Enlaces accesibilidad

Un estudio realizado por obstetras cuadruplica las cifras oficiales de mortalidad materna

  • El trabajo científico calcula 13,7 fallecimientos por cada 100.000 partos en 2021, mientras que el INE reportó 3,26
  • El nuevo registro ha recopilado datos de 60 hospitales, en los que se atendieron un total de 110.949 alumbramientos

Por
Los índices de mortalidad materna reflejan la calidad de los servicios asistenciales sanitarios.
Los índices de mortalidad materna reflejan la calidad de los servicios asistenciales sanitarios.

Un nuevo registro realizado por el Grupo Español de Seguridad Obstétrica (GESO) ha elevado a 13,7 fallecimientos por cada 100.000 partos la mortalidad materna registrada en España en 2021, una cifra que cuadruplica la oficial que el Instituto Nacional de Estadística (INE) proporcionó a la OMS, cifrada en 3,26 muertes.

"Son datos que sorprenden", admite en declaraciones a EFE el presidente de GESO, Óscar Martínez Pérez, mientras recalca que conocer los índices de mortalidad materna es "tremendamente importante" porque refleja de manera directa la calidad de los servicios asistenciales sanitarios. Sobre la diferencia entre los datos de los obstetras y el INE, el ginecólogo lamenta lo mal que se mide la mortalidad materna en España, con una infraestimación de datos, a lo que se une que en 2021 hubo mujeres que fallecieron por coronavirus y no se contabilizaron como muertes maternas.

El nuevo registro -realizado por la sociedad que integran ginecólogos, anestesistas y matronas-, ha recopilado datos de 60 hospitales de diversas características y en los que se atendieron un total de 110.949 partos.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) define la mortalidad materna como "el fallecimiento de una mujer mientras está embarazada en cualquier trimestre o dentro de los 42 días siguientes al parto por cualquier causa relacionada con este". Martínez Pérez, que desarrolla su trabajo en el hospital de Formentera, explica que esta mortalidad se define como "directa" cuando el origen es una patología relacionada el embarazo o "indirecta" si la causa un problema de salud previo que se agrava durante esta etapa, como sucedió en muchos casos con la COVID-19.

Para el presidente del GESO, el problema reside en que los registros sobre este tipo de muertes debería realizarlos el Ministerio de Sanidad con las comunidades autónomas y con todos los centros hospitalarios del país para conocer la dimensión real del problema. La falta de estadísticas conlleva un problema grave, de desconocimiento y de no saber cómo solucionarlo: "Es peor cuando no reportas una muerte en tu centro y no se puede investigar. Tenemos que saber que nos pasa para solucionar el problema", recalca.

Cambio de estadística

Para ello, considera que es necesario un cambio en la estadística, y apunta como modelo a Inglaterra, donde la realizan comités únicos que analizan todas las muertes maternas por obstetricia con el fin de "reducir el riesgo de mortalidad".

Se trata de un registro anónimo en el que se analiza todo el proceso y se sacan conclusiones válidas, como sucedió cuando se redujeron las muertes maternas por tromboembolismo pulmonar en el país. Unos registros de mortalidad maternal que el doctor Óscar Martínez considera que son los adecuados: "Esto es poder avanzar".

Además de los registros sobre mortalidad materna, el estudio de GESO aporta otro dato sobre las gestantes, como que el inicio de parto espontáneo fue del 58,5%; el parto inducido del 32,9 %; y por cesárea del 7,8%. También que el 64,6% de los partos se produjeron por vía eutócica, sin complicaciones ni necesidad instrumental; mientras que el 13,8% requirió instrumental y el 21,9% terminó en cesárea.

Los responsables del GESO ya están trabajando en el análisis de 2022, que publicarán en el mes de septiembre con el objetivo de "tener años de buenos registros y poder realizar una comparación".