Francia se llena de chinches: ¿Qué efectos puede tener en la salud una plaga de este tipo?
- Aunque es una plaga fácil de identificar y erradicar, su presencia es muy común, también en España
- Pese a los vídeos que circulan en redes, el gobierno pide evitar "la psicosis" y dice que "no hay casos confirmados"
Francia se ha llenado de chinches. Los ciudadanos utilizan las redes sociales para denunciar la presencia de estos pequeños insectos en viviendas, cines y transporte público de ciudades como París, que en menos de un año acogerá los Juegos Olímpicos. Mientras tanto, el gobierno francés ha pedido "no caer en la psicosis" y ha asegurado que "no hay casos confirmados" en metros o trenes, aunque ha reconocido que la situación supone “un auténtico calvario para los afectados” y ha prometido tomar medidas. Pero, ¿qué efectos puede tener en la salud una plaga de este tipo y qué hay que hacer para erradicarla?
Los pequeños insectos (miden entre cinco y siete milímetros) que han acaparado la atención mediática en el país vecino y sembrado la histeria entre algunos de sus ciudadanos se conocen como chinches de cama. Se alojan en colchones, almohadas y otros tejidos y se nutren de la sangre de los que se sientan o tumban sobre estas superficies.
Aunque la urbe más afectada es París, la plaga ha llegado a otras como Marsella, donde un instituto ha cerrado temporalmente para erradicar la presencia de este insecto. La principal molestia que causa en el ser humano es en forma de picaduras que serán más o menos reactivas dependiendo de la persona, pero eso no quiere decir que este tipo de plagas no genere una alerta para la salud pública.
“Aunque este tipo de chinche no transmite enfermedades graves, eso no significa que a la salud pública no le importe, ya que cualquier tipo de insecto puede llegar a actuar como vector de enfermedades o ser causante de otros problemas de salud”, expone a RTVE.es Patricia Guillem, catedrática en Epidemiología, Medicina Preventiva y Salud Pública de la Universidad Europea de Valencia.
Una plaga muy habitual y conocida
Las chinches son insectos hematófagos, lo que significa que, atraídos por el calor corporal, se alimentan de sangre humana. A diferencia de otros como piojos o garrapatas, “no nos pueden colonizar y quedarse junto a nosotros”. “Pica y acto seguido se va, somos su fuente de alimentación, pero prefiere que no nos enteremos de que nos está picando”, añade Guillem, que recuerda que en España las chinches son consideradas la tercera plaga, por detrás de las termitas y las cucarachas.
El catedrático en Entomología y control de plagas Ricardo Jiménez Peydró subraya que su presencia es algo muy común, sobre todo en las grandes ciudades. “Es una plaga que aquí había desaparecido, pero la globalización, el hecho de que la gente viaje más, ha hecho que se hayan reproducido otra vez”, explica a RTVE.es.
De hecho, las chinches, que actúan especialmente por las noches, estuvieron erradicados a mediados del siglo XX, pero a finales de los 90 regresaron, coincidiendo con la proliferación de viajes a precios más asequibles y un aumento de los movimientos.
Y es que, apunta Jiménez Peydró, aunque las chinches “no vuelan y prácticamente no se mueven”, su reintroducción es sencilla: los transportamos en nuestra ropa, en bolsos y maletas. Además, aunque son muchas las personas que asocian este tipo de plaga con la falta de limpieza o la inmundicia, es importante recordar que "no tiene nada que ver con eso".
Para su erradicación, explica el experto, existen distintos métodos efectivos, desde la aplicación de calor hasta tratamientos químicos. Sin embargo, para que sea exitoso es fundamental realizar una correcta revisión por parte de los especialistas para localizar a estos pequeños insectos, que aunque se esconden en el interior de colchones, enchufes, juntas y demás lugares recónditos, son fáciles de ver si se buscan correctamente.
En junio, el 11% de los hogares estaban infectados
“Es un tema del que no me gusta hablar, me estresa demasiado”, confiesa a RTVE.es Clothilde, una joven francesa residente en París que asegura estar tomando “muchas precauciones” desde hace tiempo. Sin embargo, añade, últimamente, no hace más que oír hablar del tema. “Voy a acabar volviéndome loca”, asegura.
““No me siento en el transporte público, casi nunca voy al cine e intento no invitar a gente a casa”“
Esta joven lava las sábanas cada semana y se cambia de ropa en los espacios que comparte con sus compañeros de piso. “Nunca se sabe, no todos toman las mismas medidas que yo”, explica. “No me siento en el transporte público, casi nunca voy al cine e intento no invitar a gente a casa”, añade Clothilde, que cree que, en general, “el tema se está tomando demasiado a la ligera”.
Además de los síntomas físicos que de la hinchazón y picazón que pueda causar su mordedura, que puede derivar en otros problemas dermatológicos, "si al rascarnos contaminamos las lesiones", Guillén apunta que su presencia, o el temor a ella, "puede derivar en una afectación psicológica" relacionada con "trastornos de ansiedad e insomnio".
