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El calendario de Congreso y Senado tras las elecciones generales: la legislatura arrancará el 17 de agosto

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Plazos del Congreso y Senado tras las Elecciones Generales 2023
El hemiciclo del Congreso de los Diputados, en una imagen de archivo

Tras la celebración de las elecciones generales del 23J, el calendario electoral continúa su marcha. La decimoquinta legislatura de la democracia se abrirá el próximo 17 de agosto, día en el que los diputados y senadores elegidos tomarán posesión de sus escaños en Congreso y Senado. Sendas sesiones constitutivas comenzarán a las diez de la mañana y se desarrollarán de forma simultánea, cada una siguiendo sus propias reglas.

En el Congreso, la sesión será presidida por la persona electa de mayor edad, quien, a su vez, será asistido por las dos personas más jóvenes. Estos dos secretarios se encargarán de leer los nombres de los electos y los recursos contencioso-electorales interpuestos. Ya no estará el socialista Agustín Zamarrón, que ha presidido las últimas sesiones constitutivas del Congreso y que esta vez no repite en listas.

En el Senado, abrirá la sesión el primer senador que haya presentado sus credenciales, que leerá los nombres de sus compañeros y las impugnaciones que se hayan podido presentar. Después se constituirá la Mesa de Edad, también con el electo de mayor edad en la Presidencia que, en su caso, tendrá como secretarios a los cuatro senadores más jóvenes.

La Mesa del Congreso, el primer pacto clave entre partidos

El siguiente paso el 17 de agosto es la conformación de la nueva Mesa del Congreso, cuyos miembros se elegirán en votación secreta con papeleta y urna. Para ello, los partidos suelen llegar antes a acuerdos que pueden ser la antesala de futuros pactos de investidura.

La persona elegida para ocupar la Presidencia de la Mesa tiene que recibir el voto de la mayoría absoluta, pero si ningún aspirante lo logra en la primera vuelta, se repetirá la votación entre los dos con más apoyos y ganará quien obtenga más votos. Es decir, en la segunda vuelta, bastaría con una mayoría simple.

Seguidamente, se designará a cuatro vicepresidentes y a cuatro secretarios, saliendo elegidas las personas que sumen mayor número de votos. En la anterior legislatura el PSOE contaba con tres puestos en la Mesa (Presidencia, una vicepresidencia y una secretaría), los mismos que Unidas Podemos (una vicepresidenta y dos secretarios), el PP logró una vicepresidencia y una secretaría y Vox, una vicepresidencia.

Concluidas estas votaciones, los elegidos ocuparán sus puestos en la Mesa presidencial y el presidente o la presidenta solicitará de los demás diputados el juramento o promesa de acatar la Constitución, un trámite no exento de polémica en los últimos años por las fórmulas utilizadas sobre todo por los independentistas catalanes.

Del mismo modo, luego, se procederá a elegir al presidente, que también necesitará reunir mayoría absoluta en una primera vuelta y simple en la segunda, así como al resto de miembros de la Mesa, en este caso dos vicepresidentes y cuatro secretarios. Ocuparán esos sillones quienes obtengan más apoyos. Acabado este trámite, el presidente del Senado electo llama uno a uno a los senadores para que procedan a jurar o prometer la Constitución ante la mesa presidencial. Podrán emplear el idioma oficial que deseen.

Tanto en el Congreso como en el Senado los recién nombrados presidentes podrán pronunciar un discurso si así lo consideran y declararán constituidas las Cámaras. Después se lo comunicarán al Rey, a la otra Cámara y al Gobierno.

Ronda de consultas del rey

Ese mismo día, el presidente del Congreso visita la Zarzuela para informar al rey de la composición del Congreso. Esto supone el 'pistoletazo de salida' para que se prepare la ronda de consultas del Jefe del Estado con vistas a la investidura.

Lo previsible es que en la semana del 21 de agosto, Felipe VI convoque a los representantes de todas las formaciones con presencia en el Congreso para decidir a quién encarga someterse a la Sesión de Investidura. Sin embargo, no hay plazo para que el rey inicie los contactos.

Más allá de esto, la Constitución tampoco recoge qué hacer si no hay una sesión de investidura. La única salida que contempla es que haya sesión, esta sea fallida y, a partir de ahí, se tengan dos meses para formar gobierno o convocar nuevas elecciones generales.

Grupos parlamentarios para el 22 de agosto

Paralelamente, tras la primera sesión constitutiva, las Mesas de cada Cámara se reunirán para comenzar a formalizar la creación de los grupos parlamentarios, que deberán estar creados en los cinco días siguientes, en principio, el 22 de agosto (el 24 de agosto si se cuentan solo los días hábiles).

Para tener grupo propio hay que contar con al menos 15 escaños o sumar cinco diputados y obtener el 5% de los votos en todo el país, o bien el 15% en todas las circunscripciones en las que se concurre.

Hasta ahora, las legislaturas con más grupos han sido la que acaba de terminar y la primera, con una decena en ambos casos. Ahora la previsión es que el número sea menor, pues Ciudadanos no se presenta y Sumar engloba a formaciones como Más País y Compromís, que hasta ahora han estado en el Grupo Plural. Tampoco concurren Foro y el PRC, con lo que, previsiblemente el Grupo Mixto, que ha acogido a siete partidos, reunirá a menos formaciones.

Debate de Investidura para finales de agosto o principios de septiembre

Una vez que se constituyan los grupos y se designen los portavoces, ya se podrán convocar sesiones plenarias. Por tanto, se calcula que como muy pronto el Debate de Investidura podría celebrarse a finales de agosto o, mucho más factible, la primera semana de septiembre.

Para ser investido presidente hay dos caminos: sumar mayoría absoluta en la primera votación (176 diputados) o al menos lograr más votos a favor que en contra en una segunda oportunidad, 48 horas después. Y los bloques que se han asentado en estas elecciones no permiten vislumbrar a priori ninguna de las dos opciones.

La fecha de esa primera votación de investidura condiciona el calendario en caso de una repetición electoral, ya que, en caso de bloqueo, las Cortes se disolverán al cumplirse dos meses de esa fecha para celebrar elecciones 47 días después.

Si se mantiene el bloqueo a principios de octubre (como ocurrió con las fallidas investiduras de Pedro Sánchez en marzo de 2016 y julio de 2019), y si no se logra una alternativa viable en los dos meses posteriores, habría que disolver las Cortes nuevamente en noviembre y celebrar elecciones a los 47 días, es decir, en las Navidades de 2023.