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Un homenaje a Francisco Ibáñez a traves de su ingenio y su arte

  • Jordi Canyissà publica el libro Ibáñez, el maestro de la historieta
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Detalle de la portada de 'Ibáñez. El maestro de la historieta'
Detalle de la portada de 'Ibáñez. El maestro de la historieta'

El pasado 15 de julio fallecía Francisco Ibáñez, el autor más popular del cómic español. Y de entre los muchos homenajes que se le han hecho (y se le harán) queremos destacar el libro Ibáñez. El maestro de la historieta (Bruguera Cómics), del periodista, escritor y divulgador Jordi Canyissà (Barcelona, 1972), que se centra en el ingenio y el arte del padre de Mortadelo y Filemón, Rompetechos, el Botones Sacarino, Pepe Gotera y Otilio, 13 rue del Percebe y tantos y tantos otros.

Cuando murió la palabra más repetida en las redes sociales fue "maestro". Y esa ha sido la palabra elegida por Jordi para el libro: "Es un homenaje directo a ese apelativo, el de "maestro", que usabamos habitualmente para dirigirnos a él, por eso no podía faltar en la portada. Y tampoco podía faltar la palabra "historieta", porque Ibáñez es un clásico de la historieta y esa palabra era muy habitual en la histórica bruguera donde la palabra "tebeo" no estaba muy bien vista. Incluso decían que estaba prohibida porque era la competencia (el TBO). Esa generación histórica de Vázquez, Escobar, Ibáñez... usaban la palabra historieta y el título surgió de una manera natural al juntar estas dos palabras".

Además, con Ibáñez desaparece un poco esa historieta. "Si -asegura Jordi-. Claramente hay un tipo de historieta que desaparece con ibáñez, la historieta clásica de la editorial Bruguera, con un tipo de tebeos que supieron llegar al gran público y que eran de consumo masivo. Unas ihstorietas que se gestaron en la posguerra y que también fueron un espejo de la realidad de la época. Entonces existía una industria del tebeo, con todo lo bueno y lo malo que tiene el concepto industria del tebeo o industria de la historieta. Nunca ha habido tantos lectores de historieta como en los 50, 60 y 70, pero a cambio el proceso era industrial. Ahora hablamos de otras cosas; hablamos de novela gráfica, Pero Ibáñez lo dijo siempre, para él todo era trabajo, trabajo y trabajo.... Incluso hacía la broma de que nunca se haría una biografía suya porque no tendría ningún interés, porque se pasó la vida dibujando en su escritorio. Por eso no hemos hecho la biografía, hemos hecho otro tipo de libro".

Paco Roca asegura en la banda del libro que no hay otro artista que haya atravesado tantas generaciones. "Esa capacidad de conectar con el público es algo muy específico de Ibáñez -asegura Jorid-. Y lamentablemente con su muerte lo hemos vuelto a ver. Todo el mundo conoce a sus personajes y casi todo el mundo ha leído algo de Ibáñez. Ha leído Mortadelo, Rompetechos o 13 Rue del Percebe. Es tan popular y está tan anclado a nuestra idiosincrasia que el humor de Ibáñez se confunde con el humor del país. Además, no hay otro autor, no solo de cómic, sino de literatura en general que haya vendido tantos ejemplares. Su capacidad para conectar con el público era tremenda".

Página de de 'Ibáñez. El maestro de la historieta'

"Quería reproducir sus originales"

Preguntamos a Jordi cómo colaboró Ibáñez en este libro. "No le entrevisté porque el libro está planteado para que sea la obra de Ibáñez la que hable. Como estudioso del cómic he analizado su obra para buscar sus claves. Ante todo buscaba presentar su obra de una forma muy visual, muy atractiva, pero también con un punto de análisis. Para mí este libro tenía que ser distinto, en cuanto a formato, a todo lo que se había publicado hasta ahora. Porque tenemos grandes libros sobre Ibáñez, como los que ha hecho Antoni Giral. Ya le había entrevistado en otras ocasiones y lo que hice fue pedirle originales".

