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La Agencia Internacional de la Energía cree que aún es posible limitar el calentamiento del planeta a 1,5 ºC

  • La inversión mundial en petróleo, carbón y gas sigue aumentando; por lo que "el camino se ha estrechado"
  • Sin embargo, el organismo prevé que la demanda de combustibles fósiles alcanzará su techo antes de 2030

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La IEA insiste en que no es necesario realizar nuevas inversiones en carbón, petróleo y gas natural.
La IEA insiste en que no es necesario realizar nuevas inversiones en carbón, petróleo y gas natural.

La Agencia Internacional de Energía (IEA) cree que todavía es posible limitar el calentamiento global a 1,5 ºC, tal y como se estableció en el Acuerdo de París, aunque reconoce que "el camino se ha estrechado". En su actualización de la hoja de ruta hacia las cero emisiones, que acaba de hacer pública este martes, recalca que el mundo puede alcanzar el objetivo de "cero emisiones" en el sector de la energía en 2050, triplicando para 2030, entre otras estrategias, la capacidad de producción de energías renovables, aunque hace falta más ambición política y cooperación.

El organismo internacional destaca el crecimiento récord de las tecnologías relacionadas con energías limpias, especialmente paneles solares y vehículos eléctricos, aunque también alerta de que es necesario aumentar este impulso lo antes posible en otras muchas áreas. Asimismo, prevé que la demanda de carbón, petróleo y gas natural alcanzará su techo esta década, antes de comenzar a descender.

El nuevo informe insiste en que no es necesario realizar nuevas inversiones a largo plazo en carbón, petróleo y gas natural; al mismo tiempo que revela que las emisiones mundiales de dióxido de carbono del sector energético alcanzaron un nuevo récord de 37.000 millones de toneladas en 2022, un 1% por encima de su nivel antes de la pandemia. “Los gobiernos deben separar el clima de la geopolítica, dada la magnitud del desafío que tenemos por delante", ha manifestado el director de la IEA, Fatih Birol.

La agencia cree que el crecimiento récord experimentado desde 2021 en la capacidad de la energía solar y las ventas de vehículos eléctricos están en línea con ese horizonte de emisiones netas cero a nivel mundial para mediados de siglo, al igual que los planes de la industria para el despliegue de nuevas capacidades relacionadas con su fabricación. Sin embargo, alerta de que todavía se requiere mucho más esfuerzo, ya que es necesario triplicar la capacidad global de energía renovable, duplicar la infraestructura de eficiencia energética, incrementar las ventas de bombas de calor y aumentar aún más el uso de vehículos eléctricos para 2030. Asimismo, estima necesario recortar en un 75% las emisiones de metano del sector energético.

Estas estrategias, que se basan en tecnologías que ya existen y que ya han demostrado su rentabilidad en el recorte de emisiones, supondrían por sí solas un desplome de más del 80% de las reducciones necesarias para el final de esta década, indica la AIE. También estima que las inversiones globales deben multiplicarse por 2,5 y pasar de 1,8 billones de dólares en 2023 a 4,5 billones a comienzos de la próxima década para mantener el ritmo de la reducción de emisiones.

Así, la AIE cree que la demanda de combustibles fósiles debe caer en un 25% antes de que acabe la presente década para limitar el calentamiento global. "Es vital secuenciar el aumento de la inversión en energía limpia y la disminución de la inversión en suministro de combustibles fósiles si se quieren evitar aumentos dañinos de precios o excesos de oferta", advierte el organismo, que considera necesario "que el mundo se una rápidamente".

Hacia la descarbonización

La hoja de ruta hacia las cero emisiones se publicó en 2021, y ha servido como punto de referencia a nivel mundial en la descarbonización de las economías para los responsables políticos, el sector industrial y financiero, además de la sociedad civil. La actualización de 2023 incorpora los cambios más significativos en el panorama energético de los dos últimos años, e incluye la recuperación económica posterior a la pandemia y el crecimiento extraordinario de algunas tecnologías de energía limpia; aunque también revela un aumento de la inversión en combustibles fósiles y el mantenimiento de emisiones "persistentemente altas".

El documento advierte de que si el mundo no logra expandir con la rapidez suficiente las energías limpias para 2030 habrá que retirar de la atmósfera cerca de 5.000 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) cada año durante la segunda mitad de este siglo para asegurar que el aumento de temperaturas no supera los 1,5 grados.

Su publicación se produce poco antes de la Cumbre Internacional sobre Clima y Energía, que comenzará el 2 de octubre en Madrid y reunirá a ministros de energía y clima, así como a líderes de la industria y de las finanzas, de cara a la próxima Conferencia de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (COP28), que arranca a finales de noviembre en Dubai.