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El exmandatario tailandés Thaksin Shinawatra ingresa en prisión al regresar a su país tras 15 años de exilio

  • El ex primer ministro (2001-2006) está condenado a ocho años de cárcel por diversos casos de corrupción y abuso de poder
  • Su regreso coincide con la elección de Srettha Thaivisin como primer ministro, que pone fin a tres meses de bloqueo político

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Shinawatra regresó a Tailandia después de vivir en un exilio autoimpuesto durante 15 años, tras su derrocamiento mediante un golpe militar el 19 de septiembre de 2006
Se espera que el ex primer ministro enfrente una pena de prisión combinada de cinco años. 

El ex primer ministro de Tailandia Thaksin Shinawatra, apartado del poder por un golpe de Estado militar en 2006, ha sido encarcelado este martes pocas horas después de regresar a su país tras 15 años en el exilio, ha informado el Departamento de Prisiones.

Thaksin, un exmagnate de la comunicación de 74 años que abandonó el país por última vez en 2008, ingresó en una prisión en el norte de Bangkok tras una orden del Tribunal Supremo para que el exmandatario empiece a cumplir una pena de ocho años de cárcel por tres condenas diferentes.

Thaksin ha pasado ya el examen médico y se encuentra en la Prisión Bangkok Remand bajo supervisión de funcionarios

El Departamento de Prisiones ha indicado que el ex primer ministro pasará diez días de aislamiento en la cárcel por el protocolo de la COVID 19 y por varios problemas de salud. "Thaksin ha pasado ya el examen médico y se encuentra en la Prisión Bangkok Remand bajo supervisión de funcionarios", ha indicado en una conferencia de prensa el director general del departamento, Ayuth Sintoppant.

Acusado de corrupción y abuso de poder

El ex primer ministro (2001-2006) regresó el mismo día en el que el Parlamento bicameral vota la candidatura a primer ministro de Srettha Thaivisin, propuesto por el partido Pheu Thai, controlado por la familia Shinawatra y aliado con los partido promilitares.

Thaksin, un popular político que se ganó el favor de gran parte de las zonas rurales por sus políticas sociales, fue condenado en rebeldía por diversos casos de corrupción y abuso de poder que él achaca a motivos políticos por parte de la élite monárquica y promilitar.

Thaksin Shinawatra saluda a miembros del partido Pheu Thai durante su llegada al aeropuerto de Bangkok.

El ex primer ministro tailandés Thaksin Shinawatra, acompañado por su hijo Panthongtae Shinawatra, saluda a partidarios y periodistas a su llegada al aeropuerto Don Mueang de Bangkok. EFE / RUNGROJ YONGRIT

Los casos incluyen la compra de unos terrenos por debajo de su valor real, irregularidades relacionadas con la lotería, un acuerdo de exportación y exportación con Birmania y el uso fraudulento de testaferros en su antigua compañía, Shin Corp.

A su llegada este martes en un avión privado al aeropuerto de Don Mueang, el exmandatario fue recibido por cientos de personas que se concentraron frente a la terminal de vuelos privados entre fuertes medidas de seguridad entorno al recinto.

Thaksin, acompañado por sus tres hijos, salió brevemente a saludar a sus seguidores y depositar una ofrenda floral frente al retrato del rey Vajiralongkorn, mientras permanecía en todo momento escoltado por varios policías y funcionarios.

El regreso coincide con la elección del nuevo primer ministro

El regreso del político coincide con una jornada en la que el Parlamento ha elegido a Srettha Thaivisin como nuevo primer ministro, poniendo así fin al bloqueo político que vivía el país tras las elecciones del 14 de mayo. Srettha,de 60 años años es aliado político de Thaksin.

El candidato del partido Pheu Thai, ha conseguido el apoyo de la Cámara Baja, incluidos los diputados de los partidos promilitares, y una mayoría de los senadores elegidos a dedo por la antigua junta militar (2014-2019).

Desde la sublevación que derribó a Thaksin, Tailandia atraviesa una profunda inestabilidad política que la mantiene en un bucle donde se suceden protestas antigubernamentales, periodos dictatoriales encabezados por el Ejército y lapsos democráticos.

El regreso del exmandatario supone una alianza inusual entre la familia Shinawatra y el Pheu Thai con la élite monárquica y promilitar.