Se expone la colección privada de Enrique Castañé por primera vez: De Kandinsky a Kiefer, pasando por Diego Rivera
- “Más allá de su tiempo. La aventura de un coleccionista” se expone en el Museo Ruso de Málaga
- Más de quinientas piezas ayudan a entender el siglo XX desde una perspectiva trasversal
El Museo Ruso de Málaga ha dividido los varios centenares de piezas de José María Castañé en distintos ejes temáticos. En el primero, podemos encontrar la dedicada al arte ruso, que abarca desde principios del siglo XX hasta el final de la Segunda Guerra Mundial. Las publicaciones de los mejores diseñadores soviéticos son dificilísimas de encontrar actualmente. El propietario de una de las colecciones privadas más interesantes de España tenía material que nunca antes había sido visto.
Una segunda sección se centra en los grandes conflictos del siglo XX. Incluye desde el fin del imperio ruso hasta la guerra fría, pero no olvida la guerra civil española o la Guerra en el Pacífico. Por ejemplo, se incluye una serie de carteles de la Segunda Guerra Mundial originales y documentos sobre los primeros momentos de la guerra civil rusa y de la revolución.
La estancia que cierra el itinerario expositivo recoge piezas de fondos internacionales de arte moderno y contemporáneo. Abarcan desde el antiguo Egipto, la China de las dinastías Tang y Ming o el Japón de la época Meijí.
Selección de grandes maestros
José María Castañé Ortega es un gran experto del primer tercio del siglo XX en el mundo. Los más de quinientos objetos que componen esta colección abarcan desde mobiliario, cuadros, esculturas, pinturas y objetos decorativos.
“Fundamentalmente es sobre el arte ruso y la historia de Rusia, pero abarca mucho más sobre el arte moderno internacional del siglo XX. “
José María Luna, director de la Agencia Pública para la Gestión de los equipamientos museísticos de Málaga, define la muestra como “una exposición panorámica por el siglo XX ruso a través del arte, de los archivos, de los documentos y de las fotografías que el coleccionista también ha conseguido atesorar”. Es decir, no solo se limita a ser una selección de grandes obras y grandes maestros del arte ruso del siglo XX. De hecho, cuentan con una enorme serie de fotografías originales de algunos de los mejores corresponsales soviéticos. “Fundamentalmente es sobre el arte ruso y la historia de Rusia, pero abarca mucho más sobre el arte moderno internacional del siglo XX”.
Muchas de las piezas de arte ruso no han sido vistas antes en España. Se recogen de autores como Natan Altman, Robert Deineka, Zinaida Serebriakova, Vasili Kandinsky, Natalia Goncharova o Liubov Popova. Entre los autores del arte no ruso destacan Santiago Rusiñol, Maurice Denis, André Derain, Albert Gleizes, André Masson, Paul Delvaux, Mimmo Rotella, David Hockney, Eduardo Arroyo, Henri Cartier Bresson y Diego Rivera.
Una exposición extraordinaria
Además de las piezas de arte ruso y no ruso recopiladas, hay también sobre el arte del Nuevo Mundo. Entre los documentos, se destaca la disolución del Imperio Ruso y la Guerra Fría. Los testimonios de la historia vienen acompañados de firmas de personalidades como Lenin, Trotsky y Stalin y fotografías originales de la época.
“Hay reproducciones facsímiles autorizadas. “
“Algunos objetos vienen de la residencia de estudiantes, a la que Castañé donó en su momento esas colecciones. Incluso hay reproducciones facsímiles autorizadas de la Universidad de Oxford, que también fueron donadas por Castañé y, por cuestiones de logística, hemos considerado no traer, pero sí mostrar el documento porque son interesantes”, enumera José María Luna, que destaca las cartas de Trotsky, de Lennin, de Rasputín y de Nicolás II.
José María Faraldo, profesor de historia contemporánea de la Universidad Complutense de Madrid, ha hecho parte de la selección y la ha comisariado: “Tiene un aspecto esencial e interesantísimo que es la colección de documentos y fotografías que, durante muchos años, ha ido recogiendo Castané. […] También hay documentos de los presidentes norteamericanos, el documento que termina la guerra en Europa. Hay una enorme cantidad de aspectos de la historia contemporánea que podemos aprender gracias a esta exposición”.
