Las claves del terremoto en Marruecos: el más grave registrado y sin edificios preparados para el temblor
- Al menos 2.012 personas han muerto y más de 2.000 han resultado heridas
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El terremoto ocurrido este viernes en Marruecos, con magnitud 6,8, ha sido el más fuerte registrado en el país, por encima incluso del temblor de 2003 que alcanzó la magnitud de 6,4. "Es un cambio sustancial. La forma en la que ha repercutido es mayor, mucho mayor", ha valorado el director de la Red Sísmica Nacional, Juan Vicente Cantavella, en el Canal 24 horas, cuando ya se han confirmado al menos 2.012 muertos y más de 2.000 heridos.
Mientras los equipos de emergencias y vecinos continúan con las labores de rescate de víctimas que hayan podido quedar atrapadas bajo los escombros, Cantavella y otros expertos nos explican las claves de la catástrofe en una región con construcciones poco preparadas para los seísmos.
Sur de Marruecos, una zona con pocos terremotos
El epicentro del terremoto se sitúa en la localidad de Ighil, a 60 kilómetros al suroeste de la ciudad de Marrakech, con la provincia de Al Haouz como región más afectada. "Es una zona en la que los terremotos son mucho menos frecuentes que en el norte de Marruecos, cerca del borde entre las placas africana y asiática", ha señalado Cantavella, que ha explicado que ahí, en la cordillera del Atlas, los registros históricos tampoco suelen mostrar temblores tan graves como el de la noche del viernes.
En cualquier caso, la causa es la misma que la que produce los terremotos, más frecuentes, del norte de Marruecos o, incluso, el sur de España: "Hay una colisión entre la placa africana y la placa euroasiática y eso genera unas tensiones que se liberan en fallas tectónicas". Esa expansión de energía es la que provoca que se perciban movimientos o fuertes temblores en la superficie.
"Se conocían fallas tectónicas en el Atlas lo suficientemente grandes como para producir un terremoto de esta magnitud, pero se espera que ocurran con muy baja frecuencia. Eso no quiere decir que no pueda ocurrir", ha concluido el sismólogo, lamentando que este año haya "tocado" la catástrofe.
El terremoto principal y las réplicas
El terremoto principal ha ocurrido a las 10:10 pm, hora universal (las 11:10 pm, hora local) y ha registrado luego unas 25 réplicas superiores a magnitud 3. La mayor de ellas ha sucedido apenas 20 minutos después del primer temblor y ha alcanzado una magnitud de 5,1, según ha localizado el Instituto Geográfico Nacional.
"Es muy normal que ocurran cientos de réplicas. Las que hemos detectado de magnitud entre 3 y 4 se habrán sentido en la zona, por supuesto. No habrán causado daños importantes, salvo la de magnitud 5, porque tenemos que tener en cuenta que después del terremoto principal las construcciones ya se debilitan y son más susceptibles de sufrir daños ante una réplica de menor magnitud. Por lo tanto, es totalmente esperable que sigamos observando y se sigan produciendo réplicas en la zona y la población tiene que estar muy atenta a ello", ha advertido Cantavella.
A este respecto, el geofísico experto en terremotos Cristián Farías ha afirmado también en el Canal 24 horas que es "muy probable que lo peor" sucediera ya en la noche del viernes, puesto que no se han dado muchas réplicas y estas no han sido muy fuertes, si bien ha admitido que no se puede saber a ciencia cierta lo que va a ocurrir.
Una profundidad de 8 kilómetros
Otro de los factores que explican el grave impacto del terremoto en Marruecos, con tantos daños personales y materiales, es que se ha producido a una profundidad de ocho kilómetros.
El temblor se ha llegado a sentir en Huelva, Cádiz, Sevilla e, incluso Jaén, pero esto, ha dicho, se debe a la magnitud y no a la baja profundidad. "Estamos a más de mil kilómetros de distancia. La elevada magnitud hace que las ondas sísmicas sean tan fuertes que no se atenúan, sintiéndose incluso en el sur de la Península Ibérica y en Canarias", ha explicado.
Finalmente, el experto ha recalcado que un terremoto de tan alta magnitud y baja profundidad no era esperable en la zona.
Construcciones precarias y poco preparadas para los sismos
"Marruecos tiembla, pero no es un país particularmente famoso en el mundo por los grandes terremotos que pueda tener". Para el geofísico Cristián Farías, esa es otra de las cuestiones que explican la elevada cifra de víctimas por el sismo.
"Cuando las construcciones no están bien hechas o no están pensadas para un fenómeno de este estilo, tenemos el desastre que estamos viendo", ha apuntado el experto en terremotos y volcanes, que se encontraba precisamente en Marrakech cuando ha sucedido.
La parte vieja de la ciudad es, por ello, la más afectada. También los pueblos de zonas montañosas más cercanos al epicentro. Allí pueden encontrarse construcciones tradicionales con adobe y materiales ligeros que ofrecen mucha menor resistencia que los edificios más altos y modernos de la zona nueva de las ciudades.
"Las viviendas se convierten en armas de destrucción de alguna forma. Te caen encima y eso es lo que te mantiene atrapado", ha señalado, por lo que considera probable que las cifras de muertos sigan en aumento.
Impredecible, pero no improbable
Finalmente, a Marruecos le ha tocado sufrir un desastre natural impredecible, aunque no improbable. "Nadie sabe predecir terremotos a día de hoy", afirma Farías. "Lo que se ha hecho en varias partes del mundo es tratar de comprender cuál podría ser el peor escenario. Y eso se hace investigando, estudiando las fallas que hay en una zona, tratando de ver cuán activas pueden estar y, de alguna manera, así saber diferenciar cuán grande podría llegar a ser un terremoto".
Con ello, puede mejorarse la preparación para esta clase de eventos, aunque sea imposible saber cómo y cuándo llegará el temblor. "No hemos tenido avances en esa línea y probablemente no los podamos hacer".
Según recalca el Servicio Geológico de EE.UU. (USGS), desde 1900 se han producido nueve terremotos de magnitud 5 o superior, ninguno de ellos de más de 6. La mayoría de ellos se han producido más al este que en esta ocasión. En total, son 1.597 terremotos de magnitud superior a 3 en el último siglo.
Algunos de ellos continúan imborrables en la memoria de los marroquíes. En 1960, un terremoto de magnitud 5,8 se cobró la vida de más de 12.000 personas. En 2004, otro seísmo de magnitud 6,4 mató a más de 600.