Irán detiene de nuevo a la cineasta Mozhgan Ilanlu, la feminista que apoyó las protestas
- La detienen meses después de ser indultada de la fuerte condena por publicar fotos sin el velo
- A menos de un mes del aniversario de la muerte de Mahsa Amini crece la presión sobre activistas y disidentes
La documentalista Mozhgan Ilanlu ha sido detenida por las fuerzas de seguridad iraníes y trasladada a una prisión de Teherán, meses después de ser indultada de la fuerte condena a la que fue sentenciada por publicar fotos sin el obligatorio velo islámico, según han informado este lunes medios iraníes.
“La documentalista y activista feminista Mozhgan Ilanlu fue nuevamente arrestada y trasladada a la prisión de Evin el domingo”, ha indicado el periódico reformista Shargh.
Ni Shargh ni otros medios iraníes han revelado los motivos del arresto de la documentalista. La detención de la cineasta y activista feminista se produce a menos de un mes del aniversario de la muerte de Mahsa Amini tras ser detenida por la llamada Policía de la moral por no llevar bien puesto el velo el pasado septiembre.
Protestas al grito de “mujer, vida, libertad”
La muerte de Mahsa Amani, una joven kurda de 22 años, por supuestamente ponerse mal el velo el pasado 16 de septiembre de 2022, ha provocado en Irán fuertes protestas, al grito de “mujer, vida, libertad” que durante meses exigieron el fin de la República Islámica. Se apagaron tras una fuerte represión que causó 500 muertos, miles de detenidos y en las que fueron ejecutados siete manifestantes, uno de ellos en público.
Muchas mujeres han dejado de usar el obligatorio velo islámico como gesto de desobediencia civil y el Gobierno está tratando de reimponer su uso.
Ilanlu fue arrestada en octubre tras la publicación en redes sociales de fotos en los que aparecía en las calles de Teherán sin el obligatorio velo y en los que invitaba a otros iraníes a salir a las calles.
Ese gesto le costó en enero una condena a casi diez años de cárcel, 74 latigazos, una multa de 80 millones de riales (200 euros) y la prohibición de salir del país, formar parte de organizaciones sociales o participar en actividades mediáticas y propagandísticas durante dos años.
Fue puesta en libertad en febrero, como parte de una amnistía de 22.000 personas detenidas por su participación en las protestas ordenada por el líder supremo de Irán, Ali Jameneí.
En las últimas semanas, se han producido numerosos arrestos de activistas y se ha aumentado la presión sobre los disidentes pacíficos a menos de un mes del aniversario de las protestas antigubernamentales que estallaron tras la muerte de Amini, ha denunciado la organización Human Rights Watch.