Ascienden a 43 los muertos en la República Democrática del Congo por las protestas contra la misión de paz de la ONU

• La revuelta, que tuvo lugar el pasado miércoles, fue convocada por una secta religiosa en la ciudad de Goma
• En junio de 2022 se produjo otra protesta contra la ONU, a la que se acusa de no proteger a la población de los grupos armados

Al menos 48 muertos y 75 heridos en una manifestación contra la ONU en El Congo

Al menos 43 personas fallecieron y 56 resultaron heridas durante el pasado miércoles en las protestas convocadas por una secta religiosa del este de la República Democrática del Congo (RDC) contra la misión de las Naciones Unidas (conocida como Monusco) en el país, a la que acusaron de no proteger a los civiles tal y como ha informado el Gobierno congoleño.

El mismo día de las protestas las autoridades provinciales ya informaron de la muerte de siete personas, si bien indicaron que ese "recuento" aún era "provisional".

"Los manifestantes alteraron el orden público y mataron por lapidación a un agente de la Policía, lo que provocó la intervención de las fuerzas de seguridad para restablecer la tranquilidad y serenidad en la ciudad (de Goma)", ha señalado el Ministerio de Comunicación y Medios de Comunicación de la RDC en un comunicado emitido a última hora de este jueves.

Las movilizaciones ocurrieron en la ciudad de Goma, capital de la provincia de Kivu del Norte y una de las principales urbes del este del país.

"Al mismo tiempo que deplora la pérdida de vidas, el Gobierno de la RDC presenta sus condolencias a los familiares de las víctimas y expresa toda su compasión a los heridos", añade el documento.

Según el Ministerio, las autoridades del país han abierto una investigación militar para que los "culpables puedan responder de sus actos ante los tribunales".

Naciones Unidas pide que se investigue la actuación de las fuerzas de seguridad

Monusco ha expresado sus condolencias en un comunicado, mostrando también preocupación por las amenazas de violencia que continúan. Además, la misión alienta a las autoridades congoleñas "a llevar a cabo una investigación pronta e independiente", así como a "tratar humanamente a los detenidos y respetar sus derechos".

Mientras tanto, la Oficina de la ONU para los Derechos Humanos ha pedido este viernes una investigación que "examine de forma completa el uso de la fuerza por parte de los cuerpos de seguridad" tras la tragedia, y ha sugerido que el número de víctimas puede ser mayor al que afirma el gobierno.

Tal y como ha indicado en rueda de prensa la portavoz de la oficina, Ravina Shamdasani, ha habido 222 detenidos, -frente a los 158 comunicados por el gobierno congoleño-, entre los que se encuentra el líder de la secta que organizó las protestas, Ephraïm Bisimwa y serán juzgados "en las próximas horas", según afirma el gobierno.

La portavoz de la ONU ha considerado los hechos "extremadamente alarmantes" y ha pedido que "los responsables de violaciones rindan cuentas, sin importar su afiliación". También ha agregado que "las personas tienen derecho a expresarse libremente y a la manifestación pacífica, incluso ante Naciones Unidas y otros actores".

Por su parte, la jefa de la filial local de Cruz Roja Internacional en Goma, Anne-Sylvie Linder, ha afirmado que su clínica recibió un alto número de personas con heridas graves de arma blanca y arma de fuego tras la protesta. "Algunos estaban muertos cuando llegaron", ha asegurado.

En 2022 hubo al menos 33 muertos por protestas contra la ONU

Los manifestantes pertenecían a la secta "Fe Natural Judaica Mesiánica para las Naciones" (FNJMN), cuyos miembros se hacen llamar "wazalendo" ("patriotas", en suajili), como se conoce a las milicias armadas que colaboran con el Ejército congoleño para luchar contra otros grupos rebeldes en el este del país.

Esta no es la primera vez que la población congoleña sale a la calle para protestar contra la Monusco, presente en la RDC desde hace más de dos décadas y a la que a menudo se le acusa de no hacer lo suficiente para proteger a los civiles del más de un centenar de grupos armados que operan en el este del país.

Las protestas de junio de 2022 desembocaron en el asalto y saqueo de las instalaciones de la ONU en varias localidades, causando al menos 33 muertos, incluidos civiles y cuatro cascos azules, según cifras oficiales.

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Después de esos hechos, el presidente congoleño, Félix Tshisekedi, habló en agosto de 2022 con el secretario general de la ONU, António Guterres, para abordar la crisis, tras confirmar que "un plan de retirada progresiva" de la misión está en marcha de cara a 2024.

El este de la RDC lleva más de dos décadas sumido en un conflicto alimentado por las milicias rebeldes y los ataques de los soldados del Ejército, pese a la presencia de la Monusco, con alrededor de 16.000 efectivos desplegados.