Daniel Calparsoro: "El yihadismo está sobretratado en películas y series"
- El cineasta estrena el thriller Todos los nombres de Dios, con Luis Tosar e Inma Cuesta
- Participada por RTVE, se estrena en cines el 15 de septiembre
Thriller de acción con vocación comercial. El cine de Daniel Calparsoro está asociado a una sólida marca desde hace más de una década, aunque al cineasta le sea ajena. “Solo pienso en cada proyecto y no me corresponde ponerme etiquetas ni quitármelas”. Todos los nombres de Dios, su nueva película, corresponde sobre el papel según su propia definición: “Una combinación de mucha tensión con personajes muy emocionales”, resume.
Santi (Luis Tosar) es un taxista madrileño que sufre un atentado a las puertas de la terminal del aeropuerto de Barajas. Intenta evacuar a un herido (Nourdin Batán) que resulta ser uno de los terroristas, cuya bomba no ha sido detonada, que le secuestra para huir. “No se enfrenta a la situación como un héroe de acción, sino que trata de sobrevivir y a la vez arreglar platos rotos de su vida personal. No es una película de caza al terrorista y venganza, sino de alguien que arregla cosas íntimas que nada tienen que ver con el yihadismo”.
Todos los nombres de Dios parte de un guion de Gemma Ventura que Calparsoro recibe como encargo en 2018. “Vi que tenía un potencial enorme para combinar el thriller espectáculo con elementos emocionales muy grandes”, explica el director, que desde el primer minuto tenía dos cosas claras: “Quería que fuera Luis Tosar y quería rodar en la Gran Vía”.
Rodar en un Gran Vía vacía
La secuencia de la arteria madrileña implicaba filmar con el tráfico cortado y aceras vacías. En la secuencia, el protagonista porta una bomba que se activa si detiene su caminar y tiene que andar rodeado de policías desde Plaza de España hasta Alcalá.
“Fue el mayor desafío. Teníamos muy poco tiempo y no solo era complejo por vaciarla: estaba toda la interpretación de Luis, que en el camino habla con su mujer (Patricia Vico) y su hijo, que le daban réplica desde la propia Gran Vía. En muy poco tiempo teníamos que cuadrar muchas cosas”, recuerda del día de rodaje.
El yihadismo es un trasfondo que forma parte de muchos thrillers, incluido el multipremiado No habrá paz para los malvados. “El yihadismo está sobretratado”, opina el director. “Tenemos una información enorme de películas y series, ya sean nacionales, europeas o norteamericanas. No me interesaba tanto, aunque tiene claro ecos del 11-M y 19 años después es un buen momento para tocar el tema sin herir sensibilidades”.
La familia del terrorista se muestra, de hecho, como una víctima indirecta. “Es una familia completamente integradas, de origen marroquí, pero con hijos españoles. De hecho, es una historia de hermanos”.
Inma Cuesta interpreta a una jefa antiterrorista en su primer día de trabajo. “Tiene que enfrentarse a sus superiores, un mundo de hombres, y tiene que apostar por el modo en el que ve las cosas. La película habla de personas reconocibles y eso es lo que hace que llegue emocionalmente”.