Documentos para entender el siglo XX
Faraldo, como historiador, quedó asombrado frente a la colección a la hora de preparar la exposición. Entre las piezas encontró una que refleja el sufrimiento de la Segunda Guerra Mundial: “Los nazis cercaron durante dos años Leningrado. Murieron un millón y pico de personas. Fue una situación trágica. Hay un cartel, que a mí me parece precioso, hecho un por artista durante el cerco de Leningrado, que, además, murió después de hacerlo”.
La colección expuesta en la muestra sobre los últimos zares es bastante grande. “Son pequeñas cartas que se escribían entre ellos y la familia, sus postales de cuando estaban de vacaciones…”, ejemplifica Faraldo. “Me sirve mucho para entender cómo era la conexión entre esa familia leal, que murió trágicamente asesinada por los bolcheviques. Tuvo una relación que llegó a toda Europa cuando encuentras esas cartas que fueron enviadas desde Alemania, desde Suiza…”
“Hay una serie de documentos muy interesantes sobre la guerra civil rusa. Creo que algunos de ellos pueden ser esenciales para entender algunos de los momentos”, confiesa el comisario de la exposición. “Tenemos momentos de la construcción de la Unión Soviética extraordinariamente bien documentada”.
Esta es la primera vez que salen a la luz muchas de las piezas expuestas. “Estaban en la colección conservadas”, explica Faraldo. “Recomiendo tanto a quienes les interese la historia como a quienes les interese la cultura y el arte ruso venir a verla. Es imprescindible.
Como pieza inédita el profesor de historia contemporánea de la Universidad Complutense de Madrid destaca una pequeña escultura donada por el quinto regimiento durante la guerra civil española: “Fue del el general Enrique Líster a Stalin. Es un oso que demuestra la amistad entre la república española y la rusa soviética. Es una pieza extraordinaria muy muy rara”.
Una visión estereotipada
José María Faraldo, profesor de historia contemporánea de la Universidad Complutense de Madrid y uno de los comisarios de esta exposición, es consciente de la visión de Rusia que se enseña en historia. “En España, esta exposición puede enseñarnos mucho porque tenemos una imagen muy estereotipada de Rusia y la Unión Soviética”.
“Algunos de los aspectos que podemos ver aquí nos abrirán los ojos”, afirma Faraldo. Por ejemplo, hay una serie de carteles sobre la vida cotidiana en la Unión Soviética durante los años cincuenta. Hay un cartel que habla sobre cómo reciclar la basura, asunto que no tenía gran repercusión en España, y otro sobre cómo votar en las elecciones soviéticas. “Estaban completamente trucadas, por supuesto, pero nos enseña que era una sociedad que tiene su propia forma de vida, que no era esa imagen que tenemos muchas veces de una sociedad toda oscura, triste y donde la gente lo único que hacía era sufrir. Sí, se sufrió mucho, pero no solo”.
José María Luna, director de la Agencia Pública para la Gestión de los equipamientos museísticos de Málaga, recalca que el museo ruso de Málaga sigue abierto al diálogo: “El acercamiento a la cultura de los pueblos favorece el entendimiento. Estamos convencidos de que será una de las vías de salida y de solución de este momento difícil que estamos viviendo”.
La era de la digitalización
En la actualidad, cualquiera puede investigar a través de Internet, puesto que muchos documentos están ya digitalizados. En el caso de “Más allá de su tiempo. La aventura de un coleccionista” la mayoría del contenido está ya digitalizado. Según José María Faraldo: “Es un material para los investigadores que está dividido en dos archivos distintos, pero que se pueden consultar sin ningún problema”.
El público objetivo al que está destinado el material es cualquier investigador que esté trabajando sobre la Europa del siglo XX. “En especial sobre los conflictos no solo en Europa, sino en el mundo del siglo XX, aunque el foco está en Rusia”, incide el profesor de historia contemporánea de la Universidad Complutense de Madrid.