El albergue incendiado en Francia no estaba autorizado para ejercer su actividad e incumplía las normas de seguridad

• No había pasado los controles obligatorios e investigan si tenía suficientes detectores de incendios
• El fuego, cuyas causas se desconocen por ahora, dejó 11 muertos

Bomberos trabajan en el albuergue incendiado en Francia

El albergue del este de Francia en el que este miércoles murieron 11 personas a causa de un incendio no estaba registrado para ejercer su actividad ni había pasado los exámenes de seguridad para establecimientos autorizados a acoger visitantes, han informado este jueves las autoridades galas.

"La propietaria parecía estar en regla", ha indicado Daniel Leroy, el teniente de alcalde de Wintzenheim, la localidad de Alsacia donde se ha producido el suceso. En una comparecencia de prensa citada por la cadena pública FranceInfo, Leroy ha explicado que el albergue incendiado "nunca había sido declarado" legalmente. Solo uno de los tres establecimientos que poseía la misma propietaria estaba registrado como tal.

Sus palabras llegan poco después de que la fiscal adjunta de Colmar, Nathalie Kielwasser, declarase que el edificio, un antiguo granero reconvertido recientemente, no había sido examinado por la comisión de seguridad pertinente.

"Presentó una solicitud al ayuntamiento para el edificio que se incendió", pero "en su solicitud no se preveía una petición de transformación de la actividad, seguía siendo una actividad agrícola", con "almacenes, posiblemente animales", ha explicado Kielwasser.

El examen de seguridades obligatorio y, en función de su capacidad de acogida, estos establecimientos están sometidos a normas específicas, como las alarmas contra incendios, las puertas de emergencia antiincendios o la señalización para la evacuación. "Si quieres conducir un coche, necesitas un permiso; si quieres alojar a gente, tienes que pasar por esta comisión", ha declarado la fiscal a la agencia AFP.

Al menos 11 muertos en el incendio

El edificio arrasado por el fuego era un antiguo granero de 500 metros cuadrados, con dos plantas y buhardilla, que había sido renovado hacía unos años. Los 11 muertos formaban parte de un grupo de personas de una institución de apoyo a jóvenes con minusvalías psíquicas procedentes de la ciudad de Nancy (noreste) que estaban de vacaciones en la localidad.

Ese grupo se alojaba en el primer piso y casi todos sus integrantes fallecieron al derrumbarse la estructura. En la planta baja había otro grupo procedente de otra región de Francia que se salvó.

Las autoridades han indicado que también están investigando si el albergue tenía suficientes detectores de incendios o si eran del tipo que se requiere en establecimientos de este tipo. Por ahora, los investigadores siguen realizando su trabajo en los escombros dentro de un perímetro asegurado por gendarmes, ha indicado la prefectura del departamento del Alto Rin.

La propietaria de la casa rural, que alertó a los bomberos del fuego, se encuentra en estado de shock y no ha sido detenida. La Primera Ministra francesa, Elisabeth Borne, que visitó el lugar el miércoles por la tarde, ha prometido que "una investigación llegará al fondo del asunto".