El mayor balance de la acción climática global alerta: la ventana para limitar el calentamiento se cierra "rápidamente"
- Las emisiones siguen sin alinearse con los objetivos del Acuerdo de París para no sobrepasar un aumento de 1,5 ºC
- Se necesita "mucha más ambición" para reducir las emisiones, que deben alcanzar su pico antes de 2025, según la ONU
Las emisiones globales siguen sin alinearse con los objetivos marcados por el Acuerdo de París y la ventana para reducir estas emisiones y limitar el calentamiento global a 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales se está cerrando "rápidamente". Son algunas de las conclusiones del llamado "balance mundial" elaborado por Naciones Unidas y publicado este viernes, un análisis de en qué punto se encuentran los esfuerzos climáticos de los países que se elabora cada cinco años.
El actual adquiere especial relevancia, ya que es el primero que se elabora desde el Acuerdo de París de 2015, el histórico pacto por el que la comunidad internacional se comprometió a recortar las emisiones de gases de efecto invernadero y no superar un calentamiento de 1,5 o 2 grados, considerado como el límite de seguridad para el planeta. Además, será el documento de referencia para la próxima cumbre del clima, la COP28, que se celebrará en Dubái en diciembre.
Se necesita "mucha más ambición" para implementar las medidas de reducción de emisiones en cada país, halla este estudio, así como fijar "objetivos mucho más ambiciosos" para recortar un 43% las emisiones en 2030 y un 60% en 2035 comparado con los niveles de 2019, lo necesario para limitar el calentamiento a 1,5 grados, según el último informe del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre Cambio Climático de la ONU, del pasado marzo, la principal revisión científica sobre esta cuestión.
Aquel informe también señalaba que las emisiones deben alcanzar su pico antes de 2025, un pico que ya se ha alcanzado en países desarrollados –en la Unión Europea o Estados Unidos- y algunos en desarrollo, pero no a nivel global. Los países deben "llevar a cabo rápidas y profundas reducciones de los gases de efecto invernadero en las décadas tras alcanzar el pico", señala el balance, conocido en la jerga climática como global stocktake.
Con base en los objetivos nacionales actuales, el informe estima que en 2030 la brecha entre las emisiones que se espera que lleguen a la atmósfera y las que serían necesarias para limitar el calentamiento global será del equivalente a entre 20,3 y 23,9 gigatoneladas de dióxido de carbono.
"Indispensable" aumentar el despliegue de renovables
Para llegar a las reducciones necesarias, hacen falta "transformaciones sistémicas" en todos los sectores y contextos, incluyendo aumentar el despliegue de las energías renovables y reducir gradualmente los "combustibles fósiles" que no . El análisis ve "indispensable" este incremento de las renovables para lograr "transiciones energéticas justas hasta las emisiones cero" y reducir los combustibles fósiles.
Otro aspecto crucial para reducir las emisiones es "acabar con la deforestación" y revertirla antes 2030, mediante la restauración de los ecosistemas ya afectados, lo que resultaría en una "absorción de CO₂ a gran escala". Pero el informe no solo pone el foco en el dióxido de carbono, principal pero no único responsable del calentamiento global, que ya nos ha llevado a que la temperatura global sea de 1,2 grados por encima de niveles preindustriales, y pide reducir las emisiones de otros gases como el metano.
Pide aplicar "urgentemente" medidas de adaptación
Además de la mitigación -aquello que hace referencia a la reducción de emisiones-, el balance mundial elaborado por la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático reclama medidas más contundentes en el terreno de la adaptación, es decir, prepararse para los impactos del cambio climático que ya están azotando la Tierra en el presente, como los fenómenos meteorológicos extremos -incendios, sequías, inundaciones- que están sacudiendo países de todo el mundo este 2023.
Es necesario aplicar "urgentemente" medidas de adaptación de mayor calado así como más esfuerzos para "evitar, minimizar y abordar las pérdidas y daños que ya está dejando el cambio climático. Con las pérdidas y daños se hace referencia a las víctimas mortales, heridos y daños materiales que dejan los efectos del cambio climático, un asunto que adquirió especial relevancia en la última cumbre del clima de Egipto, donde se acordó crear un fondo específico para esta cuestión.
Se trata de un asunto con mucho peso en los países más vulnerables a estos efectos -Bangladesh o las islas del Pacífico suelen ponerse como ejemplo-, "aquellos menos preparados para el cambio y menos capaces de recuperarse de los desastres", según este análisis, y que suelen tener mucha menor responsabilidad en las emisiones históricas que los países ricos.
"Los efectos del cambio climático están erosionando los logros del pasado en materia de desarrollo humano y, si no se adoptan medidas de adaptación suficientes, dificultarán la consecución de dichos logros en el futuro", apunta el balance de la ONU.
Expertos piden que el informe oriente la acción climática
Para Laurence Tubiana, CEO de la European Climate Foundation y una de las arquitectas del Acuerdo de París, el informe es un "elemento muy importante" dentro del proceso abierto por aquel pacto alcanzado en la capital francesa. Valora como algo positivo el hecho de que todos los países hayan participado, lo que tiene "mucho peso" en el contexto actual global, con la guerra de Ucrania reviviendo tensiones geopolíticas.
Tubiana ha asegurado que este informe "marca la dirección" de la acción climática en los próximos años, y ha apuntado concretamente que "ninguna nueva infraestructura de combustibles fósiles es consistente con el Acuerdo de París", de ahí el "énfasis" en las renovables.
Durante la próxima cumbre del clima en Emiratos Árabes Unidos se tratará el contenido de este informe, pero el nivel de ambición que se alcance dependerá en gran medida de la Presidencia de esta cumbre, según los expertos. Activistas climáticos han criticado duramente que esta Presidencia la ostenta Sultan Al Jaber, también presidente de la compañía petrolera nacional de Abu Dabi.