La sonda rusa Luna-25 entra en la órbita lunar tras casi cinco días y medio de travesía
- Su misión es ser la primera nave espacial en alunizar en el Polo Sur del satélite terrestre
- La nave automática ha alcanzado la órbita de la Luna a las 12:03 de Moscú
La sonda rusa Luna-25 ha entrado este miércoles en la órbita lunar tras cinco días y casi diez horas de travesía. Su misión es ser la primera nave espacial en alunizar en el Polo Sur del satélite terrestre.
La nave automática ha alcanzado la órbita de la Luna a las 12:03 de Moscú (09:03 GMT), según ha informado la agencia espacial rusa, Roscosmos.
En total, la sonda, que despegó el viernes del cosmódromo Vostochni -Lejano Oriente ruso-, ha tardado 5 días, 9 horas y 53 minutos en alcanzar su destino.
La maniobra de ralentización, en la que han participado dos de los motores de la Luna-25, se ha prolongado por espacio de poco más de cinco minutos.
La sonda debería llegar a la Luna en torno al 21 de agosto
En estos momentos, los especialistas rusos miden los parámetros de navegación del aparato para preparar su alunizaje a principios de la próxima semana. Según Roscomos, todos los sistemas de la sonda funcionan con normalidad, incluidas las comunicaciones con Tierra.
Ahora la nave debe encontrar la órbita correcta, girar alrededor de la Luna y alunizar al norte del cráter Boguslawski en una zona con un relieve accidentado y condiciones adversas, según Roscosmos.
La sonda debería tocar la superficie de la Luna en torno al 21 de agosto, es decir, dos días antes que la sonda india Chandrayaan-2, que fue lanzada el 14 de julio.
La rusa Luna-25, que es heredera de la soviética Luna-24, la tercera nave espacial en recabar muestras de la superficie lunar en agosto de 1976, espera encontrar en nuestro satélite agua en forma de hielo.
El objetivo de la misión rusa es desarrollar la tecnología de alunizaje, tomar muestras de la superficie, estudiar la capa superior del regolito lunar, desde su relieve hasta su composición y solidez, y también analizar su exósfera.
Una nave soviética, la Luna-2, ya fue la primera en posarse sobre dicho satélite en 1959, proeza que EE.UU. emuló años después con su programa Ranger