Biden se convierte en el primer presidente de EE.UU. en sumarse a una manifestación por los derechos laborales
- Ha participado en unos piquetes en defensa de mejores condiciones laborales para los trabajadores del sector de la automoción
- Se ha unido convencido por el sindicalista Shawn Fain
El presidente estadounidense, Joe Biden, ha hecho historia este martes al convertirse en el primer mandatario en activo del país en sumarse a unos piquetes en defensa de mejores condiciones laborales para los trabajadores del sector de la automoción.
El mandatario demócrata, que presume de ser el más prosindicalista de todos los líderes que han ocupado la Casa Blanca, ha acudido a Detroit (Michigan) invitado por el presidente del sindicato United Auto Workers (UAW), Shawn Fain.
Su viaje precede al que efectuará este miércoles también a Míchigan su predecesor, el republicano Donald Trump, que no acudirá al debate celebrado entre candidatos republicanos para las presidenciales de 2024, que se celebrará ese mismo día.
El mandatario llegó a Detroit hacia las 12.00 hora local y ha sido recibido en el aeropuerto por el propio Fain. Después, con un megáfono y ropa informal, Biden se ha dirigido a los huelguistas: "Habéis hecho un montón de sacrificios. Ahora a ellos (los fabricantes) les está yendo increíblemente bien y a vosotros también debería", ha dicho entre aplausos.
¿Quién es el sindicalista que ha convencido a Biden?
Shawn Fain, el sindicalista que ha conseguido que Biden se sume al piquete, es un rebelde que en un tiempo récord se ha convertido en el nuevo sheriff de Detroit, la capital del automóvil. Se hizo con el liderazgo del sindicato a principios de año y que por primera vez en la historia de la automoción estadounidense ha convocado una huelga simultánea en plantas de Ford, Stellantis y General Motors (GM), conocidos como los Tres Grandes de Detroit.
Como líder del sindicato United Auto Workers (UAW), Fain, de 55 años, ha paralizado la industria automovilística estadounidense en favor de mejoras salariales y ha conseguido que el mandatario se sume al movimiento.
A principios de 2023, inmediatamente después de ganar por sorpresa el liderazgo de la organización sindical, Fain dio la primera orden a su equipo."Todo lo que hagamos en todo momento debe reforzar este mensaje: hay un nuevo sheriff en la ciudad", dictó Fain en marzo de este año.
Desde entonces, la directiva de Fain, está siendo seguida al pie de la letra por sus colaboradores y el conjunto del sindicato que representa a unos 400.000 trabajadores en Estados Unidosy de los que unos 145.000 forman parte de General Motor (GM), Ford y Stellantis, los tres grandes fabricantes de automóviles estadounidenses.
"Wall Street no levantó el país, lo hizo la clase media y los sindicatos"
En su intervención durante el piquete, Biden ha subrayado que tenía la esperanza de que las respectivas negociaciones lleguen a buen puerto y había destacado que los empleados merecen una parte "justa" de los beneficios que ayudaron a crear.
"Wall Street no levantó este país. Lo hizo la clase media. Lo hicieron los sindicatos. Eso es un hecho. Continuemos. Merecéis lo que habéis ganado. Y habéis ganado muchísimo más de lo que estáis siendo pagados", ha dicho Biden después.
"Hoy, el enemigo no es un país extranjero a miles de millas. Está justo aquí en nuestra propia zona. Es la avaricia corporativa", ha dicho, por su parte, Fain, para quien la manera de derrotar esa avaricia es mantenerse unidos. "Los directivos creen que el futuro les pertenece. Pertenece a los trabajadores del automóvil. Nosotros hacemos el verdadero trabajo. Nosotros tenemos el poder", ha añadido.
El sindicato reclama aumentos salariales de un 40%
UAW comenzó su huelga el 15 de septiembre en una planta de cada uno de esos fabricantes y la semana pasada la amplió a otros 38 centros de producción de Stellantis y General Motors, ante la falta de avance en las negociaciones con estos últimos.
"Cerraremos los centros de distribución de GM y Stellantis hasta que esas dos compañías recuperen el sentido y acudan a la mesa con una oferta seria", dijo la semana pasada Fain.
El sindicato reclama aumentos salariales de un 40% distribuidos en los próximos cuatro años, la eliminación de las diferencias salariales entre los trabajadores de plantas de las mismas empresas, mayores garantías de seguridad laboral y recuperar las ayudas que tuvieron hasta 2009 para compensar el aumento del coste de la vida.