El Gobierno de Meloni endurece su política migratoria tras el aumento de llegadas en Lampedusa
- Prolonga el tiempo que pueden ser detenidos los migrantes y creará más centros de detención
- Casi 10.000 migrantes llegaron a la isla de Lampedusa la semana pasada
El Gobierno de Italia ha aprobado este lunes medidas para aumentar el tiempo que los migrantes pueden ser retenidos y garantizar que más personas que no tienen derecho a quedarse sean repatriadas.
La medida se produce después de que casi 10.000 migrantes llegaran a la isla de Lampedusa, en el sur de Italia, la semana pasada, asentando un golpe a la credibilidad de la primera ministra, Giorgia Meloni, quien ganó el cargo el año pasado prometiendo frenar la inmigración ilegal.
En un intento por recuperar la iniciativa, el gabinete ha prolongado el tiempo que los inmigrantes en espera de repatriación pueden ser retenidos hasta 18 meses desde los tres actuales.
"Será todo el tiempo necesario no solo para hacer las evaluaciones necesarias, sino también para proceder a la repatriación de aquellos que no reúnen los requisitos para la protección internacional", ha indicado Meloni al inicio de la reunión del gabinete.
Según datos del Gobierno, más de 127.000 migrantes han llegado a Italia en lo que va de año, casi el doble que en el mismo periodo en 2022. Los inmigrantes proceden de países como Guinea, Costa de Marfil, Túnez, Egipto, Burkina Faso, Bangladesh y Pakistán.
Más centros de detención en zonas aisladas
Además, los ministros han aprobado la creación de más centros de detención en zonas aisladas, según fuentes gubernamentales. Meloni ha dicho que Italia necesita aumentar la capacidad de dichas instalaciones, ya que habían sido debilitadas durante años.
Según la ley italiana, los inmigrantes que se enfrentan a la repatriación pueden ser detenidos si no pueden ser expulsados de forma inmediata. Las autoridades dicen que la mayoría de los inmigrantes se dirigen a Italia por razones económicas y, por lo tanto, no son elegibles para solicitar asilo.
Los esfuerzos anteriores para retener a los inmigrantes han fracasado en gran medida y los detenidos se escapan de forma repetida de los centros y, a menudo, se dirigen directamente a los países más ricos del norte de Europa.
La CILD condena las medidas
Las últimas medidas del Gobierno para frenar el flujo migratorio han sido condenadas por la oposición y grupos de derechos humanos.
La Coalición Italiana por los Derechos y Libertades Civiles (CILD) ha calificado los centros de detención de "agujeros negros" donde se producen graves violaciones de los derechos fundamentales, y ha añadido que son caros e ineficaces.
El Parlamento italiano aprobó en abril medidas para crear nuevos centros de inmigrantes para personas que esperan conocer el resultado de sus solicitudes de asilo, así como más centros de detención para quienes enfrentan la expulsión.