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Una buena hidratación previene golpes de calor

  • Los expertos advierten que debemos beber, aunque no tengamos sed
  • El color de la orina indica el nivel de hidratación

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Una buena hidratación, fundamental en verano
Los zumos naturales o los gazpachos, otra opción para hidratarnos de forma adecuada

Los dietistas dirigen sus consejos de forma especial a una gran parte de la población a la que le cuesta mucho beber agua y especialmente a los ancianos, que ven disminuida su sensación de sed por la edad. Marga Martín es dietista en el Policlínico HM IMI de Toledo y nos aclara que "debemos beber agua sin tener sensación de sed. En el momento en el que el cuerpo pide agua es que lo necesita de forma más agresiva, con lo que llegamos un poco tarde".

Debemos beber agua sin tener sensación de sed

Nos recuerda que tenemos miles de opciones para consumir líquido, "no tiene por qué ser necesariamente agua. Por ejemplo, las frutas de temporada como la sandía, los albaricoques o las peras son una buena opción para hidratarnos. También verduras como la acelga o el calabacín tienen una cantidad de agua muy alta que podemos aprovechar. Otra alternativa es hacernos una limonada casera con zumo de limón, sin necesidad de añadir azúcar, recurrir al zumo de tomate o preparar un buen gazpacho".

Síntomas de la deshidratación

Advierten que debemos hidratarnos antes de que aparezcan las primeras “señales de alarma” en nuestro cuerpo, antesala de los temidos golpes de calor.

Si nuestra orina es de color amarillo, no estamos bien hidratados

Cuando estamos deshidratados lo podemos notar a través de una serie de síntomas. Marga nos explica que podemos encontrarnos mareados, tener sensación de vómito o que comencemos a sudar de forma excesiva. Ante esto, nos plantea que recurramos a tomar agua para que nuestra temperatura se regule. Además, pone el foco en nuestra orina. "Es otro indicador", asegura. "Si es de color amarillo, precaución. No estamos bien hidratados".

Mitos sobre hidratación

Derrumbando mitos en torno a la hidratación, los expertos aclaran que "no son necesarios los famosos dos litros de agua al día porque cada persona necesita su dosis particular".

Ponen como ejemplo a esas personas a las que les cuesta mucho beber agua. En este caso, remarcan que no hay por qué forzar a nadie a beber esos dos litros, pues si se impone como norma, no se va a crear un hábito. Aseguran que "lo mejor es recurrir a alimentos que nos hidraten y así aumentar nuestro consumo de líquidos".

Cada persona necesita su dosis particular de agua

Margan Martín también desmitifica algo muy escuchado, que beber agua en las comidas principales es algo malo porque nos hace engordar o perjudica a nuestra digestión. Subraya "que es un mito totalmente falso, carente de respaldo científico. Ni se coge peso ni provoca malas digestiones".

Añade, como excepción, que pueden plantearse recomendaciones médicas si padecemos alguna patología digestiva. En este sentido, puntualiza que existen tratamientos en los que se aconseja beber agua antes y después de las comidas para de este modo evitar hacerlo mientras consumimos alimentos.

Kit para hidratarnos

Si por motivos laborales vamos a pasar mucho tiempo fuera de casa y nos vemos obligados a comer en algún restaurante, Marga nos ofrece algunas recomendaciones.

Como primera opción de nuestro menú, nos aconseja "elegir una ensalada porque es un plato que nos va a aportar una buena hidratación. Agua como bebida principal. Y de postre, podemos tomar una rodaja de sandía o melón".

También nos plantea llevar un kit de hidratación en nuestro bolso. "Un kit que contenga una botella de agua, una fruta acuosa o un tupper con porciones de sandía, por ejemplo". Además, recomienda incluir frutos secos o frutas ricas en fructosa para actuar y recuperarnos en caso de una subida de temperatura corporal o de una bajada de azúcar o de tensión.

Las frutas acuosas, otra opción para hidratarnos

Por contra, el alcohol, nada recomendado, deshidrata y nos provoca más sensación de sed y calor.

Además, un último consejo, si pasamos por fuentes donde nos podamos refrescar, hagámoslo, aunque creamos que nuestra temperatura corporal es la adecuada.