La necesidad de impulsar un turismo accesible: "Viajar tiene un sobrecoste porque necesitas atenciones concretas"
- Las personas con discapacidad gastan un 28% más que el resto de turistas para asegurar sus condiciones de accesibilidad
- Encontrar alojamientos adaptados no siempre es fácil y, en numerosos casos, tampoco hay espacios adaptados en entornos urbanos
Los que dejan para última hora las reservas de sus vacaciones en temporada alta se encuentran con poca oferta y precios disparados, una realidad que se complica si se tiene algún tipo de discapacidad. Miguel Domínguez va en silla de ruedas y, si ya le resulta difícil encontrar hoteles que estén adaptados, lamenta que los que hay "no son tan económicos porque suelen estar en el centro de las ciudades”.
Domínguez explica a RTVE.es que ya le pasó en Semana Santa, cuando quiso escaparse unos días al municipio valenciano de Cullera en transporte público, pero no tenía asegurada una ruta directa desde Madrid a su destino. Como segunda opción preguntó cuánto le saldría la ida y la vuelta en un taxi adaptado, pero el coste adicional llegaba a los 500 euros, una cantidad que no podía asumir. Este verano ha viajado a Calpe, en Alicante, pero ha sido gracias a que un familiar le ha llevado allí con su coche.
“Viajar tiene un sobrecoste porque necesitas una serie de servicios o atenciones concretas”, asegura por su parte José Pedro González, que padece ceguera y también ha encontrado barreras a la hora de viajar en vacaciones.
Necesidades convertidas en sobrecostes
Alberto Gil es ciego y, al igual que a José Pedro, el hecho de desplazarse le supone ciertos costes adicionales. Le ocurre, por ejemplo, con las visitas a museos o exposiciones, lugares en los que necesita un guía personalizado.
En su opinión "la discapacidad sale cara" porque la única forma de cubrir la serie de necesidades que se tienen es "pagando”. Añade que la situación empeora en determinados lugares en los que se requiere la asistencia de un acompañante porque también tiene que asumir el gasto de su estancia.
Lo mismo le sucede a Manuel Rances. Él va en silla de ruedas a causa de la esclerosis múltiple que padece, y cuenta a RTVE.es, que de no ser porque siempre va de viaje con su pareja, tendría también que costear la estancia de una persona más. “No puedo viajar solo, necesito a una persona que me acompañe" indica.
En este sentido, según recoge el estudio sobre el agravio comparativo económico que origina la discapacidad elaborado por la Universidad Carlos III, las personas con grandes necesidades de apoyo necesitan acompañamiento de un asistente personal, lo que “incrementa los gastos de transporte, los desplazamientos a otras localidades y los costes de alojamiento y manutención”.
En el caso de los hoteles adaptados, existe "menos posibilidades de elección ya que estos son pocos y de gama alta, lo que se traduce en un mayor coste”, según apuntan en el estudio.
Gastan un 28% más que el resto para asegurar su accesibilidad
Como ellos, alrededor de 4,38 millones de personas tienen algun tipo de discapacidad en España y cuando van de viaje "gastan un 28% más que el resto de turistas para asegurar sus condiciones de accesibilidad”, según datos del informe FituNext y del Observatorio de Accesibilidad Universal del Turismo en España de la Fundación ONCE.
Las últimas cifras de 2017 que recoge la Fundación ONCE revelan que las personas con discapacidad desembolsaron 813,65 euros de media aproximadamente por persona en su último viaje, un gasto superior al que tuvieron los turistas sin necesidad especiales, que fue de 637,60 euros.
Estas condiciones no están siempre garantizadas
Además del sobrecoste que les supone desplazarse, "no siempre hay garantía de que se cuente con la accesibilidad necesaria", lamenta Javier Font, presidente de la Federación de Asociaciones de Personas con Discapacidad Física y Orgánica de la Comunidad de Madrid (FAMMA).
“Yo voy a sitios muy concretos, como paradores, porque me aseguro que ahí me van a ayudar y me van a acompañar”, sostiene Alberto Gil.
Para garantizar un turismo accesible para todas las personas, en 2021 se aprobó la primera norma mundial -ISO 21902 Turismo-. Pero esta realidad no se refleja de igual manera en todos los alojamientos, ya que en muchas ocasiones se da el caso de "hoteles que disponen de muchas estrellas pero que carecen de estas medidas", explica Font.
“Algo tan sencillo y básico como ir al cuarto de baño a veces también es díficil“
Manuel Rances ha vivido estas situaciones en más de una ocasión. En concreto, el hotel al que viajó no disponía de habitaciones adaptadas. Lo mismo le sucedió cuando decidió viajar en barco en Suiza y Nueva York. "En Nueva York me quedé en la planta de abajo del barco porque era la zona más accesible, pero no pude ver nada. Mi marido subió a cubierta, hizo fotos y luego me las enseñó", indica.
"Algo tan sencillo y básico como ir al cuarto de baño a veces también es díficil porque tampoco los encuentras", añade a RTVE.es.
Además de la dificultad para encontrar alojamiento, en algunos museos, Manuel tampoco ha podido comprar la entrada por adelantado a través de internet y ha tenido que ir a las taquillas y esperar la cola."Es muy triste esto para las personas con discapacidad. Yo he tenido que comprarme la entrada en la taquilla sin tener seguro que la plaza de la entrada especial estuviera ocupada", lamenta.
La necesidad de servicios puntuales y personal de apoyo
Asimismo, las personas que tienen discapacidad física a veces padecen ciertos problemas con su destino debido a "la falta de aparcamientos adaptados, carencia de espacios adaptados en entornos urbanos y otro tipo de elementos en la ciudad", según establece Observatorio de Accesibilidad Universal del Turismo en España de la Fundación ONCE.
Un aspecto que también se demanda es que "los hoteles tengan servicios puntuales y personal de apoyo para ayudar a acostar o levantar a las personas que lo necesiten”, explica el presidente de FAMMA.
Una asignatura pendiente que para muchos es necesaria y atraerá a muchas personas con discapacidad a viajar por España y pasar unos días de vacaciones sin incertidumbre sobre si sus condiciones están aseguradas.