Auge del sector más radical y distanciamiento con Abascal: Espinosa de los Monteros abre una grieta en Vox
- El que fuera portavoz parlamentario y fundador de Vox deja la política tras años en la primera línea
- Su entorno habla de importante distanciamiento con el líder, que ha dado más peso al ala dura que representa Buxadé
En los partidos siempre se presume de unidad, de ideario común y de cierre de filas ante el menor problema. Pero las realidades internas en estas formaciones suelen ser otras y hay pruebas más que evidentes de que en la mayoría de los partidos las luchas más cruentas se viven en su propio seno y no fuera. A veces estas pugnas se libran en público de forma descarnada- pruebas notorias de ello han dado PP, PSOE y Podemos- y otras veces todo es más velado y opaco.
Iván Espinosa de los Monteros se ha ido de la cúpula de Vox de forma discreta, sin querer levantar alfombra alguna y con cero críticas a un partido en el que ha sido un claro referente y en el que en los últimos tiempos el ala más liberal, sobre todo en lo económico, en la que Espinosa se enmarcaba, ha ido perdiendo posiciones para predominar el ala más radical y dura, encabezada por el eurodiputado y vicepresidente de Acción Política, Jorge Buxadé, que ha ido tomando mayor relevancia en Vox.
El equilibrio de fuerzas en Vox cae ahora hacia ese sector más duro, que gana peso de forma clara en la formación de extrema derecha, en la que convivían ambas familias, entre las que han ido surgiendo, sobre todo en los últimos meses, más roces en cuanto a estrategias y políticas. El partido trataba de mostrar unidad, pero dentro se vivía un aumento de las discrepancias, según reconocen fuentes de la formación a TVE. Las diferentes facciones se iban distanciando.
Espinosa de los Monteros ha decidido abandonar la primera línea política y no recoger el acta de diputado ganada en las elecciones generales del 23J, en las que Vox le presentaba como número tres del partido, solo por detrás del líder, Santiago Abascal, y de María de la Cabeza Ruíz Solas. Con una presencia en la campaña electoral activa, nada hacía presagiar la salida de Espinosa.
El pasado 23J el partido de Abascal conseguía mantenerse como tercera fuerza política de España, pero con una importante caída en número de escaños, pasando de 52 a 33. Ese desplome de Vox hizo que la opción que barajaba la práctica totalidad de encuestas de una mayoría absoluta de PP y Vox se desvaneciera y España no se haya unido finalmente a los países europeos en los que la extrema derecha forma parte de gobiernos de coalición.
En medio de esta resaca electoral que se alarga y en la que aún todo está por decidir, con la sombra de la repetición electoral a la vuelta de la esquina, el hasta ahora portavoz parlamentario de Vox en el Congreso, que ha mantenido durísimos enfrentamientos con miembros del Gobierno y fuerzas nacionalistas e independentistas, dice adiós a la política, aunque se queda como militante de base.
En su despedida, en una comparecencia sin preguntas, todo fueron buenas palabras y alabanzas para Vox y para su líder, Santiago Abascal. No mencionó crisis o discrepancia alguna con su formación, que en breve cumplirá diez años de vida, y solo esgrimió "razones personales y familiares" para su marcha. Dijo que sus padres "ya no son tan jóvenes" y sus hijos "no son tan mayores".
Espinosa de los Monteros llegó a la Cámara Baja hace cinco años cuando Vox irrumpía con 24 diputados y se situaba como quinta fuerza. La ultraderecha llegaba al Congreso 40 años después y marcaba un antes y un después en el juego de equilibrios políticos por el ala de la derecha española. En cuestión de meses- los que fueron de abril a noviembre de ese año con la repetición de elecciones- ascendieron a la tercera posición en el Congreso y desde ese momento han ido ganando enteros en cada proceso electoral. En las últimas elecciones municipales y autonómicas de mayo Vox conseguía entrar en todos los parlamentos y triplicaba su número de concejales. El resultado de ese 28M supone que Vox ya gobierna con el PP en cuatro comunidades autonómas- lo hacía ya en Castilla y León, y ahora forma gobiernos de coalición en la Comunidad Valenciana, Extremadura y Aragón-.
Distanciamiento entre Espinosa y Abascal
Hace once años Santiago Abascal y Espinosa de los Monteros se conocían en una cena, cuando ambos aún militaban en el PP. En ese encuentro se enteró de que Abascal, entonces concejal en Llodio (Álava), declaraba al día siguiente en la Audiencia Nacional en un juicio contra simpatizantes de Batasuna sin que nadie del PP le acompañara. Espinosa de los Monteros decidió ir con él y junto a su padre, Carlos Espinosa de los Monteros, perteneciente a una saga de militares, diplomáticos, políticos y empresarios.
A partir de ahí los caminos de Abascal y Espinosa confluyen, primero en la fundación para la Defensa de la Nación Española (Denaes) y luego en Vox.
