El papa Francisco anuncia que la próxima Jornada Mundial de la Juventud será en Seúl en 2027
- Ha sido el principal y esperado anuncio al final de la misa que ha celebrado ante un millón y medio de jóvenes en Lisboa
- El Pontífice ha pedido a los jóvenes en una misa multitudinaria en Lisboa que "no tengan miedo" y "rezar por la paz"
La próxima Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) se celebrará en Seúl, Corea del Sur, en 2027, según ha anunciado el papa Francisco este sábado desde el Parque Tejo de Lisboa tras la misa de envío de la JMJ de Lisboa 2023.
"La próxima JMJ será en Asia, será en Corea del Sur, en Seúl", ha subrayado el Pontífice, ante el aplauso de los jóvenes presentes, entre los que había grupos de surcoreanos ondeando sus banderas. "Desde la frontera occidental de Europa se trasladará al lejano oriente" lo que representa, según ha dicho, "un hermoso signo de la universalidad de la Iglesia". Además, el papa también ha citado a los jóvenes en Roma, en 2025, "para celebrar juntos el jubileo de los jóvenes".
Ha sido el principal y esperado anuncio al final de la misa de envío que ha celebrado ante un millón y medio de jóvenes en Lisboa, que habían pasado toda la noche en el parque Tejo de Lisboa, y a ellos les ha pedido que "no tengan miedo" que "ellos son el futuro".
El papa Francisco ha acudido ya a las JMJ de Brasil, Cracovia, Panamá y Lisboa. La de este año la ha cerrado tras acudir a saludar a los cerca de 25.000 voluntarios de 150 países que han permitido celebrar este evento católico. Una representación de estos voluntarios, dos tercios de ellos chicas, con sus representativas camisetas amarillas, han acudido al paseo marítimo de Algés para recibir con una auténtica fiesta al Pontífice, que les ha dado las gracias "porque hicieron días inolvidables sin ruido ni protagonismo para que todos pudieran cantar juntos, han sido un ejemplo de equipo".
El papa expresa su dolor por Ucrania
Durante el mensaje final de la misa, el papa Francisco ha expresado su dolor por la guerra en Ucrania, que "sigue sufriendo tanto" y a los jóvenes les ha asegurado que "son la esperanza para un mundo diferente". "De manera particular, acompañamos con el afecto y la oración a quienes no han podido venir a causa de conflictos y guerras. En el mundo son muchos", ha dicho el representante de la Iglesia Católica al final de la ceremonia, que ha citado a "los hermanos subsaharianos reunidos en Tánger (Marruecos)".
“Un sueño que llevo en el corazón: el sueño de la paz, el sueño de los jóvenes que rezan por la paz, viven en paz y construyen un futuro de paz“
Y ha agregado: "pensando en este continente, siento un gran dolor por la querida Ucrania, que sigue sufriendo tanto". "Amigos, permítanme que yo, anciano, comparta con ustedes, jóvenes, un sueño que llevo en el corazón: el sueño de la paz, el sueño de los jóvenes que rezan por la paz, viven en paz y construyen un futuro de paz".
Y les ha pedido que "de regreso a casa, sigan rezando por la paz. Ustedes son un signo de paz para el mundo, un testimonio de cómo las diversas nacionalidades, las lenguas y las historias pueden unir en lugar de dividir. Ustedes son la esperanza para un mundo diferente".
Agradecimiento a Portugal
El Pontífice no ha querido concluir la misa sin decir “gracias” o mejor dicho, “obrigado” al cardenal patriarca de Lisboa, a toda la Iglesia y a todo el pueblo portugués y al presidente de Portugal, Marelo Rebelo de Sousa, que ha estado presente en todos los eventos.
"Obrigado a ti, Lisboa, que permanecerás en la memoria de estos jóvenes como casa de fraternidad y ciudad de sueños" y "obrigado a los voluntarios, a quienes va nuestro aplauso por su gran servicio", ha agregado.
"Un agradecimiento especial a quienes desde el cielo han velado por la JMJ, es decir, a los santos patronos del evento, a uno en particular: a Juan Pablo II, que dio vida a las Jornadas Mundiales de la Juventud", ha concluido Francisco.
"Es una cosa nunca vista en Portugal, una locura"
El presidente luso ha admitido su sorpresa por la multitudinaria movilización que ha acompañado al papa durante su visita a Lisboa. "Es una cosa nunca vista en Portugal", una "locura", afirmó en alusión al millón y medio de católicos que han arropado a Francisco en su misa de despedida de la Jornada Mundial de la Juventud, la mayor movilización nunca vista en el país luso.
"Me quedé sorprendido porque no pensaba que pudiéramos llegar. A los 500.000 sí, de 500 a un millón era difícil, pero más de un millón es una locura. Es una cosa nunca vista en Portugal e irrepetible", admitió en declaraciones a la cadena pública RTP.
"Hay Websummits, hay reuniones internacionales, congresos con 20.000, 50.000 o 100.000 personas, pero no hay nada con más de un millón de jóvenes de todo el mundo", ha insistido.
El papa insta a los jóvenes a seguir siendo "surfistas del amor"
En su último instante con los voluntarios, el papa ha querido dejarles una imagen: "Como muchos de nosotros sabemos, al norte de Lisboa hay una localidad, Nazaré, donde se pueden admirar olas que llegan hasta 30 metros de altura y son una atracción mundial, especialmente para los surfistas que las desafían" y les ha dicho "en estos días también ustedes han afrontado una verdadera ola; no de agua, sino de jóvenes que han inundado esta ciudad".
"Pero, con la ayuda de Dios, con mucha generosidad y apoyándose mutuamente, ustedes han desafiado esta gran ola", ha destacado el papa recibiendo los fuertes aplausos de los voluntarios. Y les ha instado a que sigan siendo "surfistas del amor" y "que el servicio de la JMJ sea la primera de muchas olas de bien; serán llevados cada vez más alto, más cerca de Dios, y esto les permitirá ver desde una mejor perspectiva vuestro camino". "Y ahora a subirse a la ola", le ha dicho el santo padre a los jóvenes antes de salir al aeropuerto para regresar a Roma.