La muerte de Prigozhin, un posible "aviso a navegantes" de Putin ante la oposición interna
- Putin ha podido vengarse de Prigozhin tras el motín del Grupo Wagner hace dos meses
- El grupo de mercenarios, descabezado, podría disolverse o integrarse en otras unidades
La muerte del fundador y líder del Grupo Wagner, Yevgueni Prigozhin, al caer en Rusia el avión en que viajaba con varios colaboradores, presenta multitud de incógnitas y ha desatado las especulaciones. En primer lugar, sobre el propio suceso, del que ya muchos, para empezar sus partidarios, no dudan en acusar al Kremlin.
Pero también sobre la situación interna en el régimen ruso, y sobre el futuro del grupo de mercenarios, que ha sido la punta de lanza de Rusia, primero en África y después en Ucrania.
Desaparece el hombre que desafió a Putin
Tanto los partidarios de Wagner como las autoridades ucranianas y la Casa Blanca apuntan a la implicación del Kremlin en la muerte de Prigozhin. Sería, aducen, un ajuste de cuentas por la revuelta de los Wagner hace dos meses, cuando marcharon hacia Moscú. Ese movimiento ha sido el mayor desafío al presidente ruso, Vladímir Putin, desde que está en el poder.
Tras la asonada, Prigozhin viajó a Bielorrusia y adoptó un perfil más discreto. En su último vídeo en redes sociales, el primero tras el motín, insinuaba que se encontraba en África, pero el avión en el que ha muerto volaba de San Petersburgo a Moscú.
Los analistas consultados por RTVE son prudentes, ya que la información aún es incompleta y proviene de fuentes oficiales rusas. No descartan un accidente, pero reconocen que la posibilidad de que haya sido una venganza de Putin es muy fuerte.
Así lo señalan los indicios conocidos hasta el momento y "el modo de operar" del presidente ruso, según ha explicado a RTVE.es José Ángel López Jiménez, profesor de Derecho Internacional en ICADE y experto en el espacio ex-soviético.
López recuerda el reguero de muertes sospechosas y asesinatos políticos, incluso en el extranjero, de opositores a Putin u observadores independientes de la realidad rusa. Fue el caso de Alexander Litvinenko (2006) Boris Nemtsov (2015) o Anna Politkóvskaya (2016), entre otros.
"Podríamos estar no solo ante una revancha o una respuesta, como suele hacer Putin, sino ante el corte de algunos de los escenarios que se plantearon después del intento golpista", considera el profesor de ICADE.
“Prigozhin molestaba, creaba más problemas que los que podía resolver“
"Prigozhin molestaba, creaba más problemas que los que podía resolver", ha explicado por su parte en La Hora de La 1 Jesús A. Núñez Villaverde, codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria (IECAH). Putin querría "controlar a Wagner, al que sigue necesitando, pero eliminar a quien ha retado su poder", ha añadido.
"Las sospechas sobre el papel del gobierno ruso van a seguir existiendo", reconoce a RTVE.es Juan Tovar, profesor de Relaciones Internacionales de la Universidad de Burgos. "Me extrañaba que no hubiera habido una respuesta clara a la rebelión de Prigozhin, porque Putin no ha sido una persona que haya mostrado piedad o una actitud condescendiente ante la rebelión".
El gobierno ruso, de momento, no se ha manifestado ni sobre la muerte de Prigozhin ni sobre las sospechas sobre su implicación.
Una señal para los enemigos del Kremlin
Manuel Gazapo Lapayese, doctor en Relaciones Internacionales y director institucional de Universiae, ha destacado en RNE que Prigozhin se había convertido en referencia para un sector más radical y ultranacionalista de los dirigentes y la sociedad rusa, insatisfechos con la estrategia en Ucrania.
"Esto generó una reverberación importante, que puso en aprietos a Putin - explica el directivo de Universiae - porque no solo encontró una oposición en la población rusa que se opone a la guerra, sino una oposición interna, más radical, dentro de su ala ideológica, que no estaba de acuerdo en gastar recursos y vidas rusas en una operación militar que podría haberse llevado a cabo con mayor eficacia y rapidez".
"Es un aviso a navegantes: el régimen sigue fuerte, Putin sigue fuerte, tiene de momento el apoyo de los servicios secretos y del Ejército", explica José Ángel López. "Lo que Putin está diciendo, y esto se puede trasladar al conflicto en Ucrania, es que va a morir matando, morir fisícamente o políticamente", añade.
El profesor de ICADE señala que no es "casualidad" que, solo un día antes de la muerte de Prigozhin, se anunciara la destitución del mando del general Serguéi Surovikin, del que no se tenían noticias desde hace dos meses.
“Es un aviso a navegantes: el régimen sigue fuerte, Putin sigue fuerte“
Surovikin fue quien, cuando estuvo al mando de las operaciones en Ucrania convirtió a los Wagner en la punta de lanza del ataque ruso, en contra de la opinión del jefe del Estado Mayor, Valery Gerasimov, que acabó ocupando su puesto.
¿Qué pasará con el Grupo Wagner?
El Grupo Wagner está ahora descabezado. En el avión que se estrelló este miércoles en Tver viajaban también el número dos de Prigozhin, Dmitri Utkin, y Valery Chekalov, responsable de logística.
En sus redes sociales, los autodenominados "comandantes" de Wagner han pedido a sus efectivos que "no hagan estupideces" ni saquen "conclusiones apresuradas". "Sólo la victoria sobre el enemigo externo nos dará la ventaja y la fuerza para ordenar el interior de nuestra casa", han advertido.
López Jiménez señala que uno de los factores del conflicto entre Prigozhin y el gobierno ruso es que se quiso obligar a los mercenarios a firmar un contrato de reclutamiento con las Fuerzas Armadas regulares.
"Esa situación se puede repetir ahora - apunta -. Puede ocurrir que haya una disociación del grupo, que una parte se integre en las Fuerzas Armadas y que otra opere en el extranjero, bajo un líder marioneta del Kremlin, pero aún son meras hipótesis".
Los 'wagneritas' están muy presentes en África, en países como Mali, Burkina Faso y República Centroafricana, y se les habían abierto las puertas de Níger tras el golpe de Estado. En este continente es donde Prigozhin convirtió su empresa en una "multinacional de la violencia y la economía sumergida", en palabras de Jesús Núñez.
Tanto Núñez como Tovar creen que el Kremlin seguirá necesitando de este tipo de grupos mercenarios como "palancas" o "instrumentos armados" como herramienta de su influencia en África, donde el asesoramiento y la ayuda militar son factores importantes.