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Sánchez busca un acuerdo de investidura y legislatura: ¿con quién pactará y con qué condiciones?

  • El nuevo candidato inicia este miércoles una ronda con todos los partidos del Congreso, menos con Vox
  • Díaz ha sido la primera en estos encuentros con el principal escollo de las condiciones de los independentistas

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Sánchez llega al pleno de investidura de Feijóo
Sánchez llega al pleno de investidura de Feijóo

Arranca la negociación de forma oficial. El nuevo candidato a la Presidencia del Gobierno, Pedro Sánchez, tiene ahora hasta el 27 de noviembre- fecha límite- para convencer a los diferentes grupos del Congreso de los Diputados de que debe ser él quien siga en La Moncloa.

Sánchez se reunirá con todos los partidos con representación parlamentaria, menos con Vox. No conseguirá, ni lo pretende, el apoyo de PP y UPN, partidos con los que se sentará a hablar y que ya han manifestado que prefieren la repetición de elecciones el 14 de enero.

Con el resto busca llegar a un entendimiento. Quiere volver a sumar la mayoría parlamentaria que le dio un 'no' a Alberto Núñez Feijóo (PSOE, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV y BNG) e incluso unir también a ese bloque el único escaño de Coalición Canaria, que sí apoyo al PP en la investidura. De conseguir ese voto, solo necesitaría la abstención del partido de Carles Puigdemont, aunque Sánchez va a por el 'sí' de este bloque.

Los partidos ya han ido dando pistas sobre lo que quieren, lo que no, sus condiciones y sus líneas rojas, y ahora sí, ya toca entrar en faena e ir a los detalles de a qué está dispuesto cada grupo, de verdad, para alcanzar un acuerdo. "Esta investidura no es un broma, yo voy en serio", avisó Sánchez en su primera comparecencia ya como candidato, en la que dejó claro su no rotundo al referéndum de autodeterminación en Cataluña y, sin citar la amnistía y sin descartarla, habló de "generosidad" para resolver el "conflicto político".

Primera cita con su ¿futura vicepresidenta?

Sánchez ha elegido a su actual vicepresidenta segunda en funciones y quien podría repetir en el puesto para abrir esta ronda en la negociación para su investidura.

El presidente ha insistido durante estas semanas que su intención es cerrar un acuerdo para un gobierno de coalición con Sumar. Para el PSOE es la base previa para ese acuerdo de investidura. Ni Sánchez ni Díaz escondieron durante la campaña su deseo de volver a gobernar juntos si los números daban. Y ahora el momento de cerrar ese pacto de coalición ha llegado.

Fue la propia Díaz la que, tras su encuentro con el rey, dijo que ojalá llegue, aunque también afirmó que está "lejos", algo que molestó en el PSOE, aunque dan por hecho que es parte del juego de la negociación en la que todos se hacen valer.

Díaz ha trasladado a Sánchez su intención de alcanzar un acuerdo "ambicioso" en el que la ciudadanía "gane en derechos". Sumar, que defiende sin complejos una amnistía, espera que pueda ser este mismo mes de octubre.

Los encuentros con el resto de líderes parlamentarios los retomará Sánchez la próxima semana, una vez que concluyan las dos cumbres que reunirán en Granada a 51 jefes de Estado y de Gobierno europeos, la de la Conferencia Política Europea y la del Consejo Europeo.

Después de esas primeras reuniones, el PSOE ha informado este miércoles de que será una comisión negociadora la que tomará el relevo para continuar las conversaciones hasta que haya un acuerdo. La forman la ministra de Hacienda y Función Pública en funciones y vicesecretaria general del PSOE, María Jesús Montero; el ministro de Presidencia, Relaciones con las Cortes y Memoria Democrática en funciones, Félix Bolaños; y la ministra de Educación y portavoz del PSOE, Pilar Alegría. También el secretario de Organización, Santos Cerdán; la secretaria de Política Internacional y Cooperación, Hanna Halloul; y los diputados, Oscar Puente y José Ramón Gómez Besteiro.

El gran escollo: ERC y Junts

Son los huesos duros de roer en esta negociación por las condiciones que han puesto para dar su apoyo a Sánchez: una ley de amnistía y un compromiso para avanzar hacia un referéndum de autodeterminación en Cataluña.

La primera de las medidas entra en la mesa de negociación- fuentes socialistas lo admiten a TVE-, pero la segunda es inaceptable para el PSOE.

En su rueda de prensa en La Moncloa, Sánchez dijo que tras la ronda de contactos "fijará posición" sobre las medidas que le planteen y exijan los independentistas ya en esas reuniones concretas que tendrá en días.

Sánchez entiende, además, que partidos como PP y Vox llevarán al Tribunal Constitucional esa posible amnistía, de tal forma que también dio por hecho que ese tribunal tendrá que pronunciarse al respecto y se ha mostrado convencido de que el TC validará el acuerdo al que espera llegar con ERC y Junts.

El candidato a la Presidencia dejó claro que sus reuniones serán con los portavoces parlamentarios, alejando cualquier posibilidad de verse con el expresident Carles Puigdemont, huido de la justicia española en Belgica.

