Azerbaiyán inicia una campaña militar para recuperar el control del enclave armenio de Nagorno Karabaj
- Bakú habla de "operación antiterrorista local" pero los indicios apuntan a un intervención a gran escala
- Rusia, garante del acuerdo de alto el fuego entre Armenia y Azerbaiyán, pide evitar el derramamiento de sangre
Azerbaiyán ha iniciado este martes una operación militar en Nagorno Karabaj, una región de mayoría armenia dentro del país, que en parte permanece bajo control de secesionistas proarmenios. El Ministerio de Defensa de Azerbaiyán ha anunciado "acciones antiterroristas de carácter local" en la región tras la muerte de seis personas, entre ellas cuatro policías, en un incidente del que Bakú responsabiliza a un grupo de sabotaje armenio.
Según la administración presidencial azerbaiyana, citada por la agencia estatal de noticias, las medidas iniciadas llegarán "hasta el final" mientras las unidades militares armenias no se rindan y entreguen sus armas.
"Las fuerzas armadas ilegales armenias deben izar la bandera blanca, entregar todas las armas y el régimen ilegal debe disolverse. De lo contrario, las operaciones antiterroristas continuarán hasta el final", ha declarado la administración presidencial, que ha dicho estar dispuesta, si es necesario, a mantener conversaciones "con los representantes de la población armenia de Karabaj en Yevlakh", una ciudad azerbaiyana.
Bombardeos en la capital y otras localidades
Durante la jornada se han registrado bombardeos en capital regional, Stepanakert, así como en otras localidades, según han informado las autoridades locales y muestran vídeos en redes sociales. Sus habitantes han corrido a los refugios, mientras el Ministerio de Defensa azerbaiyano ha anunciado que se han establecido corredores humanitarios para que los civiles puedan huir, incluyendo el llamado "corredor de Lachín", que conduce a Armenia.
Horas después del inicio de la operación, el ejército separatista de Nagorno Karabaj ha asegurado que la intensidad de los disparos a lo largo de la línea de contacto con las fuerzas azerbaiyanas se había "reducido significativamente". Las declaraciones llegaban poco después de que la agencia de noticias TASS citara al asesor presidencial azerbayano, Hikmet Hajiyev, que aseguraba que Bakú estaba cerca de cumplir los principales objetivos.
Un funcionario por los derechos humanos de la región separatista ha asegurado que al menos 25 personas han fallecido a causa de la ofensiva militar azebaiyana, de los cuales dos eran civiles. La información, citada por Reuters, no ha podido ser verificada.
La fiscalía de Azerbaiyán, por su parte, ha anunciado la primera muerte de un civil en los enfrentamientos. Un ingeniero de la construcción "ha muerto de una herida de metralla tras un ataque de las fuerzas armadas armenias con armas de gran calibre, incluidos morteros, contra Shusha", ciudad controlada por Azerbaiyán, según han indicado las autoridades.
Nagorno Karabaj pide cesar el fuego y negociar
Las autoridades de Nagorno Karabaj han pedido a Bakú el cese de las hostilidades y el inicio de negociaciones. "La parte karabají se dirige a Azerbaiyán con el llamamiento del cese inmediato de las hostilidades y el arreglo de la situación actual en la mesa de las negociaciones", se lee en un comunicado del Centro de Información de Nagorno Karabaj.
El primer ministro de Armenia, Nikol Pashinyan, ha asegurado que los azerbaiyanos pretenden tomar todos los núcleos de población de Nagorno Karabaj, y ha pedido a las tropas rusas presentes en la zona que intervengan.
"Las Fuerzas Armadas de Azerbaiyán empezaron a bombardear Nagorno Karabaj casi en todo el territorio y más tarde iniciaron una operación para romper la línea de contacto y tomar bajo su control posiciones y localidades karabajíes", ha dicho Pashinián en un discurso a la nación.
Mientras tanto, cientos de manifestantes armenios protestan contra la operación "antiterrorista" y han protagonizado choques violentos con la policía en las inmediaciones de la sede del Gobierno en Ereván.
Rusia, "profundamente preocupada" por la escalada
Rusia, que es, en teoría, la garante del acuerdo de alto el fuego entre Armenia y Azerbaiyán desde 2020, y tiene fuerzas desplegadas como observadores, ha pedido evitar el derramamiento de sangre y se ha mostrado "profundamente preocupada" por la "brusca" escalada de la situación.
