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¿Puede ocurrir un terremoto como el de Marruecos en España? ¿Estaría preparada?

  • El sudeste peninsular, la costa atlántica andaluza y Pirineos son las zonas de mayor riesgo sísmico
  • El riesgo global es bajo comparado con otros puntos del planeta, pero en algunos puntos podría ser considerado medio

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España, en riesgo sísmico moderado: ¿qué comunidades están más amenazadas?, ¿están preparados nuestros edificios?

El epicentro del terremoto de Marruecos, el mayor en la historia del país norteafricano desde que existen registros, se ha producido a más de 700 kilómetros de la Península Ibérica. Entre el norte de Marruecos y el sur peninsular convergen dos placas tectónicas, la euroasiática y la africana, que chocan entre sí y generan una gran inestabilidad sísmica. En las zonas cercanas a esta frontera geológica es donde se registran los terremotos más intensos, tanto en España como en el país vecino. Sin embargo, en esta ocasión, el seísmo no guardaría relación directa con la colisión de placas. Todo apunta a que la causa podría estar en una falla de empuje denominada Atlas Sur, que no se esperaba que pudiera generar temblores de semejante magnitud.

El reciente terremoto no se ha originado en ningún borde de placa, sino que lo ha hecho en lo que los geólogos llaman “falla intraplaca”. Estos temblores se producen dentro de las placas tectónicas, a diferencia de los terremotos "interplaca", mucho más comunes, que son los que se desencadenan en los límites de dos placas tectónicas. "La falla Atlas Sur no es específica de la colisión de placas, sino que es una falla que está haciendo que se eleve la cordillera del Atlas", explica a RTVE.es Manuel Regueiro, presidente del Colegio de Geólogos, quien compara al reciente terremoto con los que se producen habitualmente en Pirineos, "que no tienen que ver con ningún borde de placa actual", aunque deja claro que los seísmos que se han registrado hasta ahora en las montañas que separan España de Francia "no han producido grandes daños".

Así, las zonas españolas de mayor riesgo sísmico son las que están más cerca de esa confluencia entre la placa euroasiática y la africana. Las provincias que engloba son Alicante, Murcia, Almería, Granada, Málaga y Cádiz. Además, Melilla también se encuentra en un área de riesgo sísmico. Hay que recordar que el seísmo más destructivo en España se produjo en Almería en 1522. Fallecieron más de 2.500 personas, la capital quedó arrasada y alrededor de 80 poblaciones fueron destruidas.

Además, los expertos sitúan los eventos potencialmente más catastróficos en el Océano Atlántico, donde ya hay un precedente conocido: el terremoto de Lisboa de 1755, que se originó a unos 200 kilómetros de la costa y tuvo una magnitud en torno a 8,5. Este seísmo devastó la capital portuguesa -murió un tercio de su población- y en España llegó a afectar a poblaciones tan distantes entre sí como Ayamonte, donde fallecieron centenares de personas, o Salamanca, donde se produjeron daños estructurales en algunos edificios. Otro terremoto posterior, registrado en 1969 en el Cabo de San Vicente, alcanzó una magnitud de 7,8, y se dejó sentir con mucha intensidad en Andalucía Occidental y en el sur de Portugal.

Amenaza de tsunamis en la costa andaluza

Más allá de los efectos directos de las sacudidas, en este caso el mayor peligro estaría en la posibilidad de que se generasen tsunamis potencialmente destructivos que llegasen a tierra. La costa andaluza, especialmente Huelva y Cádiz, tiene uno de los índices de peligrosidad por maremotos más elevados de España, aunque en todo caso puede considerarse como moderado en una escala global, si se compara con otras zonas del mundo. "Hay una enorme cantidad de terremotos de poca profundidad y mucha potencia frente a la zona de Huelva y Cádiz, y cualquiera podría generar un tsunami", advierte Manuel Regueiro.

Sin embargo, el litoral andaluz no está desprotegido ante un eventual fenómeno de estas características, ya que se han instalado boyas en alta mar para avisar en caso de que se produzca un tsunami, lo que permitiría a la población refugiarse en zonas altas. "Si el seísmo se produjera más o menos donde lo hacen habitualmente los terremotos tsunamigénicos en esta zona del Atlántico, tendríamos aproximadamente una hora desde que la boya avisa hasta que llega la ola", puntualiza el presidente de los geólogos españoles.

"El riesgo sísmico de España es bajo comparado con otros puntos del planeta, a pesar de que en algunos puntos podría ser considerado medio", valora Regueiro, quien cree que, más allá del sudeste peninsular y en menor grado los Pirineos, "es imposible que suceda un terremoto como el de Marruecos en otras zonas españolas", algo que "no quita que haya que construir con norma antisísmica, y también tomar medidas no estructurales, como educar a la gente". "Si en cualquier hotel es obligatorio poner un cartel que indica por dónde salir en caso de incendio, ¿por qué no hay carteles en zonas de mayor riesgo sísmico con lo que hay que hacer en caso de terremoto?", se pregunta, y sugiere que "el aprendizaje en los colegios y la educación en riesgos tendrían que ser una asignatura obligatoria, sobre todo en las zonas de riesgo".

Construcción antisísmica

En España, la Norma de Construcción Sismorresistente en Edificación (NCSE) es la que regula las condiciones que deben cumplir los edificios para resistir un terremoto. Esta normativa, aprobada en 2002 y actualmente en revisión, incluye una serie de normas sismorresistentes aplicables en función de la peligrosidad de la zona, e indica cómo se tienen que construir los edificios para absorber las ondas sísmicas en caso de que se produzca un terremoto. Son los geólogos quienes calculan la peligrosidad sísmica y después los arquitectos establecen las normas de construcción.

Las primeras normas antisísmicas obligatorias en España se remontan a finales de la década de 1960 y comienzos de la de 1970, por lo que los edificios construidos con anterioridad estarían desprotegidos ante eventuales seísmos. El decano del Colegio de Arquitectos de Madrid (COAM), Sigfrido Herráez, cree que un terremoto como el de Marruecos podría ocurrir en España en el sudeste peninsular, y advierte de que muchas viviendas anteriores a 1970 podrían caer o resultar seriamente afectadas.

En declaraciones a Europa Press, Herráez reconoce que, aunque la normativa sismorresistente en España es exigente en las nuevas edificaciones, es "muy caro" en el caso de rehabilitaciones y reformas de edificios antiguos, por lo que estas obras apenas se acometen.

El decano de los arquitectos madrileños señala que tanto en Marruecos como en Europa hay una normativa sismorresistente, de modo que "lo que se ha caído" en Marrakech es la zona construida antes de la propia norma. "Eso mismo ocurrió en Lorca", recuerda sobre el temblor de 2011 en Murcia, donde las viviendas y edificaciones más afectadas fueron las más antiguas.