Según fuentes del entorno del ya exdiputado a TVE, ambos llevaban más de un mes sin hablar, lo que evidenciaría ese distanciamiento con el líder del partido y la cercanía cada vez mayor de Abascal al entorno de Buxadé. Espinosa le comunicó el lunes al presidente de Vox su decisión de irse.
El análisis de las imágenes políticas suele ser elocuente. Tanto en la instantánea de abril de 2019 como de noviembre de ese mismo año- el de la llegada por la puerta grande de Vox al Parlamento español- Abascal aparece flaqueado por dos figuras: Espinosa de los Monterios y Ortega Smith. Ya ninguno de los dos forma parte del núcleo duro de Vox. Precisamente Espinosa relevó a Ortega Smith como secretario general, otro de los hombres fuertes de Vox que perdió fuelle en el partido.
Hace un año se fue del partido otro de sus grades activos, Macarena Olona. (Este martes las redes se llenaban de comentarios ante la coincidencia de la cita que mantenían en su perfil de Twitter tanto Espinosa como Olona: "Lo mejor está por venir").
También se excluyó de las listas a destacados diputados como Víctor Sánchez del Real y Rubén Manso, protagonistas igualmente de Vox desde su fundación y estrechos colaboradores de Espinosa, que, tras conocer su renuncia, le han prometido seguir "a su lado".
Ninguno de ellos tiene ahora peso en el partido, al igual que Rocío Monasterio, portavoz en la Asamblea de Madrid, y esposa de Espinosa. Llamó la atención la falta de apoyo explícito de Abascal a la última candidatura de Monasterio como candidata a la Presidencia de la Comunidad de Madrid, con su presencia en solo un mitin, cuando es habitual que el líder se vuelque en las campañas con sus líderes territoriales.
En público las palabras entre los dirigentes del partido no han sido más que de agradecimiento. Así, Abascal decía este martes que Vox pierde a un "gran portavoz" pero mantiene "un afiliado de lujo" y rememoraba todo "lo que han pasado juntos". Espinosa decía que "sin Abascal, nada hubiese sido posible".
Jorge Buxadé, a quien todas las miradas se dirigen como el alma del ala del partido más radical que ha ganado la batalla a Espinosa, le ha deseado "toda la suerte" a un "amigo, compañero y patriota", que ha ejercido como "voz de las convicciones de millones de españoles".
Eso sí, la retirada de Espinosa ha provocado la reacción de algunos de quienes ostentaron puestos de responsabilidad en el partido, que han criticado la "deriva" de la formación. Dos de los más activos en redes sociales tras conocerse la salida de Espinosa de los Monteros han sido precisamente Víctor Sánchez del Real y Rubén Manso, que evitaron las críticas directas a Vox cuando fueron purgados de la lista, pero ahora han mostrado su disconformidad con total claridad.
Manso publicó este martes un artículo en VozPópuli titulado directamente "Vox no tiene futuro". En él, alaba a Espinosa de los Monteros y acusa a Vox de haber caído en "la caricatura" que desde fuera hacían del partido. El exdiputado cree que Vox será "será el primer partido de la derecha no convencional que fracasará en Europa".
En declaraciones a TVE, Sánchez del Real ha señalado este miércoles que en Vox "se están produciendo una serie de experimentos" y "algunos cambios de postura" que llevan a una "transferencia de voto al PP" y a la abstención.
Dentro del partido, solo Javier Ortega Smith ha dejado entrever algún malestar interno al lamentar la salida de Espinosa "y mucho más las razones que la provocan". Ortega Smith cree que algunos no han sabido reconocer al exportavoz parlamentario de Vox su "lealtad, generosidad y sacrificio". "Querido compañero y amigo, siento mucho tu dimisión y mucho más las razones que la provocan", señaló en Twitter.
Ahora Espinosa seguirá con su carrera en la empresa privada. En su currículum figuran puestos de responsabilidad en empresas auditoras, de gestión de capital riesgo e inmobiliarias, como Arthur Andersen, Schroders y Schroders Mckinsey, y como empresario emprendió distintos negocios en sectores textil y de comunicación, entre otros, y gestionó inversiones inmobiliarias en Madrid y Varsovia, según informa Efe.
Con Monasterio, arquitecto de profesión, han debido hacer frente a irregularidades urbanísticas en Madrid -ella ha sido condenada por hacer una obra ilegal a Arturo Valls-.
Mientras, Vox ve cómo sus posibilidades de llegar a La Moncloa se esfuman por completo- en campaña Abascal se veía como vicepresidente de Feijóo- y el partido ya ha llegado a ofrecer gratis sus votos a Alberto Núñez Feijóo. Hay que esperar para comprobar si la crisis abierta por la salida de Espinosa se queda aquí o las alfombras se empiezan a levantar.