Carlos III comienza su primera visita de Estado en Francia, aplazada desde marzo por las protestas

• Llega tras varios años tensos entre ambas naciones, en parte por el 'Brexit' de 2020, y tiene un amplio despliegue de seguridad
• Ha habido una cena oficial en Versalles con más de 160 invitados, algo que ha despertado las críticas en la sociedad francesa

El presidente francés, Emmanuel Macron, habla con el rey Carlos III durante la ceremonia de colocación de coronas en la Tumba del Soldado Desconocido en el Arco del Triunfo

Carlos III ha llegado a Francia este miércoles para realizar su primera visita de Estado al país galo durante tres días. El monarca, junto al presidente francés, Emmanuel Macron, buscarán aprovechar el simbolismo y los lazos personales que comparten ambas naciones para pasar página a años de relaciones complicadas tras el Brexit.

Ambos ya se han reunido en un encuentro bilateral en el Elíseo, donde han estado aproximadamente una hora. No ha habido declaraciones posteriores y después el rey se ha trasladado a la embajada británica. La jornada ha finalizado con una suntuosa cena en el palacio de Versalles que pretende simbolizar la nueva relación entre los dos países.

A su llegada al país, el rey y su esposa, la reina Camila, han sido recibidos por la primera ministra francesa, Elisabeth Borne. Posteriormente, el presidente y su esposa, Brigitte, los aguardaban en el Arco del Triunfo, donde se ha llevado a cabo una ceremonia frente al monumento al soldado desconocido.

Los monarcas contemplan también una visita al barrio periférico de Saint-Denis en el marco del Mundial de Rugby, donde está previsto un amplio despliegue de seguridad. Se habla de que hasta 30.000 policías y gendarmes velarán por la seguridad de los reyes de Reino Unido.

El rey Carlos III y el presidente de Francia, Emmanuel Macron, han asisitido a la ceremonia de bienvenida al monarca en el Arco del Triunfo este miércoles Getty Images / Chris Jackson

Críticas por la cena en Versalles con más de 150 invitados

Entre los actos más destacados y más polémicos del viaje se encuentra la cena de gala en el Palacio de Versalles. Al banquete han sido invitadas entre 160 y 180 personas, entre ellas el actor británico Hugh Grant, la estrella del rock Mick Jagger, el exentrenador de fútbol del Arsenal, Arsene Wenger, también el jugador de fútbol francés Didier Drogba, o el multimillonario francés, Bernard Arnault.

En el banquete se ha servido un sofisticado menú con un bogavante azul y buey de mar bañados en una salsa de almendras frescas y extracto de menta, como entrada, y ave de corral de Bresse al perfume de maíz marinado al champán, como plato principal.

Por la ostentación que supone, la cena ha despertado críticas por parte de la sociedad francesa, ya que llega en un momento en el que la población está viviendo una pérdida de poder adquisitivo.

Emmanuel Macron ha salido al paso de ellas, afirmando que ha sido una petición expresa de Carlos III en recuerdo de su madre, la reina Isabel II, que cenó en Versalles durante sus dos viajes oficiales a Francia.

De hecho, es probable que, durante su visita, el monarca se refiera al profundo afecto que tenía la difunta reina por Francia. Una manera de reconstruir los lazos de ambas naciones, rotos por la salida de Reino Unido de la Unión Europea en 2020.

Ya el jueves, Carlos III, junto a Camila, Macron y su esposa, Brigitte, visitarán la catedral de Notre-Dame para ver las obras de restauración tras el gran incendio de 2019, que destruyó el tejado. También ese día irán al mercado de las flores Elisabeth II, que se bautizó así en honor a la última visita de la reina madre en París.

El viernes se dirigirán a la ciudad suroccidental de Burdeos, donde visitarán un viñedo ecológico. Allí estarán también en la zona que sufrió graves incendios en 2022 y donde vive un gran número de británicos.

Una visita pospuesta desde marzo

Carlos III esperaba que su primera visita de Estado como rey hubiera sido la de Francia, pero el viaje fue pospuesto debido a las tensas protestas que se estaban viviendo en marzo en el país por la polémica reforma de las pensiones de Macron.

En su segundo intento de reunirse en Francia, el rey británico y el presidente francés se propondrán relanzar una relación ya reforzada por sus comunicaciones sobre Notre-Dame tras el incendio.

Además, el simbolismo histórico está muy presente en este viaje oficial, ya que el próximo mes de abril se cumplen 120 años del Tratado del Entente Cordial entre ambos países.

Gestos simbólicos que llegan después de varios años tensos por la negociación de la salida británica de la Unión Europea y también por disputas sobre asuntos de inmigración o de pesca.