La UE aplaza la decisión sobre las lenguas cooficiales y España propone "priorizar" el catalán
- España propone que se incorpore primero el catalán en el régimen lingüístico, ante la "gradualidad" pedida por algunos estados
- Una veintena de países ha reclamado más detalles sobre el coste de la medida y su impacto para el presupuesto comunitario
Los países de la Unión Europea han aplazado este martes la decisión sobre la oficialidad del catalán, el gallego y el euskera, como había pedido el Gobierno español hasta que no haya sobre la mesa un dictamen jurídico del Consejo de la UE sobre las consecuencias de la medida y un análisis de su impacto económico y práctico en el funcionamiento del bloque. Ante las "dudas" expresadas por algunos estados por tratarse de tres lenguas a la vez, España ha planteado "priorizar" al catalán como primera lengua que pasaría a ser oficial y ha recordado su ofrecimiento de asumir el coste de su traducción e interpretación, según ha explicado el ministro de Exteriores en funciones, José Manuel Albares.
Los 27 han decidido aplazar la aprobación, que requiere unanimidad, ya que varios países han pedido aclarar sus dudas legales, financieras y operativas sobre la medida, pero no ha habido "ningún veto", y se ha decidido el "despliegue primero con el catalán y luego con las demás lenguas", ha dicho Albares. La propuesta de dar prioridad al catalán se fundamenta, según ha explicado del ministro, en el "número de hablantes" y la "insistencia" de los "representantes" de este idioma.
"El Gobierno ha cumplido hoy con su compromiso y tal y como pedí por carta el pasado 17 de agosto (...) hoy hemos puesto en marcha aquí en Bruselas la reforma del reglamento número 1 sobre el régimen lingüístico de la UE", ha dicho Albares en declaraciones a la prensa tras la discusión con los países europeos.
Así ha quedado patente tras 40 minutos de discusión en la reunión de ministros de Asuntos Generales de la Unión Europea celebrada en Bruselas y que ha concluido sin que el asunto se sometiera a votación, porque las delegaciones necesitan "más tiempo" para estudiar el asunto, han informado fuentes europeas. Solo Eslovenia ha apoyado la propuesta explícitamente, la mayoría quieren saber más sobre las implicaciones de esta decisión.
Los países reclaman más detalles sobre el coste de la medida
Una veintena de ministros han tomado la palabra para expresar sus dudas y la presidencia de turno que ejerce España ha "tomado nota" de las posiciones de sus socios en la UE y anunciado que el Consejo "retomará el asunto en una reunión futura", sin aclarar los plazos, han señalado las fuentes.
Una vez constatado que los países reclaman más detalles sobre el coste de la medida y su impacto para el presupuesto comunitario, así como el estudio jurídico de su impacto para otras lenguas europeas, le corresponde ahora a la presidencia española preparar los siguientes pasos, tanto derivar la discusión técnica a los grupos de trabajo previstos en el seno del Consejo como encargar la opinión de los juristas de la institución.
Para salvar las reservas de sus socios en la UE, el Gobierno en funciones de Pedro Sánchez ofreció que fuera España quien asumiera el coste de traducir e interpretar el catalán, euskera y gallego en las mismas condiciones que el resto de lenguas oficiales de la UE, pero ello también planteó dudas jurídicas porque el reglamento europeo establece que debe ser financiado por las arcas comunitarias.
Antes del arranque de la reunión en Bruselas, el ministro de Asuntos Exteriores, José Manuel Albares, se apoyó en el derecho a expresarse en catalán, euskera y gallego que desde este martes se aplica en el Congreso de los Diputados para instar al resto de países de la Unión Europea a permitir su reconocimiento como lenguas oficiales del bloque comunitario.
"No se trata de una propuesta nueva o inédita, hace casi 20 años que España viene solicitándolo", ha insistido Albares en una declaración sin preguntas, para subrayar después que ya existen "arreglos administrativos" en el seno del Consejo y de la Comisión Europea que permiten la traducción de muchos de sus documentos a las lenguas cooficiales, aunque no hay un régimen equivalente con el Parlamento Europeo.
El portavoz del PNV en el Congreso, Aitor Esteban, ha advertido de que la propuesta de priorizar al catalán sobre el euskera y el gallego "no facilita" una posible investidura de Pedro Sánchez.
Por su parte, la eurodiputada del BNG Ana Miranda ha lamentado en un comunicado la decisión de "priorizar unas lenguas sobre otras" y ha advertido de que para su partido "no hay lenguas de segunda", al tiempo que ha reclamado que este tema no se aplace 'sine die' pese a que el Consejo no haya fijado plazos para la decisión.
Compromiso con el multilingüismo
Una mayoría de ministros de la Unión Europa han dejado claro a su llegada el compromiso con el multilingüismo como parte fundamental de la identidad europea, pero también han advertido de que echan en falta detalles sobre las consecuencias legales, prácticas y políticas de lo que supondría el cambio antes de tomar una decisión, por lo que son partidarios de dejar abierta la cuestión hasta que tales informes estén sobre la mesa y puedan ser examinados.
"Es una propuesta que realmente necesita ser considerada con atención, queremos ver y tener más detalles sobre el estatus de estas lenguas a nivel nacional en España", ha dicho la secretaria de Estado para Asuntos Europeos de Croacia, Andreja Metelkometelko-Zgombiczgombic, que también consideró "útil" esperar a tener un análisis del servicio legal del Consejo.
De manera similar se ha expresado, el secretario de Estado para Asuntos Europeos de Eslovaquia, Peter Misik, quien a preguntas de los periodistas ha mostrado la disposición a "escuchar los argumentos" de España porque es consciente de que es un asunto "importante y sensible" para el país, si bien ha considerado "prematuro" hablar de la toma de decisiones porque hay elementos "legales y prácticos" por explicar.
La encargada sueca de Asuntos Europeos, Jessika Roswall, por su parte, ha indicado que las dudas de Suecia tienen que ver fundamentalmente con las consecuencias de la modificación del reglamento porque "hay muchas lenguas minoritarias dentro de la UE que no son lenguas oficiales" y quieren tener claro cuáles serán las "consecuencias legales y financieras" antes de tomar ninguna decisión.
Para el secretario de Estado irlandés, Peter Burke, no hay duda de que se debe apoyar el multilingüismo en la Unión Europea y dar pasos para que las lenguas sean tan accesibles como sea posible, pero Dublín quiere que se examinen las "consecuencias operativas" de incluir el catalán, el euskera y el gallego como lenguas oficiales de la UE.
El jefe de la diplomacia checa, Martin Dvorak, a su vez, ha adelantado que el asunto lo han discutido de manera informal las delegaciones antes del arranque de la reunión y han convenido que "es necesario discutirlo con más profundidad" porque es una propuesta "absolutamente sin precedentes" sobre la que hay que examinar las consecuencias.
El ministro de Asuntos Europeos de Finlandia, Anders Adlercreutz, en un guiño a las lenguas cooficiales ha recurrido al catalán a su llegada para explicar que pese al compromiso con la diversidad lingüística es "demasiado pronto" para tomar una decisión sobre el reconocimiento del catalán, euskera y gallego como lenguas de la UE porque no se han resuelto las dudas sobre las consecuencias que tendría esta decisión.