La cantante Lizzo se defiende de las acusaciones de acoso sexual y laboral: "No soy la villana que han pintado"
- Tres exbailarinas de la artista han presentado una demanda contra ella por "un comportamiento sexualmente denigrante"
- También han demandado a parte de su equipo por inculcar creencias religiosas o discriminación racial
La cantante Lizzo ha publicado un comunicado en su cuenta de Instagram en la que se defiende de las acusaciones de acoso sexual y acoso sexuallaboral por las que ha sido denunciada el pasado martes.
Tres exbailarinas de la artista presentaron una demanda en la que decían que fueron "obligadas a soportar un comportamiento sexualmente denigrante". La rapera se ha pronunciado asegurando que no está "para que la miren como una víctima", pero tampoco es "la villana que la gente y los medios de comunicación han pintado".
"Estos últimos días han sido desgarradoramente difíciles y abrumadoramente decepcionantes. Mi ética laboral, moral y respeto han sido cuestionados. Mi carácter ha sido criticado. Normalmente prefiero no responder a acusaciones falsas pero estas suenan demasiado increíbles y escandalosas para no ser tratadas", ha comenzado Lizzo en su escrito, negando rotundamente las acusaciones que han presentado las bailarinas Arianna Davis, Crystal Williams y Noelle Rodriguez.
Las demantantes también acusan a la intérprete y a su compañía de haber creado un "ambiente de trabajo hostil" entre 2021 y 2023. La denuncia fue presentada este pasado martes por estas tres exbailarinas de Lizzo, quienes actuaron con ella en festivales y conciertos durante la gira "The Special Tour" y continuaron como parte del elenco en la gira europea de este año.
Señalan que la cantante presionó a una de ellas para "tocar los senos" a una trabajadora de un club nocturno de Ámsterdam cuando se encontraban de gira por Europa.
Niega las acusaciones de denigrar por el peso
Además, Lizzo -quien se ha posicionado repetidamente a favor de respetar la diversidad corporal-, también ha sido acusada de avergonzar y denigrar a Arianna Davis por su peso. Algo que la artista ha negado puntualizando que "no hay nada que me tome más en serio que el respeto que merecemos como mujeres en el mundo. Sé lo que es ser avergonzada por mi cuerpo a diario y absolutamente nunca criticaría o despediría a un empleado por su peso".
Sobre las bailarinas que la acusan, la cantante ha afirmado que su actitud de trabajo no era la apropiada: "Estas historias sensacionalistas proceden de antiguas empleadas que ya han admitido públicamente que se les advirtió que su comportamiento durante la gira era inapropiado y poco profesional". Además dice sentirse dolida y no querer permitir "que el buen trabajo que ha hecho en el mundo se vea eclipsado por esto".
"No estoy aquí para que me vean como una víctima, pero también sé que no soy la villana que la gente y los medios de comunicación han pintado estos últimos días. Soy muy abierta con mi sexualidad y mi forma de expresarme, pero no puedo aceptar ni permitir que la gente utilice eso para hacerme pasar por algo que no soy", ha afirmado.
Lizzo también ha indicado en su comunicado que, como artista, se toma sus actuaciones y su música de forma muy seria, y que esta pasión por lo que hace suele venir acompañada de "trabajo duro y estándares altos". En este sentido, ha resaltado que "algunas veces he tomado decisiones duras, pero nunca es mi intención hacer que nadie se sienta incómodo o que no es valorado como una parte importante de mi equipo",.
Demandado también parte de su equipo
La cantante no ha sido la única persona denunciada por las bailarinas. La líder de su equipo de baile, Shirlene Quigley, también ha sido acusada, en este caso de inculcar sus creencias religiosas a los artistas y burlarse de las bailarinas que tenían relaciones sexuales antes del matrimonio.
Las demandantes aseguran, además, que la capitana cuestionó abiertamente la virginidad de una de las demandantes durante la grabación del programa de telerrealidad "Watch Out for the Big Grrrls", liderado por Lizzo, del que las litigantes formaron parte.
Por otro lado, el equipo directivo de su productora, Big Grrrl Big Touring, Inc. , también ha sido demandado por discriminación racial contra el grupo de baile y una injusta equiparación salarial. Sobre esto, las acusaciones se basan en desencuentros con parte del equipo directivo de la empresa después de que se les pidiera adelantar ciertos pagos y que sus respuestas estuvieran cargadas de "animadversión racial y gordofobia".
La demanda, además, establece que Davis fue despedida por grabar una reunión en la que Lizzo daba instrucciones a sus bailarines, mientras que Williams no fue renovada aludiendo a recortes presupuestarios que no afectaron a otros profesionales. Rodríguez, por su parte, renunció en un acto de solidaridad con Davis y Williams.