Los trabajadores expuestos al sol cuentan cómo afrontan las altas temperaturas
- Su labor les impide cumplir las recomendaciones de la Consejería de Salud
- Los hay que priorizan la remuneración,aunque suponga exponerse a temperaturas elevadas
La ola de calor que sacude a la Península Ibérica alcanza esta semana en la Región de Murcia su punto crítico. La Agencia Estatal de Meteorología ha decretado la alerta naranja por altas temperaturas en prácticamente toda la Región, a excepción del Campo de Cartagena y Mazarrón que se mantienen con aviso amarillo.
Salud aconseja beber agua en abundancia, permanecer en lugares frescos y a la sombra, evitar las actividades en el exterior y, en caso de salir, usar ropa ligera. Sin embargo, estas recomendaciones no son fáciles de cumplir para aquellos que trabajan a la intemperie.
Evitar el calor o priorizar lo económico
“La situación se combate con crema solar, gorra, agua y fuerza, porque no hay alternativa“
Mientras el calor sigue en aumento, los trabajadores expuestos al sol utilizan todo lodo lo que está en su mano para evitar poner en riesgo su salud. Alberto, jardinero murciano, cuenta que "la situación es muy dura, se combate como se puede: con crema solar, usando gorra, bebiendo mucha agua y soportando con fuerza, porque no hay alternativa".
“Hacemos jornada intensiva de siete a tres, pero si aumenta la temperatura, acabamos a las dos“
En algunos casos se ha llegado a acuerdos con los encargados para evitar la actividad durante las horas centrales. Es el caso de David Bernabéu, trabajador de la construcción que actualmente se encuentra en una de las obras del centro de la capital: "Vamos con gorra y bebiendo agua, pero con este calor no hay manera - se lamenta -, aunque es cierto que los jefes han tomado medidas. Hacemos jornada intensiva de siete a tres y, si aumenta la temperatura, nos marchamos a las dos".
“Intentamos salir a cierta hora para conseguir el sustento familiar, así solo nos afecta a nosotros“
Los repartidores son uno de los colectivos más vulnerables en este aspecto, ya que como reconoce Ana María Ramírez, aunque pueden elegir cuándo trabajar, la mayoría prioriza la remuneración económica a la posibilidad de tener problemas de salud derivados de las altas temperaturas: "Intentamos tener un horario de once a una, por la mañana, y de ocho a once, por la tarde. Alguno sale más temprano, pero eso ya es decisión propia. Intentamos salir a cierta hora para conseguir el sustento de nuestra familia, así solo nos afecta a nosotros".