El calentamiento global crea condiciones meteorológicas siete veces más favorables para los incendios en Canadá
- Un informe de World Weather Attribution revela que el cambio climático desempeña un papel fundamental
- Canadá está viviendo este año la temporada de incendios más devastadora de su historia
El calentamiento global ha hecho que las condiciones meteorológicas extremas causantes de la temporada de incendios que asola el este de Canadá sean al menos siete veces más probables este año, según un estudio publicado el martes por una red de científicos especializados en este tipo de análisis.
Los investigadores de World Weather Attribution (WWA) han determinado que el cambio climático, provocado por la actividad humana, ha aumentado la probabilidad de que se produzcan altas temperaturas y baja humedad en particular, lo que ha desempeñado un papel fundamental en la propagación de las llamas.
Este año, Canadá está viviendo la temporada de incendios más devastadora de su historia. Actualmente hay más de 1.000 incendios activos de este a oeste.
"El aumento de las temperaturas está creando unas condiciones similares a las de un polvorín en los bosques de Canadá y de todo el mundo", afirma en un comunicado de prensa una de las investigadoras que ha participado en este trabajo, la climatóloga británica Friederike Otto.
"Hasta que no dejemos de quemar combustibles fósiles, el número de incendios forestales seguirá aumentando", ha señalado Otto.
Más de 15 millones de hectáreas arrasadas
Ya han ardido más de 15 millones de hectáreas en todo Canadá, una cifra que duplica con creces el récord anterior de una temporada completa de incendios.
En total, alrededor de 200.000 residentes han tenido que ser evacuados y cuatro personas han muerto.
Para su estudio, 16 investigadores del WWA se han centrado en los incendios ocurridos entre mayo y julio en Quebec, con el fin de estudiar una zona homogénea en cuanto a clima y vegetación.
Han estudiado una medida denominada "índice meteorológico forestal", que combina temperatura, velocidad del viento, humedad y precipitaciones, para estimar el riesgo de incendios forestales.
"El cambio climático aumenta considerablemente la inflamabilidad del combustible disponible para los incendios forestales, lo que significa que una simple chispa, sea cual sea su origen, puede convertirse rápidamente en un auténtico infierno", ha explicado el investigador del Ministerio canadiense de Recursos Naturales, Yan Boulanger, que también ha participado en el estudio.