Sánchez da una paso clave pero no definitivo para su investidura y se abre una grieta entre PP y Vox
- El PSOE consigue hacerse con la Presidencia del Congreso y una mayoría progresista pilotará la Mesa
- Sánchez une en un mismo bloque 178 votos (PSOE, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV y BNG) y Feijóo solo 139
Con la suma de votos que el PSOE ha conseguido articular este jueves en el Congreso de los Diputados, y que ha permitido que la socialista Francina Armengol sea elegida la próxima presidenta de la Cámara Baja y la Mesa quede pilotada por una mayoría progresista, Pedro Sánchez repetiría como presidente del Gobierno.
El paso dado en este arranque de la XV Legislatura ha sido clave, pero no definitivo. Y así se lo han hecho saber al PSOE los partidos independentistas y nacionalistas que han permitido que este primer pulso entre el PSOE y el PP, entre Pedro Sánchez y Alberto Núñez Feijóo, lo gane el socialista. Pero de momento, hasta ahí.
El PSOE ha sido capaz de sumar en un mismo bloque a siete de las once fuerzas con representación en el nuevo Congreso salido de las elecciones generales del 23J, superando la mayoría absoluta para la elección de Armengol. Consideran los socialistas que este pleno ha puesto en evidencia la soledad parlamentaria del PP y que es "incapaz" de concitar acuerdo alguno para articular mayorías.
PSOE consigue 178 apoyos y el PP se queda en 139, sin Vox
PSOE (121), Sumar (31), ERC (7), Junts (7), EH Bildu (6), PNV (5) y BNG (1) han votado juntos consiguiendo 178 votos, dos más de la mayoría absoluta y más que suficiente, si se repite, para hacer presidente a Sánchez.
Frente a ese bloque, el conservador ha aparecido en esta primera sesión parlamentaria de la nueva legislatura completamente disgregado. El PP solo ha conseguido 139 votos para su candidata a la Presidencia del Congreso, Cuca Gamarra, los suyos propios y dos más de UPN y Coalición Canaria. Vox no se ha sumado al bloque porque el PP no ha facilitado su entrada en la Mesa.
El presidente de Vox, Santiago Abascal, ha ido más allá tras el pleno para dejar en el aire un posible apoyo de sus 33 diputados a una hipotética investidura de Alberto Núñez Feijóo porque no entiende su decisión de no facilitar su entrada en la Mesa. En esta primera sesión se ha abierto, por tanto, una clara grieta entre PP y Vox.
Los 178 apoyos al PSOE superan, por mucho, a los 139 que ha conseguido el PP, con un Feijóo, que se ha estrenado como diputado en el nuevo Congreso de los Diputados y que ha visto a su partido perder esta primera batalla de forma muy clara.
De hecho, el PSOE se ha apresurado a decir que el líder del PP "no puede presentarse a ninguna investidura" con 139 apoyos. "Hoy hemos vivido un ejercicio de realismo parlamentario y democracia plena", ha señalado el portavoz parlamentario Patxi López, que ha afirmado que no hay otro candidato "posible" que no sea Pedro Sánchez.
Tanto Sánchez como Feijóo se postulan para una investidura
Ambos, Sánchez y Feijóo, se han mostrado dispuestos a acudir a un pleno de investidura si el rey los propone, tras la ronda de consultas que el jefe del Estado ya puede arrancar en cualquier momento, una vez constituidas las Cortes.
Tras este movido arranque de legislatura, Sánchez ha afirmado que la Mesa progresista "refleja la voluntad de los españoles" en el 23J y ha avanzado que el PSOE ya trabaja por "una nueva legislatura de progreso y convivencia".
Sánchez se postula apelando a la "hora de la democracia parlamentaria", tal y como dijo este miércoles, para echar en cara al PP el mantra que mantiene de que debe ir a la investidura el ganador de las elecciones, esto es, Feijóo.
Mientras, el líder 'popular', que no ha hecho declaración alguna este jueves, ha insistido en las últimas semanas en que debe ser él quien sea postulado para ese pleno. Insiste el PP en ello a pesar de que ahora mismo no hay suma posible parlamentaria que le permita plantearse la investidura. Feijóo se ha limitado a decir este jueves a través de las redes sociales que estará "a la altura" para defender el "interés del país y de todos los españoles".
Suponiendo que Vox vuelva a unir sus votos al PP para hacer presidente a Feijóo- ya dijo que así lo permitiría para evitar un gobierno de PSOE "con los enemigos de España", aunque este jueves la relación se ha enfriado-, y que el PP mantenga los dos apoyos de UPN y Coalición Canaria- estos se abren también al PSOE-, Feijóo sumaría 172 votos y necesitaría, vía apoyo directo o indirecto, alguno de otro grupo.
La opción del PNV parece más que imposible, toda vez, que los nacionalistas vascos, por dos veces y de forma más que rotunda, han dicho a Feijóo que no se sientan ni a hablar. El giro por parte de Junts parece improbable, dado el acuerdo para el Congreso.