A falta de datos actualizados sobre el alcance de la plaga, los relatos de empresas de desinfección y los vídeos y fotografías publicadas en redes por usuarios de metro, hospitales o cines han hecho saltar las alarmas, sobre todo por la proximidad de la celebración en París de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos de 2024.
Las últimas cifras oficiales son de junio, cuando el 11 % de los hogares franceses estaban afectados por las chinches de cama. Sin embargo, no se trata de un problema nuevo en Francia.
De hecho, el Ejecutivo de Emmanuel Macron publicó planes contra las chinches en 2020 y 2022, aunque sin demasiado éxito. Ahora, el revuelo de los últimos días, ha llevado a la primera ministra a prometer “ampliar la acción” convocando una reunión ministerial sobre el tema y a anunciar la creación de un observatorio sobre las plagas.
Ni negación, ni psicosis, piden desde el Ejecutivo
Mientras tanto, las autoridades de París y las fuerzas de la oposición piden al Gobierno que actúe con urgencia. Desde el Ejecutivo, sin embargo, han pedido a la ciudadanía "no caer en la psicosis" y, aunque aseguran estar prestando atención a los vídeos publicados en internet, insisten en que "no hay casos confirmados" de chinches en metros y trenes de Francia.
"Las fotos las hemos tomado en serio, no hay que caer en la negación ni en la psicosis, esos casos los hemos verificado y no hay nada confirmado", ha dicho el ministro de Transportes de Francia, quien ha puntualizado que a estos insectos les molesta la luz que está presente en los vagones.
El Ayuntamiento de la capital ha instado al ministerio de Sanidad a declarar la plaga como un problema de salud pública e insisten en que urge un plan que incluya servicios de desinfección y acciones de prevención. Como recoge EFE, el vicealcalde de París ha pedido a Borne la organización de un “congreso nacional” sobre plagas y ha exigido que sea la agencia regional de salud la que asuma el pago de las desinfecciones y el coste psicológico para la ciudadanía.
Guillem señala que entre las medidas que puede tomar cada ciudadano está, en primer lugar, la de estar alerta para tratar de localizar estos insectos en los sitios que se frecuentan, pero también lavar a altas temperaturas e incluso el uso de insecticidas de uso cutáneo, siempre con precaución. "A la hora de ir a sitios públicos que puedan estar infectados, "intentar llevar ropa que no muestre extremidades, para las chinches es lógicamente más difícil atravesar un vaquero que acceder a una pierna descubierta".
Es fácil seguir su rastro
Los expertos señalan que es fácil seguir su rastro, ya que además de convivir en grupo, estos insectos suelen dejar manchas de color marrón, muy típicas por el exceso de sangre en su interior, y excrementos, de tamaño muy pequeño pero visibles. Además, como apunta Jiménez Peyró, solo salen de sus escondites para alimentarse, por lo que permanecen escondidas durante largos periodos de tiempo.
"Si viajamos, hay que ser cuidadosos, vigilar maletas, bolsos, y poner especial atención a dónde las colocamos. Revisar nuestras cosas puede evitar que los llevemos a casa", aconseja el experto, que insiste en que no realizar una correcta revisión durante los tratamientos de erradicación ayuda a su proliferación. "Rociar una habitación no sirve para nada, se necesita un tratamiento puntual en el lugar en el que esté la plaga, no hay por qué contaminar otras zonas", explica.
Como advierte Guillem, ante un incremento de la plaga del tipo que sea, y, "aunque simplemente cause molestias dermatológicas, o trastornos que no sean muy graves, la obligación es intentar erradicarla".
Cuidado con lo que se dice en redes sociales
En VerificaRTVE hemos detectado que circula un mensaje compartido más de 3.500 veces en X en el que aseguran que la plaga de chinches en París la ha causado una persona que las ha estado criando durante meses. Es una afirmación sin pruebas. Tal y como recoge un artículo de la revista National Geographic “el aumento de la incidencia de chinches se debe a una tormenta perfecta de causas, como son el aumento de turismo a nivel global, exacerbado por un notable aumento en la circulación de personas y la gestión de equipajes, combinada con las altas temperaturas”.
En una entrevista con el corresponsal de RNE en París, Antonio Delgado, el responsable de la Agencia Nacional de Salud de Francia, Matthie Schuler, ha explicado que la presencia de chinches no es nada nuevo: “Desde 2017 uno de cada diez hogares franceses ha tenido chinches (Episodio 2 de octubre, segunda hora, min. 39:45)". Schuler también sospecha que la plaga se debe a que “la gente viaja más y tiende a hospedarse en alojamientos turísticos no profesionales […] lo que ofrece al parásito su propia oportunidad de hacer turismo”.