El pacto migratorio de asilo de la UE avanza pese a que Polonia y Hungría mantienen sus reticencias
- El mayor obstáculo es en lo referido al reparto solidario de migrantes en situaciones de crisis como las llegadas masivas
- Los ministros quieren que se apruebe definitivamente el pacto antes de que culmine la legislatura europea
El nuevo pacto de migración y asilo de la UE que España impulsa durante su presidencia comunitaria ha dado un nuevo paso en la reunión informal de ministros de Interior que se ha celebrado este jueves en Logroño, aunque Hungría y Polonia siguen manteniendo sus reticencias en lo referido al reparto solidario de migrantes en situaciones de crisis, como las llegadas masivas.
Así lo han manifestado en rueda de prensa tras la reunión el ministro del Interior, Fernando Grande-Marlaska, anfitrión del encuentro, y la comisaria europea del área, Ilva Johansson, quienes han restado importancia a la postura de esos dos países, toda vez que no es necesaria una unanimidad para sacar adelante ese pacto.
Y han sido tajantes al asegurar que tras siete u ocho años de bloqueo para la renovación de la política migratoria, ahora "estamos en una situación mejor" porque hay "confianza entre los Estados miembros". De hecho, Johansson ha ido más lejos y ha dicho que "podemos gestionar juntos la crisis migratoria en las islas Canarias".
Quieren aprobarlo en menos de un año
Los ministros quieren que se apruebe definitivamente el pacto antes de que culmine la legislatura europea, en menos de un año. Es "irrenunciable", ha dicho Marlaska.
"Queda aún camino, pero estamos en la recta final, que hay que afrontar con serenidad y sin caer en la precipitación, pero sin detenernos un minuto", ha apostillado.
Aunque Polonia y Hungría han mantenido la misma postura que en la reunión del pasado 8 de junio, los ministros han avanzado en la negociación del llamado reglamento de crisis, que regulará la gestión de las situaciones excepcionales que, como ha dicho Marlaska, "pueden afectar a cualquier Estado miembro".
El ministro ha hecho hincapié en que el respeto a los derechos humanos será el principio que regirá el pacto y ha insistido en la necesidad de "anticipar" las crisis migratorias, lo que puede conseguirse con la colaboración con países terceros de origen y de tránsito.
La comisaria, por su parte, también se ha referido al respeto a los derechos humanos que la UE va a exigir a los terceros países y ha recalcado la importancia de apoyar y asistir a los migrantes que han quedado abandonados en el desierto de Libia y Túnez.
De hecho, se firmará próximamente un acuerdo con Acnur para el apoyo a estas personas, según Johansson, quien ha indicado también que la UE quiere impulsar medidas que contribuyan al retorno de los migrantes a su país.
Mientras, Marlaska se ha referido a la lucha policial contra las redes que trafican con seres humanos y ha señalado que también en este aspecto en necesaria la cooperación con los países de origen y tránsito.
Y ha apostillado el ministro: "La inmigración no es un problema, es un desafío. Luchar contra la irregular no se contrapone con una migración legal, segura y ordenada".
Johansson ha respondido también a una pregunta sobre la posibilidad de que se extiendan en Europa gobiernos de ultraderecha y peligre el pacto migratorio.
Así, ha calificado de "preocupante" que pueda haber "extremistas" que utilicen la migración para "amenazar a la ciudadanía".