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Lula restringe el acceso a las armas de fuego que había sido flexibilizado por Bolsonaro

  • Lo hace mediante un decreto que busca reducir el número de armas en manos civiles y aumentar los controles de las mismas
  • También afecta a cazadores y coleccionistas y los clubes de tiro deberán estar a más de un kilómetro de las escuelas

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Lula restringe el acceso a armas de fuego que había sido flexibilizado por Bolsonaro
Varias armas en un club de tiro de Sao Paulo, en Brasil.

El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, ha restringido desde este viernes el acceso a las armas de fuego, algo que había sido flexibilizado por su antecesor, Jair Bolsonaro. Lo ha hecho mediante el decreto de "Regulación responsable de armas", dentro de un plan para fortalecer la seguridad pública y con el que busca combatir la creciente violencia en la Amazonía, endurecer las penas para delitos antidemocráticos y contar con medidas drásticas contra los ataques a escuelas.

Así, Lula ha recordado que era un "compromiso" adquirido desde la "campaña electoral" para "restablecer los asuntos de seguridad".

Igualmente, el líder progresista ha evocado la "campaña de desarme" impulsada en 2005, durante su primer mandato (2003-2006), en la que la población devolvió "miles de armas" y que ahora retoma para "continuar luchando por un país desarmado". "Quienes tienen que estar armados son la Policía y las Fuerzas Armadas brasileñas" y "este país será devuelto al pueblo brasileño en su normalidad", ha subrayado el jefe de Estado.

También afecta a cazadores, coleccionistas y tiradores deportivos

Entre las principales alteraciones a la actual legislación están la reducción de armas y municiones en manos de civiles, entre ellos cazadores, tiradores y coleccionistas, y el control de las mismas, que será retirado del Ejército y asumido por la Policía Federal.

El número de armas por cada persona será reducido a la mitad, pasando de cuatro a dos, y el de municiones bajará de 200 a 50 por año. Además, la validez de los registros de posesión de armas será igualmente reducida de diez para tres años. Los cazadores, tiradores y coleccionistas registrados tendrán ahora un límite máximo de seis armas y 1.000 municiones, una quinta parte de lo que es actualmente permitido.

La medida incluye también un programa de recompra de las armas que eran permitidas y ahora serán catalogadas, por su calibre y alcance, como de uso restricto por las fuerzas de seguridad.

Los tiradores deportivos podrán tener cuatro armas y 4.000 cartuchos por cada una en el año, una reducción drástica de las 60 que hasta ahora eran permitidas con 5.000 cartuchos por unidad. Los coleccionistas, a los que se les permitía cinco armas por cada modelo, ahora solo podrán tener una de cada tipo.

Según la medida, los clubes de tiro también tendrán una mayor fiscalización y no podrán funcionar las 24 horas, como era permitido hasta ahora, y deben estar situados a más de un kilómetro de distancia de escuelas. El control del armamento en poder de civiles pasará ahora a la Policía Federal y no será más con el Ejército.

La posesión de armas creció un 241% durante el Gobierno de Bolsonaro

El número de armas de fuego en manos de particulares creció un 241% en Brasil durante el Gobierno de Bolsonaro (2019-2022), según datos del Anuario Brasileño de Seguridad Pública. En 2019, año en que el líder de la ultraderecha llegó al poder, había 197.390 armas de fuego registradas en manos de particulares, número que para el 30 de junio de 2022 se disparó hasta los 673.818 registros.

Según el informe, de los 4,4 millones de armas de fuego que hay en manos de particulares en Brasil, casi 2,9 millones cuentan con los registros activos, pero 1.542.168 artefactos circulan de forma irregular en el país.