Estados Unidos crea la primera oficina del Gobierno federal contra la violencia armada
- La dirigirá la vicepresidenta Kamala Harris y buscará poner fin a la "epidemia" de violencia armada que golpea al país
- El presidente Joe Biden ha añadido que su objetivo será "mantener las armas fuera del alcance de manos peligrosas"
La vicepresidenta de Estados Unidos, Kamala Harris, ha anunciado este viernes la creación de la primera oficina del Gobierno federal dedicada a combatir la violencia de las armas de fuego, que se cobra la vida de 120 personas al día en el país. En una ceremonia en la rosaleda de la Casa Blanca, Harris, junto al presidente Joe Biden, ha dado detalles sobre la creación de esa oficina que ella misma dirigirá y ha precisado que buscará poner fin a la "epidemia" de violencia armada que golpea a Estados Unidos y que ha cambiado la vida de hasta los más pequeños.
“En su primer día de escuela, los estudiantes aprenden el nombre de su maestro, la ubicación de su pupitre y cómo esconderse y guardar silencio ante una persona armada“
En ese sentido, Harris ha narrado las escalofriantes experiencias relacionadas con la violencia armada que escuchó de decenas de estudiantes durante una serie de visitas a diversas universidades a principios de este mes. La vicepresidenta ha explicado que cuando visitaba esas universidades preguntaba a los alumnos si de niños habían tenido que hacer simulacros para preparase para un tiroteo en la escuela y, en cada ocasión, un "mar" de manos se alzaba en señal afirmativa. "Hoy en día, en su primer día de escuela, los estudiantes aprenden el nombre de su maestro, la ubicación de su pupitre y cómo esconderse y guardar silencio ante una persona armada", ha lamentado Harris.
Harris ha enfatizado también en el impacto desproporcionado que la violencia armada tiene en la comunidad afroamericana e hispana. Los afroamericanos tienen diez veces más probabilidades que sus pares blancos de ser víctimas de homicidio o violencia armada, mientras que los hispanos tienen el doble de probabilidades que los blancos, ha destacado. "Pero estas no son solo estadísticas, son vidas. Se lo debemos a quienes viven con miedo, debemos actuar sin demora. En el tema de la violencia armada, no tenemos un momento que perder, ni una vida que desperdiciar", ha afirmado la vicepresidenta.
"Mantener las armas fuera del alcance de manos peligrosas"
Por su parte, el presidente estadounidense, Joe Biden, ha destacado que el objetivo de "la primera Oficina de Prevención de la Violencia Armada en la Casa Blanca" es aprovechar su trabajo histórico para "mantener las armas fuera del alcance de manos peligrosas y mantener a los estadounidenses a salvo".
"En ausencia de una acción muy necesaria por parte del Congreso sobre la violencia armada, nuestra Oficina de Prevención de la Violencia Armada continuará haciendo todo lo posible para combatir esta epidemia que está destrozando a nuestras familias, nuestras comunidades y nuestro país", ha enfatizado Biden a través de un mensaje en X (antes Twitter).
La nueva oficina tendrá la misión de coordinar los esfuerzos de diversas autoridades estatales y locales en la lucha contra la violencia armada y también ayudará a implementar una ley aprobada por el Congreso el año pasado, en la que fue la medida más significativa en materia de control de armas en los últimos 30 años.
Entre otras cosas, esa ley reforzó el control de antecedentes para aquellos menores de 21 años que quieran comprar un arma y estableció fondos para que todos los estados implementen las llamadas leyes de "alerta de peligro" ("Red Flag"), que permiten activar un procedimiento legal para confiscar las armas de fuego de quienes representen un peligro para terceros o para sí mismos.
Según ha informado la Casa Blanca, Harris ha sido elegida para liderar esta iniciativa por la pasión que siente a nivel personal por este asunto. Como fiscal general de California entre 2011 y 2017, desempeñó un papel destacado en el control de armas en el ámbito de la aplicación de la ley y, durante su período en el Senado entre 2017 y 2021, impulsó varias iniciativas para prohibir las armas de asalto y fortalecer los controles de antecedentes para los compradores de armas.
"El año pasado, nuestro país experimentó más de 500 tiroteos masivos y más de 30.000 muertes debido a la violencia armada. Es hora de actuar", ha insitido la Casa Blanca en la red social X.