Del "Se acabó" al #SeAcabó: cómo María Jiménez abrió camino al alzar la voz contra la violencia machista
- La artista lanzó la canción en 1978 y hoy todavía es un himno contra el maltrato, que ella misma sufrió y denunció
- Su estilo provocador e independiente fue también una muestra de empoderamiento femenino
"Se acabó". María Jiménez ha muerto este jueves a los 73 años y su himno contra el maltrato machista no ha dejado de estar de actualidad. Quizás este 2023 lo está más que nunca, cuando esas mismas palabras se han convertido en el catalizador de un #MeToo en España, el movimiento por el que las mujeres relatan sus experiencias de acoso sexual y laboral, tras el beso no consentido de Luis Rubiales a la jugadora Jennifer Hermoso en la final del Mundial de Fútbol.
Ella también fue una superviviente de la violencia de género y, sobre todo, fue una pionera al contarlo públicamente. "Ese señor me maltrataba. Me daba una paliza y me maltrataba psicológicamente. Después me decía: 'vamos a casarnos otra vez'. Y yo como una tonta, tras dos carantoñas, le creía", contó en el programa Lazos de Sangre de TVE en 2021 sobre su relación con el actor Pepe Sancho.
Pero esas declaraciones corresponden ya al desenlace de la historia. Cuando en 1978 lanzó la canción "Se acabó" en un exitoso disco bajo el mismo nombre, la cantante no podría imaginarse lo que su letra significaría después para su trayectoria profesional y personal, así como para la historia musical y social de España.
No obstante, en ese momento la artista ya era una madre soltera que contó orgullosa en Retrato en Vivo (1981) cómo había sacado adelante a su hija Rocío, que murió unos años después en un accidente de tráfico.
Años de "soledad acompañada y puteada"
La relación tormentosa con Pepe Sancho tampoco era una misterio para la sociedad española. La pareja se casó y separó tres veces y en esos 20 años de idas y venidas, la televisión fue testigo de reproches en directo o de la elocuente imagen durante una entrevista en el programa Cosas: el actor respondía a las preguntas sobre su talante en las relaciones y María Jiménez escuchaba detrás, tras las rejas de la ventana de su casa.
Cuando ella contó algunas de las vivencias de "aquella soledad acompañada y puteada" en un libro de memorias titulado "Calla Canalla", Sancho la denunció por atentar contra su derecho al honor, pero el Tribunal Supremo acabó dándole la razón a María Jiménez, porque con sus descripciones no había faltado a la verdad, según contó la periodista Paloma García-Pelayo en Lazos de Sangre.
"Ahora quiero vivir", dijo a los medios en la presentación del libro en 2002. La cantante tenía 52 años y su carrera se relanzaba con un disco versionando canciones de Joaquín Sabina ("Donde más duele") y después del éxito de la colaboración con La Cabra Mecánica en la canción "La lista de la compra".
La denuncia pública y sin tapujos de maltrato, no obstante, llegó más tarde, con Sancho ya fallecido. Y entonces, el "Se acabó", con su reivindicación de libertad y respeto, reveló todo su significado:
"Se acabó
Porque yo me lo propuse y sufrí
Como nadie había sufrido y mi piel
Se quedó vacía y sola
Desahuciada en el olvido y después
De luchar contra la muerte, empecé
A recuperarme un poco y olvidé
Todo lo que te quería y ahora ya
Y ahora ya, mi mundo es otro"
Pionera inconsciente del empoderamiento femenino
María Jiménez fue una pionera del empoderamiento femenino en todas las esferas. Y así, empoderada, pisó los escenarios en esta segunda etapa. "En sus programas de entrevistas aparece con una imagen renovada, extravagante, divertida y desconcertante por lo inesperado para una mujer de cierta edad. Pero el atrevimiento ha sido siempre marca personal de la cantante. Rubia, exuberante, provocadora y provocativa, la María Jiménez que se ha ofrecido a los medios ha sido una mujer sexualmente activa y emocionalmente fuerte, independiente y decidida", analizó la profesora Virginia Guarinos Galán, de la Universidad de Sevilla, en la publicación "Las mujeres y los medios de comunicación. Una mirada de veinte años (1983-2009)".
Para Guarinos, ya con "Se acabó" en 1978, María Jiménez aporta "la imagen de una moderna Carmen, símbolo de la libertad de la mujer de la Transición española". Sin embargo, ella no fue consciente de su aportación y valentía hasta años después. "Honestamente, no era consciente de las puertas que estaba abriendo", afirmó la cantante, en una entrevista a EFE. "Cuando ahora me veo en vídeo es cuando pienso que todo eso era muy fuerte".
Y gracias a impulsos como el suyo, la sociedad también ha cambiado. "En mi época eso (la violencia de género) no se podía denunciar. Si llega a pasar hoy, lo meto en la cárcel veinte años", declaró en Lazos de Sangre sobre el maltrato sufrido. Ahora, su figura se reivindica como "ejemplo frente al machismo", en palabras del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez.
"La obra de María Jiménez es parte de nuestra historia colectiva. Pionera en alzar la voz por la libertad, la igualdad y contra el maltrato hacia la mujer, su 'Se acabó' fue aliento y ejemplo frente al machismo. Todo mi cariño para sus seres queridos", ha escrito en la red social X (antigua Twitter).
"Que vuele alto María Jiménez. La mujer que puso voz al 'se acabó' frente al machismo cuando no era nada fácil, superviviente de violencia de género, fuerte, valiente y disfrutona. Nos deja caminos abiertos y un ejemplo valioso a muchas mujeres", ha compartido igualmente la ministra de Igualdad en funciones, Irene Montero.
#SeAcabó
El "Se acabó" ya forma parte de la memoria colectiva de España, aunque quizás fue solo casualidad que la futbolista Alexia Putellas eligiera exactamente esas mismas palabras para plantarse en contra del presidente de la RFEF, Luis Rubiales, tras la rueda de prensa en la que se negó a dimitir por el beso no consentido a Jennifer Hermoso en la final del Mundial.
"Esto es inaceptable. Se acabó. Contigo compañera", publicó la jugadora dos veces Balón de Oro en X, antes Twitter. La oleada de mensajes del resto de campeonas y otras futbolistas fue la semilla en España de un movimiento similar al #MeToo. Bajo el hashtag #SeAcabó en redes sociales, muchas mujeres se han animado a relatar sus experiencias de acoso sexual y laboral y, sobre todo, a denunciar que en muchas ocasiones son actitudes normalizadas y acalladas por el entorno.
La lucha por el respeto global a los derechos humanos y la dignidad de mujeres tiene camino por delante, pero como si de un conjuro se tratara, el "se acabó" ha hecho posible una pequeña transformación en el futbol y la sociedad española. Y así hoy el "mundo es otro", ya lo cantó María Jiménez.