El presidente palestino visita Yenín una semana después de la operación israelí, con su popularidad en plena caída
- Una pequeña visita a la localidad, que se convierte en la primera que hace desde 2012
- Quería ver de primera mano "la situación de los ciudadanos y seguir el progreso de reconstrucción" del campo de refugiados
El presidente de Palestina, Mahmud Abás, ha visitado este miércoles el campo de refugiados de Yenín una semana después del final de la operación militar israelí que devastó su infraestructura y dejó 12 milicianos muertos, en un contexto en que la Autoridad Nacional Palestina (ANP) pierde cada vez más control y legitimidad.
Acompañado de otros altos cargos como el primer ministro, Mohamed Shtayeh, el vicepresidente del partido oficialista Fatah, Mahmud Aloul, o el secretario general de la Organización para la Liberación de Palestina (PLO), Husein al Sheij, Abás ha llegado en helicóptero para una corta visita a Yenín que era la primera que hacía desde 2012.
Según la agencia oficial de noticias Wafa, su paso por la urbe fue para ver de primera mano "la situación de los ciudadanos y seguir el progreso de reconstrucción" del campo de refugiados, donde aún son palpables las secuelas y destrucción material de la ofensiva militar israelí. Esta duró dos días, incluyó mil soldados y ataques con drones, y fue la más dura desde la Segunda Intifada.
Operación contra milicianos
La operación buscó cortar de raíz a la Brigada de Yenín, grupo que integra a milicianos de varias facciones y que tras fundarse hace un año ganó peso en el campo, mientras la ANP que lidera Abás y sus fuerzas de seguridad han perdido influencia y control de la zona.
Todo ello, en un momento de crecimiento de milicias locales en el norte de Cisjordania -bastión de la resistencia armada palestina- y mientras se recrudece el conflicto palestino-israelí este 2023, que se ha convertido en el año más letal en la región en dos décadas.
Abás ha ido al cementerio del campo, donde fueron enterrados nueve de los doce milicianos muertos, e hizo una ofrenda floral ante sus tumbas "recordando su rol patriótico". El presidente palestino ha hecho el recorrido con un extenso despliegue de fuerzas de seguridad palestinas y ha incluído también un discurso en uno de los accesos del campo.
"El campo de Yenín es un icono de lucha, constancia y desafío", ha declarado Abás en un parlamento donde habló tosiendo y con ciertas dificultades por su vejez -tiene 87 años- ante cientos de personas.
Reconstrucción complicada
Este miércoles, más de siete días después de la retirada israelí, muchas casas del campo -donde viven casi 24.000 palestinos- siguen aún sin acceso al agua tras quedar destruida la red de agua local, según la Oficina de la ONU para Coordinación de Asuntos Humanitarios (OCHA).
El alcantarillado también sufrió "daños significativos" y hay "al menos ocho kilómetros de tuberías destruidas, lo que hace que "el campo y los barrios que lo rodean no tengan acceso a agua potable".
A su vez, al menos 40 familias -unas 173 personas y entre ellas 65 menores- siguen desplazadas y no pudieron volver a sus casas. 460 domicilios del campo y sus entornos sufrieron graves daños, mientras que 23 fueron destruidos y 47 se han vuelto "inhabitables".
Asimismo, según la OCHA, las fuerzas israelíes destruyeron casi cuatro kilómetros de carreteras y vía pública, lo que crea problemas para el acceso de vehículos y servicios de necesidades básicas.
Israel se hizo con el control de Cisjordania ocupada en 1967, y desde entonces mantiene un régimen de ocupación y colonización sobre este territorio que se hizo más contundente con la actual coalición de Gobierno israelí de Benjamín Netanyahu, la más derechista en la historia del país y formada también por socios de ultraderecha.