"Y es que la principal idea de este libro es tratar la obra de Ibáñez desde el punto de vista artístico -continúa-. Y para eso, para mí era esencial reproducir los originales. Es decir, que el lector de Ibáñez, que ya conoce sus tebeos, pudiera ver algo que no ha visto, que es el original dibujado por Ibáñez, con los rastros de lápiz, con la tinta, con el tipex que tapa un error... que pudiera ver eso como si tuviera los originales en la mano. Esto es algo que nunca se había hecho, reproducir tantos originales de Ibáñez y a tanta calidad. Le pedí cosas muy concretas y él tuvo la paciencia de ir a buscar todos esos originales y dármelos para que los pudiéramos escanear para este libro. Su colaboraciónb fue muy importante",

Pero... ¿Qué se siente al tener en la mano esos otíginales míticos? "Al verlos cambié muchas cosas del libro -confiesa Jordi-. Porque al verlos se te ocurren mil ideas. otra cosa que me pasó es que descubría algunas páginas y pòrtadas que, al verlas reproducidas no me habían causado especial impresión pero que, al ver los originales podías apreciar su extraordinaria calidad. Lo más compicado de este libro fue renunciar a poner cosas que eran auténticas maravillas, ya que estamos hablando de una producción de casi 70 años".

Página de de 'Ibáñez. El maestro de la historieta'

¿Por qué nos gusta tanto Ibáñez?

Jodi asegura que la idea del libro surgió de intentar responder a una pregunta: "¿Por qué nos gusta tanto Ibáñez? Y para eso me fijé en tres ejes principales: creo que nos gusta tanto porque es un gran dibujante, por el humor que transmite en sus páginas y porque lo sabe contar muy bien, es decir, por el dibujo, el humor y las historias. A través de esos tres bloques intento desgranar las claves de De Ibáñez. Al principio de cada capítulo con una introducción teórica y luego ya con imágenes combinadas con texto. Aislando viñetas para que el lector descubra algo de esa secuencia o imagen. Así vemos cómo Ibáñez planifica la imagen, cómo gestiona el movimiento, o cómo llega a sus contundentes chistes finales. Es como un diálogo con el lector para descubrir juntos esas claves".

Hay un cuarto capítulo, más sentimental, en el que famosos lectores de Ibáñez (Eva Hache, Alaska, Carlos Areces, Buenafuente...) y reputados dibujantes (Paco Roca, Bartolomé Seguí, Nadia Hafid, Kim, Raquel Gu...) realizan su particular homenaje al maestro. "Cómo es tan popular queríamos que sus lectores participasen tamcién en el libro. Y a esos dibujantes les hemos propuesto hacer versiones de dibujos o portadas de Ibáñez, con unos resultados sorprendentes y muy divertidos".

Página de de 'Ibáñez. El maestro de la historieta'

"Ibáñez no se consideraba un gran dibujante"

Estar más de seis décadas en activo no solo debe ser un récord en el cómic occidental, sino que ha hecho que influya en varias generaciones de creadores. "Lo curioso es que Ibáñez no se consideraba un gran dibujante - asegura Jordi-. Pero aquí esta este libro para intentar llevarle la contraria. Estoy seguro de que no era falsa modestia y que lo decía porque para él lo más importante era el guión y hacer reír. Todo estaba orientado a ese objetivo: el humor. Y el dibujo no deja de ser un mecanismo para llegar a su objetivo, hacernos reír".

"Para él el dibujo es algo instrumental, que le permitía conseguir ese objetivo -añade-. pero es indudable que era un gran dibujante. Por eso en el libro hemos querido reproducir viñetas a gran tamaño. Porque leyendo el cómic vas muy rápido y más cuando es un cómic tan acelerado como el de Ibáñez. Y por eso vale la pena pararse y ver algunas de esas imágenes aisladas. Por ejemplo, la calidad que tiene de de composición, de dinamismo. Como están todos los elementos que tienen que estar, no hay nada que sobren, no hay nada que falte... Todos recordamos sus maravillosas portadas, llenas de detalles, pero en las que no hay nada que sature la imagen y que la haga incomprensible".

