El juez ordena la detención de Txapote y otros tres miembros de ETA por el asesinato del magistrado Querol
- Un coche bomba acabó con la vida del magistrado del Tribunal Supremo en octubre del 2000 en Madrid
- Se trata de un paso necesario para que sean juzgados por estos delitos, pues ya se encuentran en prisión
El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha ordenado la búsqueda, detención e ingreso en prisión de los etarras Javier García Gaztelu, conocido como 'Txapote'; Ainhoa Múgica, Juan Antonio Olarra y Juan Luis Rubenach por el asesinato de magistrado del Supremo José Francisco Querol Lombardero en octubre de 2000 en Madrid.
Según el documento al que ha tenido acceso RTVE, el magistrado imputa a los tres primeros delitos de "promotor o director de banda armada u organización terrorista" y "cooperadores necesarios de un delito de asesinato terrorista", mientras que sobre el último recaen los delitos de "integración en organización terrorista" y otro de "asesinato terrorista".
Contra todos ellos el juez ha exigido que se emitan "las oportunas Órdenes Europeas de Detención (OEDE)", un paso necesario para que Francia autorice que puedan ser juzgados por estos delitos, ya que los acusados se encuentran actualmente en prisión por otras causas.
Pedraz señala al "comando Buruahuste"
El asesinato del magistrado del Tribunal Supremo José Francisco Querol tuvo lugar en octubre del año 2000 por un coche bomba y en él también murieron el escolta y el chófer del juez y un conductor de autobús de la EMT. Además, se saldó con 30 heridos.
Pedraz identifica a los integrantes del "comando Buruahuste" como responsables, en los que además del propio Rubenach, estarían Ana Belén Egües, Gorka Palacios, Ivan Apaolaza y Oier Goitia. Según el documento, fue formado en enero del 2000.
El magistrado también recuerda que, en el momento de los hechos, la dirección del aparato militar de ETA estaba presuntamente formada por 'Txapote', Múgica y Olarra.
Se trata de uno de los procesos que siguen abiertos en la Audiencia Nacional, por los que más de una veintena de líderes de ETA aún no han cumplido ninguna condena por sus actos.