Puigdemont avisa: "La investidura está exactamente donde estaba"
Así las cosas, la opción de Feijóo se topa ahora mismo con un muro parlamentario, pero en la política- y más en los últimos tiempos- nada está escrito y puede pasar cualquier cosa.
Sánchez tiene un camino más claro y despejado que explorar, pero no precisamente fácil y cómodo. Una cosa es pactar la composición de la Mesa del Congreso y otra muy diferente llevar en volandas a Sánchez de nuevo a un gobierno de coalición con Sumar. Precisamente su líder, Yolanda Díaz, ha dicho que "desde ya mismo" se "ponen a trabajar" para un gobierno de coalición. Como el PSOE, Sumar cree también que el PP "está más aislado que nunca".
La idea de que ahora arranca una diferente negociación y de que el PSOE no puede dar nada por hecho se la ha dejado meridianamente clara el expresidente de la Generalitat Carles Puigdemont, prófugo de la justicia española, que ha advertido de que la posición de JxCat en relación a la investidura está "exactamente donde estaba tras las elecciones", y ha recordado que el pacto actual se circunscribe a la Mesa del Congreso. La negociación será nueva y ya avisan: con más exigencias. Junts afirmado además que la "desconfianza" en el PSOE "se mantiene".
En la misma línea se ha manifestado el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, que ha aclarado que el acuerdo del Congreso no supone un apoyo explícito a una investidura de Sánchez pues "eso es otro proceso, otra negociación".
Los acuerdos cerrados este jueves entre el PSOE y los independentistas catalanes para el Congreso, que impulsan la oficialidad del catalán en la Unión Europea, la reactivación de la comisión de investigación sobre el caso Pegasus y la "desjudicialización del conflicto político entre Cataluña y el Estado", no contemplan la "amnistía" de los encausados catalanes, pero tanto Junts como ERC sí la plantean a futuro de cara a la negociación para hacer presidente a Sánchez.
El PSOE, por tanto, tendría que arrancar ahora una nueva negociación que ya de por sí no es fácil con Sumar, donde existen muy diversas sensibilidades, los cinco diputados de Podemos han dicho van a marcar su perfil propio. Y a partir de ahí, ir cerrando acuerdos con esas fuerzas que además de sus peticiones concretas, mantienen sus propias pugnas territoriales: ERC y Junts peleando en Cataluña por el liderazgo del independentismo; y EH Bildu y PNV, que se medirán el año que viene en las elecciones vascas.
También PNV y EH Bildu han dicho que arrancan de cero la nueva negociación. PNV ha afirmado que es "mucho" dar por hecho que porque se haya apoyado a Armengol para el Congreso se vaya a apoyar a Sánchez como presidente y EH Bildu cree que no es más que un "punto de partida".
La portavoz de Bildu en el Congreso, Mertxe Aizpurua, ha emplazado al PSOE a demostrar "que entiende de verdad la realidad plurinacional" que han dibujado las urnas y a hacerlo durante la fase "decisiva" que se abre ahora: "La verdadera negociación comienza ahora".
Tambien el portavoz parlamentario del PNV, Aitor Esteban, ha asegurado ser un "optimista comedido" sobre la posibilidad de que prospere la investidura de Sánchez ya que la situación "no está nada fácil".
Así, la totalidad de los nacionalistas e independentistas dejan claro que no va a ser un camino de rosas para el PSOE conseguir que Sánchez siga durmiendo en La Moncloa.
¿Y ahora qué? Se abre un calendario incierto
Se abre ahora un calendario incierto con el rey como protagonista y el inicio de la ronda de consultas. Felipe VI tiene la misión constitucional de proponer un candidato a la investidura después de hablar con los portavoces de los partidos.
Una vez constituidas las Cortes y antes de ese debate de investidura, para el que no hay fecha, se abre un plazo de cinco días para que los diferentes partidos pidan formar grupo parlamentario. Y luego ya el rey inicia la ronda de consultas. Es tradicional que algunos partidos, como ERC, no acudan al ser llamados a la cita.
Será la décima ronda de consultas de Felipe VI en sus años de reinado. Lo habitual ha sido, según apunta Efe, que el monarca cite a los partidos una o dos semanas después de que el nuevo Congreso eche a andar, lo que llevaría la ronda a la próxima semana o a la última de agosto.
El nombre que proponga el jefe del Estado se someterá a la sesión de investidura, que prosperará si logra mayoría absoluta del Congreso. De no alcanzarla, habrá una nueva votación 48 horas después, en la que sólo será precisa la mayoría simple, es decir más votos a favor que en contra.
La fecha de esa votación determinará a su vez, la jornada de una hipotética repetición electoral. De no investirse a ese primer candidato, se abre un plazo de dos meses para elegir presidente del Gobierno y, si nadie lo consigue, se disuelven automáticamente las Cortes y se convocan elecciones generales, que se celebrarán 47 días después.