Javier Milei, el fenómeno ultraderechista enemistado con el 'kirchnerismo' que aspira a presidir Argentina
- Ha conseguido más del 30% de los votos del censo, cerca de siete millones de apoyos
- Tras su victoria, el Banco Central argentino ha devaluado un 22% el peso en el tipo de cambio oficial mayorista
Pocos daban crédito a los resultados de las elecciones PASO (primarias, abiertas, simultáneas y obligatorias) del pasado domingo en Argentina. El candidato ultraderechista Javier Milei y su formación, Libertad Avanza, eran los grandes ganadores de la noche.
Un fenómeno político en el que no muchos confiaban, pero que ha crecido como la espuma en los últimos dos años. El carácter populista y extravagante del candidato ha ayudado mucho.
Al final, "encarna muy bien esa tendencia de hartazgo en las sociedades latinoamericanas, de búsqueda de un relevo...", explica el catedrático de la UCM José Antonio Sanhauja.
Comunicación sencilla
En una Argentina que no acaba de salir de una complicada situación social y económica Milei sabe lanzar mensajes. Son mensajes sencillos, pero que calan con facilidad.
"Una reforma del estado que permita bajar el gasto público, en especial en todas las áreas en las que los políticos roban", decía Milei en una entrevista.
Sus premisas son simples. Defiende la dolarización de la economía, la desaparición del Banco Central Argentino y de 11 ministerios. Entre ellos el de salud, el de trabajo, el de las mujeres, el de ciencia e innovación y el de deportes.
Y es que "Milei en Argentina representa esa corriente anarcocapialista, ultraliberal, libertaria en la que debe supeditarse prácticamente todo al mercado", matiza Sanhauja. Emparentada con Vox, esa es una "corriente que crece en todo el mundo", según el catedrático
Enemistado con el 'Kirchnerismo'
Para Milei el Kirchnerismo y los sindicatos son los principales problemas del país.
"Están perdiendo la batalla cultural los zurdos de mierda, por primera vez se ven acorralados", decía el candidato sin cortarse en una entrevista.
Un discurso contundente que no huye del insulto directo y que puede acabar por llevar a Milei a la presidencia.