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El ahogo de vivir en la calle se multiplica durante las olas de calor extremo

  • En España hay más de 37.000 personas sin hogar
  • Esta semana los termómetros han pasado de 44 grados en muchos puntos de la Península, llegando a los 47 en Valencia

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Las olas de calor dificultan la vida de las personas sin hogar

Sin un techo para refugiarse estos días de calor extremo. En España, hay más de 37.000 personas sin hogar que sobreviven a temperaturas de hasta 47 grados.

Máximas diurnas que en muchos puntos de la península no alivian al llegar la noche y ahogan a las personas más vulnerables, entre ellos, las personas sin hogar.

Vivir en la calle en plena ola de calor - Ver ahora

Son muchos los voluntarios que ayudan a estas personas. Tratan de cubrir sus necesidades básicas y ponen especial atención a que tengan agua fresca con la que hidratarse. "Mira dos botellitas de agua fresca, una más congelada para que le aguante", dice una de las trabajadoras.

Sevilla, uno de los puntos más cálidos

"Hay momentos que corre un poquito de aire y hay una fuente ahí cerquita y cuando me noto un poco sudoso voy para allá, cruzo y me doy un lavadito", cuenta a TVE Antonio.

Este sevillano, que lleva más de cuatro meses viviendo en la calle, sabe de primera mano lo que cuesta arriba que se hace en estas fechas.

Los trabajadores sociales del ayuntamiento de Sevilla lo encuentran siempre en el mismo parque. Recorren las calles mañana, tarde y noche para cuidar de personas en su misma situación.

Plazas para pernoctar

En Murcia, también se ha notado especialmente el calor. De hecho, el Servicio de Emergencia Móvil y Atención Social (SEMAS) ha atendido este verano a unas 400 personas sin hogar.

Y es que como un trabajador del SEMAS cuenta, "dentro de que la pobreza es un poco gris", las personas sin hogar agradecen no sentirse invisibles.

Emocionado lo corrobora uno de los atendidos: "Nos cuidan que es lo más importante y nos tratan de maravilla". "Si no llega a venir el SEMAS no cojo agua de ningún lado fresca", relata otra mujer.

Allí, además de la asistencia en la calle, les ofrecen un sitio donde refugiarse del calor. "Y si alguien accede a ir a una de las plazas que se habilitan especialmente en estas fechas pues también les llevamos a poder pernoctar sin estar en la calle", explica el coordinador del SEMAS, José Morales.

Personas para las que la vida quema todo el año y con calor todavía más. Por eso agradecen que la ola de calor que ha azotado la península llegue a su fin.