Cuando el sector audiovisual "silencia" los abusos: "Les hacen sentir que su carrera profesional está en riesgo"
- El Observatorio de Igualdad de RTVE ha reunido a varias expertas del mundo del cine en el Festival de San Sebastián
- Las mujeres son las más vulnerables al acoso, sufren una mayor sexualización y a menudo son relegadas a puestos inferiores
Más allá de los premios y de los estrenos, la 71ª edición del Festival de San Sebastián está dejando importantes y necesarias reflexiones sobre el mundo audiovisual. De la mano del Observatorio de Igualdad de RTVE, este miércoles se ha celebrado una mesa redonda sobre los abusos en el sector, prácticas más comunes de lo que puede llegar a pensarse, señala la abogada Carla Vall, pero que a menudo son “silenciadas”.
“Muchas veces no se da apoyo a las víctimas, sino que les hacen sentir que su carrera profesional está en riesgo”, asegura la experta en el abordaje de violencias machistas. En demasiadas ocasiones, continúa, se emplean frases como “esto siempre se ha hecho así”, “ya sabes cómo es este mundo” o “no lo ha hecho con mala intención” para esconder los abusos cometidos. Pero la violencia "no es un error": "Es una decisión muy consciente".
“El silencio no es protector“
Romper el silencio, además, es un paso especialmente difícil "en un sector relativamente pequeño". "Se piensa mucho en las consecuencias", en esas personas al mando que son "intocables" pese a las agresiones, y se suele terminar concluyendo que "no queda otro remedio que callarse". El problema es que "el silencio no es protector, todo lo contrario", explica Vall, una de las participantes de la mesa redonda.
Junto a Vall han alzado la voz también la actriz Aina Gimeno y la asesora de intimidad Maitane San Nicolás. Esta última hace hincapié en la importancia de continuar fomentando figuras como la de los coordinadores de intimidad, así como en la necesidad de “tender puentes” con otros profesionales del sector para acabar con la invisibilidad. “Lo que tenemos que hacer es reunirnos, generar enlaces y rellenar las brechas para que todas y todos estemos libres de miedo”, recalca.
Las mujeres, las más vulnerables frente a los abusos
Los abusos que se dan tienden a ser por razón sexual, de género o de poder, como ha reflejado la mesa del Observatorio de Igualdad de RTVE. La forma más "extrema" de este tipo de violencia es la violación, pero las más comunes en el sector audiovisual son las proposiciones sexuales, los tocamientos y otros tipos de acoso sexual. "La violencia es un paraguas que recoge muchas conductas", y que deben ser reconocidas y amparadas, sugiere la abogada.
También debe admitirse, continúa, que existe un grupo de la población especialmente vulnerable a los abusos: las mujeres. Ellas son muchas veces sexualizadas y cosificadas y carecen, en la mayoría de los casos, de la "potestad" y la "credibilidad" que se le concede a ellos en un rodaje, ejemplifica por su parte la asesora de intimidad Maintane San Nicolás. Y a esto hay que sumarle factores discriminatorios como la edad, la etnia, el contexto socioeconómico o la diversidad corporal.
La violencia, al fin y al cabo, "es el abuso de un privilegio, del poder", resume Vall.
La importancia de los asesores de intimidad para defender el consentimiento
En ese contexto en el que unos pocos ostentan el poder y los trabajadores pueden acceder a abusos por miedo a perder su carrera, la figura de los asesores de intimidad, aquellas personas que velan por el bienestar de los artistas mientras interpretan escenas de contenido sexual, es crucial.
“Hacemos que el ser humano esté por delante del arte“
"Principalmente defendemos los límites de consentimiento, tratamos de que sean respetados en todo momento sin que ninguno de los intérpretes se vea forzado a decir que sí cuando no quiere hacer algo", en definitiva, "hacemos que el ser humano esté por delante del arte", explica Maitane San Nicolás.
En España, los asesores o coordinadores de intimidad llevan poco tiempo en el sector audiovisual, apenas dos años, recuerda. Surgieron a raíz del movimiento #MeToo en Estados Unidos, cuando se extendió una reflexión colectiva sobre el trato que recibían las actrices al destaparse múltiples casos de abuso y acoso sexual. Ahora, además, más allá de evitar esas formas de violencia se busca que tanto ellas como ellos trabajen de la manera más cómoda posible.
Se trata, en definitiva, de una buena práctica en expansión que evidencia la posibilidad de cambiar la forma en la que funciona el sector audiovisual. "Poco a poco la gente va entendiendo por qué se están introduciendo todos estos protocolos. Igual que se han cuidado las escenas de acción por unos riesgos físicos y mentales, hay que proteger a los artistas en las escenas íntimas", defiende San Nicolás.
Un camino largo que ya ha comenzado: "El siguiente paso es romper con la impunidad"
Efectivamente, tanto la asesora de intimidad como la abogada experta en el abordaje de violencias machistas Carla Vall coinciden en mostrarse "positivas" con el recorrido andado hasta en el mundo audiovisual. Ahora, aseguran, las víctimas han dejado de ser totalmente inexistentes y han accedido a espacios donde sentirse acogidas, desde donde poder contar sus vivencias.
No obstante, el camino continúa siendo largo. "Hemos avanzado mucho, pero el siguiente paso es romper con la impunidad", apunta Vall. Una opinión que se ve reflejada en la última memoria anual de la Fiscalía General del Estado sobre las agresiones sexuales cometidas en 2022, donde la institución denuncia un "indefinido índice de impunidad" y solicita "crear un clima de apoyo para que las víctimas salgan de su silencio".
En ese clima de apoyo son esenciales primeros pasos como las mesas redondas ofrecidas por el Observatorio de Igualdad de RTVE este martes y este miércoles, momentos donde se pueden generar conexiones entre las asociaciones y las comunidades "para buscar una unión más grande que, en un futuro cercano, nos proteja a todos", apuesta por su parte San Nicolás.
Eso sí, agrega, sin olvidar que contra el abuso se debe luchar desde la infancia. "A veces ni siquiera conocemos nuestros límites personales", algo esencial para defenderlos y que puede abordarse desde la educación en el consentimiento, concluye la coordinadora de intimidad.