"Además -continúa Jordi-, podía dibujar cualquier cosa. Caballos tropezando, coches destrozados, cohetes que van a la luna, olas gigantes, estadios llenos de personas, todo tipo de animales a los que humaniza... y nunca hay nada que chirríe. Era un dibujante realmente extraordinario".

Página de de 'Ibáñez. El maestro de la historieta'

En Mortadelo está la historia de España

Pero... ¿Cuál es el secreto para lograr esa longevidad creativa? "Me gustaría saber si estar 65 años (1958-2003) dibujando a Mortadelo y Filemón es un récord. En el cómic occidental casi seguro, en Japón no lo sé. Pero solo pudo lobrar ese hito porque siempre tuvo lectores. Ahora misom sigo viendo a niños disfrutar de sus tebeos. Además, supo actualizarse de mil maneras. Por ejemplo, parodiando eventos como los Mundiales de fútbol o las Olimpiadas. Y en los últimos años riéndose de temas de actualidad como El tesorero (Bárcenas), la llegada del Euro, las renovables, Operación Triunfo... Al final volvemos a esa obsesión que tenía por conectar con el público y que consiguió".

Y es que Mortadelo y Filemón son un maravilloso documento de los últioms 65 años de la historia de España. "Incluso gráficamente parece la historia de España -afirma Jordi Canyissà-. En sus inicios mostraba una España en blanco y negro, con un dibujo ucoh más tosco, muy de la época. Luego vas viendo que cuando, que cuando la economía española va remontando, dejando la postguerra atrás, las historias también se vuelven más alegres, más coloristas, más dinámicas... Y llegada esa modernidad, también el dibujo se vuelve más europeo, más cuidado. Realmente ahí hay un cambio. Y por supuesto con esas temáticas que mencionábamos, refleja la sociedad de cada época. Es algo que ya hicieron el TBO o Pulgarcito. Pero que con Ibáñez es más evidente para nosotros".

"Ibáñez quería que otros dibujantes continuasen Mortadelo"

Se estima que Ibáñez dibujó m´sa de 50.000 páginsa, lo que hace casi imposible una recopilación de su obra. "Pero ojalá lo hiciéramos -asegura Jordi-. Creo que ahora llega el momento de replantearse el valor patrimonial de estas historietas. Y no sólo las de Ibáñez, sino de toda esa generación de historietistas. Empezar a tratarlas con el cariño que se merecen y buscar ediciones complementarias a las colecciones populares que por supuesto, tienen que seguir. pero eso no quieta que se hagan otros formatos más lujosos, como el de este libro que intenta romper con los formatos habituales. Yo creo que no se ha publicado un libro tan lujoso, con tanta presencia de originales, con este tipo de enfoque. Es una manera de intentar dar a estos autores el prestigio que creo que se merecen. Hacer una integral de Ibáñez sería algo que valdría la pena, pero también es muy complejo por su enorme producción".

En una entrevista Ibáñez nos confesaba que le gustaría que, a su muerte, otros autores continuasen las aventuras de Mortadelo y Filemón. "No puedo más que que respetar la voluntad del propio Ibáñez y dejó claro que quería que sus personajes le sobrevivieran -asegura Jordi-. Y habrá que respetar esa voluntad. Es cosa de los herederos y de la editorial que tomen la decisión que corresponda. En el mercado europeo tenemos el caso de Hergé, que dijo que no hubiera más historietas de Tintín después de su muerte. Pero como Ibáñez fue tan claro, creo que estaría bien poder leer aventuras de Mortadelo de potros autores. También es verdad que todavía es muy pronto para plantearlo".

Portada de 'Ibáñez. El maestro de la historieta'