los toros de la ganadería protagonista de este miércoles han sido los Jandilla y han propiciado bellas carreras. Con una leyenda negra apabullante que deja a lo largo de su historia en estas fiestas 32 corneados y 151 heridos. Los pastores encargados de guiar a los morlacos son once y su labor es de especial relevancia durante todo el recorrido hasta llegar a los corrales de la plaza.
De corredor a pastor
Antes de ser pastor, Miguel Reta corría el encierro. Pero en el año 1994 decidió coger la vara y correr guiando a los morlacos en lugar de hacer el recorrido delante de los pitones: "Es muy diferente hacer la carrera como pastor que como mozo. Me encanta correr y cuando entras en el recorrido vas con un objetivo que es proteger al toro en lugar de a los corredores. Esto se debe a que los toros se van a lidiar por la tarde", explica en 'La Hora de la 1'.
El pastor asegura que aunque sean conceptos diferentes, acudir como corredor y más adelante como pastor, ambos son muy bonitos: "La emoción de correr es inigualable. Pero un pastor se prepara de forma distinta y específica para correr un encierro. Practicas todo el año porque convives con los toros. Para un encierro como el de este miércoles de ganadería Jandilla hay que prepararse de especial manera porque son muy rápidos".
Un sexto encierro vibrante y limpio
Miguel Reta ha corrido detrás de los morlacos con su vara en mano este miércoles, una carrera que Teo Lázaro (@TeoLazaro) analiza el #Encierro6RTVE
"Un día más, carrera limpia"
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Con el paso de los años los corredores se profesionalizan y los mozos y mozas se toman más en serio salir a correr el encierro: "Siempre hay inconscientes, pero se nota cada vez menos. La labor del Ayuntamiento y las distintas corporaciones sacando la información sobre las precauciones a tener en cuenta en la carrera, se nota".
A pesar de llevar años vareando los nervios, cada vez que se lanza el cohete que marca la salida desde los corrales, están presentes: "Hay mucha tensión porque estos toros tienen mucho peligro".
Reta apunta que al ser solo diez pastores los que participan en estas fiestas de Sanfermines, la labor de algunos corredores durante el recorrido es fundamental: "Necesitamos gente que nos ayude, y al encierro acuden recortadores de toda España. Este festejo popular para nosotros es el mejor, pero es que Pamplona tiene algo especial".
"Los toros están muy entrenados"
La ganadería Jandilla se caracteriza por toros vivaces y raudos: "Hay que respetarla mucho. Los toros están muy corridos en el campo, lo que significa que están muy entrenados, sobre todo de cara a la lidia", explica el pastor veterano.
Antiguamente, explican los expertos en el tema, había una diferencia entre los Miura y el resto de ganaderías, pero ahora, aunque siguen siendo los más rápidos, la diferencia de tiempo de carrera se ha acortado: "Los toros han hecho gala de su nobleza y no han hecho ningún embiste", relata Reta.
"Tienes que tener mucho respeto, hay que tomárselo en serio"
Para este pastor el año no ha sido fácil, tal y como él ha asegurado, motivo por el cual se siente doblemente afortunado de poder acudir a Pamplona a celebrar las fiestas: "Ha sido un año duro, la cosa estaba muy apretada. El encierro se vive con muchos nervios, la emoción está ahí. Tienes que tener mucho respeto, hay que tomárselo muy en serio".
De cara a mantener a los toros en el recorrido y evitar altercados, se sirve de una vara que le acompaña durante todo el encierro: "Normalmente, lo que hacemos es pegar cuatro gritos y todos firmes, les enderezas. A veces, pierdes el ritmo de los toros".
Y en ocasiones los empujones y los resbalones provocan que el pastor caiga: "El martes me tiraron al suelo, me pegaron un empujón y hasta perdí la vara", concluye el pastor.