'Astrología liviana', de Liv Strömquist, un cómic zodiacal muy crítico con la humanidad
- La historietista sueca enfrenta a sus horóscopos a Andy Warhol, el Príncipe Harry o Taylor Swift
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La historietista sueca Liv Strömquist regresa con Astrología liviana (Reservoir Books), un tratado satírico donde analiza las conductas del ser humano a través de los signos zodiacales de la mano de personajes como Jane Goodall o Andy Warhol para hacer una crítica a la sociedad llena de rock and roll.
Porque Strömquist, dice a EFE en una entrevista telemática, es "muy crítica con la humanidad en este libro", como lo ha sido en sus anteriores obras, pese a reconocer al tiempo que "le encanta" la especie humana.
"La primera idea que tuve con este libro era ofrecer un cómic un poco más liviano, cómico, una sátira sobre la sociedad, sobre la humanidad entera, satirizar sobre distintos perfiles o tipologías de famosos, empresarios, científicos, pero aprovechando la visión astrológica", cuenta sobre su nueva obra, que publica Reservoir Books en español y Editorial Finestres en catalán.
Pero al estar haciéndolo se dio cuenta de que el "fenómeno" del zodiaco le interesó mucho más de lo que pensaba porque se trata de algo en auge en la sociedad digno de ser analizado por ella, una historietista con mucho de socióloga en su cabeza.
Por eso, pese a que hace "un poco de coñita, de broma" en cada uno de los signos zodiacales, al final añade un capítulo teórico sobre esta materia que llena las redes sociales y los medios de comunicación y a la que ella ve "como un lenguaje", no como un "psicólogo gratuito", porque la astrología no te "confronta", te "confirma" cosas que ya sabías, asevera.
"Es una forma -añade- de analizar la racionalidad pero añadiéndole ese elemento azaroso o aleatorio, y eso a veces arroja cierta luz".
Pero, ante la pregunta de si la gente que es Tauro es cabezona porque nació bajo este signo o porque tiene este carácter, la sueca afirma que existe un "sesgo", porque en la astrología "estás buscando siempre las cosas que exactamente corroboran lo que tú ya creías".
"Hay un una cosa que se suele decir sobre la astrología, y es que la astrología no es verdad, pero sí es correcta, es decir, yo no creo en la astrología, pero siempre tiene razón", corrobora.
Razón o no, Strömquist enfrenta a sus horóscopos a Andy Warhol, de signo Leo, el más carismático y exagerado de los signos del zodiaco, al príncipe Harry, Virgo, el signo más cotilla y perfeccionista o a la cantante estadounidense Taylor Swift, Sagitario, el signo zodiacal con el espíritu más contradictorio, según la autora.
Además de analizar otros perfiles como el del magnate farmacéutico Arthur Sackler, la pionera del psicoanálisis Sabina Spielrein o la pareja estadounidense que fue abducida por los extraterrestres en 1969 (Barney y Betty Hill), en la obra también dedica su creadora una parte a dar a conocer las compatibilidades entre los signos.
Aunque, advierte en la obra: "Evidentemente las personas son mucho más complejas que el zodiaco".
Strömquist cuenta que la mayor complicación ha sido escoger a las personas cuyo signo zodiacal correspondía con su carácter, tanto es así que, por ejemplo en el caso de Aries, tenía muchas personas que le interesaba meter en este universo astral, pero no nacieron en el periodo que delimita este signo.
Hasta que llegó a su cabeza la experta en simios Jane Goodall, a quien usa para ironizar sobre esas personas que quieren vivir fuera de la civilización a toda costa.
Interesada en la astrología, no en el horóscopo, la autora de otras obras como La sala de los espejos regresa a las librerías con otra crítica livianamente salvaje sobre la condición humana.