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Análisis

Óscar Puente, el inesperado portavoz del PSOE en la investidura de Feijóo

  • El exalcalde de Valladolid volverá a tomar la palabra en el pleno antes de la votación
  • Fue el elegido por Pedro Sánchez para dar la réplica a Feijóo en el Congreso

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El diputado del PSOE Óscar Puente, en el Congreso
El diputado del PSOE Óscar Puente interviene durante la primera sesión del debate de investidura del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, en el Congreso.

Si el Congreso fuera un ruedo, tras su discurso del martes, la bancada socialista habría sacado a hombros a Óscar Puente por la carrera de San Jerónimo. Su intervención, antídoto del sopor de tal hora de la tarde, no dejó indiferente a nadie. El inesperado portavoz de los de Pedro Sánchez, sin embargo, pudo sorprender a extraños, pero no a propios.

De hecho, su primer discurso en el Pleno fue Puente en estado puro. Los que lo conocen de la política municipal y regional saben que ni se muerde la lengua, ni rodea un charco. Político locuaz y ocurrente, alguno de aquellos contuvo el aliento cuando subió a la tribuna, viendo venir el vendaval. El resto no entendía la jugada.

Sin embargo, Óscar Puente no es un total desconocido en la política nacional. El improvisado representante del PSOE en el hemiciclo el pasado martes ya ha ejercido en el pasado de portavoz socialista. De hecho, entre 2017 y 2021 estuvo al frente de la Portavocía de la Ejecutiva de Sánchez, tras imponerse este en las primarias internas a Susana Díaz. En aquel entonces fue uno de los principales apoyos del líder socialista y ya dejó muestra de su verbo tan arisco como imaginativo, aunque siempre ha estado más volcado en la política local. Estuvo al frente de la alcaldía de Valladolid desde 2015 hasta esta primavera, siempre con el apoyo de otros grupos de izquierda. En las elecciones municipales de mayo fue el candidato más votado, pero perdió la alcaldía por un acuerdo entre PP y Vox.

Actor, abogado y alcalde de Valladolid

Abogado en ejercicio desde 1995, no es difícil imaginarlo más cómodo en un alegato final de juicio de Hollywood que en una de nuestras más acartonadas vistas locales. Porque el diputado Puente fue, en otra vida, actor.

Llegó a representar en la Gran Vía de Madrid, en Almagro y hasta en París. Así que cuando Feijóo mencionó al Club de la Comedia, Puente casi pudo recibirlo como un reconocimiento. No se le puede negar que supo mantener el interés del patio de butacas de principio a fin. Manejando las pausas, levantando al público de su asiento (a unos y a otros, aunque con dispar motivación).

Pero si algo sabe hacer Óscar Puente es condensar mensajes en unas pocas palabras. Como en la red social X, donde es tremendamente activo y no pierde ocasión de polemizar. Máster en zascas. Y así articuló su discurso del martes. Tan es así, que la intervención entera se puede encontrar en redes en mil pedacitos. Porque cada párrafo era un post en sí mismo. Como esas ficciones televisivas que tienen una trama episódica y una serial, el discurso fue compacto, pero funcional en cada idea por separado.

Una de sus obsesiones en su tiempo al frente del Consistorio de Valladolid fue la música. Su empeño era convertir las fiestas de la ciudad en referente de conciertos de entrada libre. Para unos, su aparición en el Congreso fue puro rock&roll; para otros, una macarrada de domingo en los autos de choque. Pero él siempre dijo ser más de Taylor Swift.