De momento, Junts ha dado ya un paso que puede marcar la fecha de la investidura. Los afiliados del Consejo de la República votarán en una consulta telemática si los partidos independentistas deben "bloquear" la investidura del próximo presidente del Gobierno. La pregunta se someterá a votación entre los días 17 y 23 de octubre, y tendrán derecho a voto todos los inscritos en el organismo.

El PNV augura un mes "largo" y de "tensión política"

En el pleno de investidura de Feijóo, el portavoz parlamentario del PNV, Aitor Esteban, fue muy claro para decir que si le daban a elegir entre "amnistía y Feijóo" optaba por lo primero.

Los nacionalistas vascos esperan su turno para vender caro su apoyo- son más que expertos en esas lides y en dar y quitar gobiernos tanto a PP como a PSOE- y auguran un mes de octubre "largo" y de "tensión política". Creen necesario trabajar pensando no solo en una investidura, sino en una legislatura para evitar una "amenaza permanente" de nuevas elecciones a "corto plazo".

Sánchez ya avanzó este martes que esa es su intención: un acuerdo parlamentario que vaya más allá de su proclamación como presidente, sino que le permita más adelante gobernar con un bloque compacto en el Congreso. De nada le sirve a un presidente ser presidente si luego es incapaz, por ejemplo, de aprobar unos Presupuestos Generales del Estado. Y el PSOE tiene claro que debe mirar a corto, pero también a largo plazo de cara al resto de votaciones parlamentarias durante el mandato.

El PNV, en cualquier caso, nunca ha descartado que se repitan las elecciones, ya que reconoce que tanto las fuerzas políticas vascas como las catalanas tienen una "tensión electoral" cada una en su territorio. Y esa pugna más territorial la ven clave en esta negociación.

Esteban, el único candidato nacionalista que se vio con el rey esta semana, le trasladó que "aún no se dan las condiciones" para apoyar a Sánchez. Lo único que han tenido claro desde que se celebraron las elecciones del 23J es que bajo ningún concepto apoyarían al PP porque eso suponía unir sus votos a Vox. Ahora con Sánchez, hay opciones, pero el PSOE tendrá que sudar la camiseta para convencerles.

EH Bildu pide "ahondar en las medidas sociales"

EH Bildu también plantea esta negociación como de extrema complejidad, aunque la portavoz parlamentaria, Mertxe Aizpurua, dijo recientemente que las negociaciones para conformar una "mayoría progresista" estaban "encaminadas". Desde esta formación exigen "ahondar en las medidas sociales que quedaron en el cajón del olvido" y abrirse y "profundizar" en el debate territorial, que debe ser la clave, entienden, de esta legislatura.

Ambos partidos- PNV y EH Bildu- exigirán a Sánchez avanzar en lo que denominan "agenda vasca" y ambos también no esconden que un punto muy a favor para votar a Sánchez es "evitar la coalición entre derecha y extrema derecha".

El BNG hará valer su único escaño y CC no se cierra a cambiar de bloque

Consciente de que Sánchez lleva tiempo moviéndose en el alambre parlamentario y que un solo voto inclina la balanza (para el recuerdo la votación de la reforma laboral), el BNG también hará valer su único escaño. "Con Galicia todo y sin Galicia, nada", dijo este mismo martes la portavoz nacional del BNG, Ana Pontón, que ha insistido en que "a día de hoy Pedro Sánchez no tiene el apoyo" de su formación y también tendrá que trabajársela.

Por su parte, desde Coalición Canaria, que dieron su voto afirmativo a Feijóo en su investidura, no se cierran a cambiar de bloque y dar su apoyo ahora a Sánchez, siempre que la "agenda canaria" entre en las negociaciones.

¿Qué le quiere plantear Sánchez a Feijóo?

Sánchez y Feijóo se verán también en el marco de esta ronda de contactos- Génova ya ha confirmado que su líder acudirá a la llamada- aunque el socialista no le pedirá su apoyo a la investidura. En este sentido dijo el presidente en funciones que desde el PSOE no se llamaría al transfuguismo del partido rival para su investidura para echar en cara al PP sus intentos de desequilibrar la unidad de voto socialista en la investidura de Feijóo.

El líder del PSOE sí quiere hablar con el presidente 'popular' para tratar de mejorar la relación entre los dos principales partido de España. Busca sentar las bases con el 'popular' para "desterrar el tono del insulto y la descalificación" y también desbloquear la renovación del CGPJ.

Tras estos encuentros, según ha dicho el propio Sánchez, explicará con claridad su posición sobre la amnistía- la condición que parece más espinosa en el marco de la negociación- y el PSOE medirá las posibilidades que tiene de reeditar un gobierno de coalición con una mayoría parlamentaria sólida.

Sin fecha aún para ese nuevo pleno de investidura, el candidato tiene hasta el 27 de noviembre para convencer a ocho partidos que lo mejor es mantener su gobierno y no ir a elecciones el 14 de enero. Las negociaciones se presentan más que intensas.