Dos eclipses, ambos visibles desde España, protagonizan el otoño que comienza este sábado

• Un eclipse de sol anular se podrá divisar de forma parcial el 14 de octubre, aunque únicamente desde Canarias
• Otro de luna, también parcial, tendrá lugar el 28 de octubre y podrá verse en todo el país

Imagen de archivo de un eclipse de luna sobre el parque de atracciones del Tibidabo, en Barcelona.

Un eclipse de sol y otro de luna, ambos visibles desde España, serán los protagonistas de este otoño, que comienza este sábado 23 de septiembre a las 8:50, hora peninsular, y terminará el próximo 22 de diciembre con el solsticio de invierno, y que en lo meteorológico se prevé más caluroso y lluvioso de lo normal.

En lo astronómico, el otoño dejará un eclipse de sol anular, que se podrá divisar el 14 de octubre en la mayor parte del continente americano, aunque los mejores países para observarlo serán Estados Unidos, México, Colombia, Venezuela y Brasil; en España será visible como parcial en las Canarias más occidentales, pero con magnitudes muy bajas, según el Observatorio Astronómico Nacional (OAN).

Por su parte, el eclipse de Luna parcial tendrá lugar el 28 de octubre y se verá en el este de América, Europa, África, Asia y Australia. Su fase de parcialidad (visible en toda España) abarcará desde las 21:35 hasta las 22:53 hora oficial peninsular.

Otros fenómenos de interés astronómico en la estación serán las lluvias de meteoros de las dracónidas, cuyo máximo se espera hacia el 8 de octubre, las oriónidas (21 de octubre), las leónidas (17 de noviembre) y las gemínidas (14 de diciembre). Las lunas llenas del otoño tendrán lugar el 29 de septiembre, el 28 de octubre y el 27 de noviembre.

Además, este año seguirá en vigor el cambio de hora que tiene lugar el último domingo de octubre. El próximo 29 de octubre, a las 03:00 de la madrugada, hora peninsular, se retrasarán los relojes una hora para volver a marcar las 02:00 horas. En Canarias, las 02:00 horas de la madrugada pasarán a ser la 01:00 horas.

Equinoccio de otoño

En el hemisferio norte el inicio de la estación está definida por el instante en que la Tierra pasa por el punto de su órbita desde el cual el centro del sol cruza el ecuador celeste en su movimiento hacia el sur; el día en que esto sucede la duración del día y la noche casi coinciden. Este momento se conoce como "equinoccio de otoño". Cuando esta estación comienza en el hemisferio norte, en el hemisferio sur comienza la primavera.

Al comienzo del otoño, Saturno será el único planeta visible, y, a partir de noviembre hará su aparición Júpiter por el este y en diciembre Mercurio, visible durante unas semanas hacia el oeste. Durante la estación, las madrugadas empezarán con Venus, Júpiter y Mercurio visibles en el cielo, pero este último desaparecerá pronto en el brillo del alba y Júpiter dejará de verse en noviembre.

En cuanto a las estrellas y constelaciones visibles al anochecer, destacará el triángulo de verano, formado por Deneb en el Cisne, Vega en Lira y Altair en el Águila, que se podrá seguir observando durante la primera parte de la estación, aunque gradualmente a menor altura sobre el horizonte oeste.

A medida que avancen los meses, surgirán por el este las constelaciones de Pegaso, Andrómeda y Perseo, y al final de la estación aparecerán las constelaciones de Tauro y Orión, que alcanzarán su máximo esplendor durante las noches de invierno.

Cuatro fechas distintas

El inicio del otoño puede darse en cuatro fechas distintas del calendario (del 21 al 24 de septiembre). Estas variaciones de un año a otro son debidas al modo en que encaja la secuencia de años según el calendario (unos bisiestos, otros no) con la duración de cada órbita de la Tierra alrededor del sol.

Además, en el comienzo del otoño es la época en que la longitud del día se acorta más rápidamente: cada día, el sol sale por las mañanas más de un minuto después que el día anterior, y por la tarde se pone más de un minuto antes, es decir, el tiempo en que el sol está por encima del horizonte disminuye casi tres minutos cada día.