Moscú, que ha reconocido que Bakú le informó minutos antes del comienzo de las operaciones, ha afirmado que está en contacto con ambos países y que sus soldados continuarán con su misión.
Asimismo, el Ministerio de Defensa ruso ha declarado que sus fuerzas de mantenimiento de la paz habían evacuado a casi 500 civiles de las zonas más peligrosas del territorio de Nagorno Karabaj y prestado asistencia médica a los heridos, según recoge la agencia de noticias RIA. De las 469 personas evacuadas, 185 eran niños, según el ministerio.
Según un comunicado de las autoridades separatistas armenias, en total han sido evacuados civiles de seis localidades de Nagorno Karabaj.
"Operación antiterrorista local"
El incidente que ha desencadenado la escalada militar es la muerte de dos civiles y cuatro policías azerbaiyanos este mismo martes, a causa de la explosión de dos minas en la región de Karabaj y de un ataque con morteros y armas ligeras en la región de Agdam.
Bakú ha culpado del incidente a un grupo de sabotaje armenio y ha anunciado la apertura de una causa penal por terrorismo, asesinato premeditado en base a odio étnico y portación ilegal de armas y explosivos.
Más tarde, el Ministerio de Defensa azerbaiyano ha asegurado que el objetivo de la "operación antiterrorista local" es "expulsar a las formaciones armadas de Armenia", "neutralizar su infraestructura militar", "garantizar la seguridad de la población civil" y restablecer el orden constituciona. Para ello, ha añadido, usarían "armas de alta precisión" contra objetivos militares y no civiles.
Por su parte, el Ministerio de Exteriores ha ido más lejos al asegurar que la paz en el enclave montañoso solo podrá mantenerse cuando se disuelva la entidad separatista pro armenia, que actualmente ejerce el control de facto en el Nagorno Karabaj, asegura Reuters.
La comunidad internacional reacciona a las acciones militares
La campaña militar azerbaiyana ha despertado reacciones entre la comunidad internacional, como Alemania, Francia, Turquía o la Unión Europea, que han instado al cese de las hostilidades.
La UE ha instado a Azerbaiyán a "poner fin" al ataque y al "cese inmediato de las hostilidades"."Hacemos un llamamiento al cese inmediato de las hostilidades y a Azerbaiyán a que ponga fin a las actividades militares actuales", ha dicho el alto representante de la UE para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, en un comunicado.
La ministra de Asuntos Exteriores alemana, Annalena Baerbock, también ha instado a Azerbaiyán a detener la operación y a regresar a la vía diplomática."La afirmación de Bakú de que prescindiría de medidas militares se ha incumplido", ha dicho Baerbrock desde los márgenes de la Asamblea General de la ONU en Nueva York.
Turquía, por su parte, ha calificado de "legítimas" las "preocupaciones" que han llevado a la operación militar azerbaiyana, pero ha pedido a Bakú y Ereván que vuelvan a la mesa de negociaciones.
El Ministerio de Exteriores armenio se ha dirigido al Consejo de Seguridad de la ONU y a sus socios internacionales para que reaccionen ante la "agresión" de Bakú que, ha dicho, "tiene como objetivo completar la política de limpieza étnica de Azerbaiyán".
Un conflicto de 30 años en el Cáucaso
El Nagorno Karabaj es una región de Azerbaiyán poblada mayoritariamente por armenios. Tras la desaparición de la URSS y el acceso a la independencia de Armenia y Azerbaiyán, se inició una guerra entre ambos países por su control. Los secesionistas pro-armenios lograron controlar la región, donde proclamaron la autodenominada República de Artsaj, sin reconocimiento internacional.
Las tropas armenias conquistaron a su vez un gran parte del territorio en torno al Nagorno Karabaj, garantizando una conexión terrestre con Armenia y provocando una oleada de refugiados azerbaiyanos.
Azerbaiyán (con el apoyo militar de Turquía, que le vende armas) reconquistó estas zonas de manos armenias en 2020 y 2022, pero los secesionistas controlan aún gran parte, incluyendo su capital, Stepanakert (Jankendi para los azerbaiyanos). Esta es la zona que ahora Bakú podría intentar recuperar.
Un alto el fuego pactado, con Rusia como mediador, se mantiene desde 2022, con escaramuzas ocasionales. Armenia ha acusado reiteradamente a Rusia de no hacer lo suficiente para que el acuerdo se respete.